jueves, 23 de marzo de 2017

LOBO: EL ASUNTO QIGLY, MOON GIRL Y DINOSAURIO DIABÓLICO, MI AMIGO DAHMER, BASURA, LA HISTORIA DE MIS TETAS y NADIE

Me recuerdo que el primer comic que me leí de Lobo no me gustó NADA, sobretodo porque su ¿héroe? protagonista se me hacía un personaje irritante, presuntuoso, machista y ultraviolento, algo así como una mezcla entre Lobezno y Rambo con el cerebro de Cara de cuero (el asesino de la sierra mecánica de La matanza de Texas) Aún así cuando por la biblioteca ha habido algo de este personaje (que no es mucho, la verdad sea dicha) siempre he valorado el intentar darle una oportunidad, pero la cosa siempre ha basculado entre lo histriónico y lo exagerado... hasta ahora que este tomo titulado El asunto Qigly lo he pillado por donde tenía que haberlo pillado: por el ABSURDO... ¡y así admito haberme entretenido bien!

Y es que un personaje como este Lobo hay que tomarlo (o al menos eso creo yo con la presente obra) como una sátira GROTESCA de los comics de superhéroes de los noventa, una década por muchos señalada como la peor para esos tebeos tanto argumental como artísticamente, y de la cual este ultraviolento personaje vendría a ser su reflejo histriónico y exagerado más allá del límite. Este tomo incluye el primer Anual y los números 1 al 6 de su serie regular, concedida por la editorial tras sobrevivir a base de miniseries de todo tipo (supongo que como le pasó a Veneno en Marvel, otro antiheroe "hijo" de los noventa) 

Aún así todo gira sobre meras excusas argumentales que deriven en que Lobo haga gala de todo aquello que es habitual en sus aventuras: vulgaridad, desmadre, muerte, desenfreno, caos y suciedad. Igual mi error hasta ahora era leer comics de este personaje buscando seriedad y sentido común, cuando lo mejor era enfocarlos como un reflejo caricaturesco de una década en que, como he citado antes, el exceso se desmadró en los comics de superhéroes y nos legó poca calidad en sus viñetas: al menos este sabe sus propias limitaciones y se regodea en ellas.
En su búsqueda para captar nuevos lectores los de la editorial Marvel presentan en Moon Girl y el Dinosaurio Diabólico una jugada que ya les ha funcionado bien con la Ms.Marvel de Kamala Khan (por poner un ejemplo), aunque se da la curiosa circunstancia que mientras la mencionada consta como "comic adulto" en las bibliotecas, este se encuentra en la categoria de "infantil". ¿Acaso no se busca la empatía del público joven adolescente y femenino en ambos ejemplos, a los que bien podría añadir a Spider-Gwen? Una vez leído entiendo el criterio para ello.

Mientras que en los otros casos las protagonistas son adolescentes con unas personalidades más o menos coherentes a cada ejemplo, la protagonista aqui sería una PREADOLESCENTE con esas previsibles reticencias a los cambios que su cuerpo comenzará a experimentar, por lo que creo que su público potencial serán los que estén en una edad similar, lo que permitirá que sientan la empatía necesaria hacia esta heroina que responde al nombre de Lunella Lafayette. ¿Funciona? el problema (relativo) viene porque esta cria es el enésimo ejemplo de marginado social (en este caso además afroamericana) que sufre el desprecio de sus compañeros de clase pero que en el fondo es un genio (esta en hacer inventos cual si fuera el Inspector Gadget) lo que la haría la enésima variante del personaje al estilo Peter Parker lo único es que actualizado a nuestros tiempos.

Esos cambios hormonales que conlleva la pubertad (aqui representados en esas nieblas terrígenas que desatan tus poderes inhumanos) son la perfecta excusa para unir a una jovencita como esta a un dinosaurio rojo, porque se podría decir que estamos ante un remake y/o reboot de una serie de los setenta orquestada por Jack Kirby. Pero insisto, es más un comic juvenil que un comic adulto, por lo que encuentro justificada su catalogación como tal (infantil y juvenil en ocasiones son conceptos muy hermanados) en comparación con los ejemplos citados de Ms.Marvel y Spider-Gwen, cuyo público (aunque parezca que sea el mismo) es más adulto.
Le había echado el ojo a este comic hace tiempo, pero lo dejaba aparcado hasta que al final me he decidido por él, con la sorpresa de encontrarme con una historia tan inquietante como sincera, porque el amigo citado en el título que tuvo en la vida real el autor de este comic se trata de Jeffrey Dahmer, más conocido como El carnicero de Milwaukee, y culpable de nada menos que 17 asesinatos.

Derf Bakderf nos relata en esta obra como fue su "amistad" con el citado individuo cuando ambos coincidieron en el instituto, hacia finales de los años setenta. Entonces Dahmer era un marginado social, el típico compañero de clase del que te puedes cachondear, y algo "rarito"; una fachada tras la cual se escondian no solo sus problemas familiares (sus padres estaban inmersos en una conflictiva separación) sino con la propia perturbación que iba degenerando en su mente (con fantasias sexuales con hombres muertos, y es que Dahmer era gay con los lógicos inconvenientes de algo así en aquella época) Eso derivó en episodios inquietantes con animales (lo del pez ya da muestras evidentes de su locura mientras que lo del perro sería uno de sus últimos momentos de cordura) pese a que él pretendía adormecer a la bestia que tenía dentro ahogándose en alcohol, hasta que fue imposible y empezó con seres humanos (el momento en que vemos como se detiene por el autoestopista que será su víctima inicial ya sabemos que a partir de ahi nada será lo mismo)

Atrapado por la justicia en 1991 puede recordar a ciertos asesinos vistos en pantalla como Hannibal Lecter o Dexter (de la serie de televisión homónima), con los que se puede decir que comparte ese aspecto de "normalidad" bajo el que hay todo un psicópata (con la salvedad de que los citados son de ficción y este fue tristemente real) El relato que aqui nos narra el autor no se recrea en lo morboso de sus crímenes ya que no se trata de una reconstrucción policial o periodística de esas que se recrean tan solo en esos aspectos, sino que es la llevada a cabo por una persona que lo conoció y que aqui nos narra como fue su descenso implacable a la locura, planteando la duda de si la sociedad podía haber hecho algo para que la cosa no acabara así. Un comic sin duda recomendable con un estilo gráfico un tanto underground que le viene muy bien.
El autor de la reseña anterior es también responsable de este comic que responde al título de Basura, con lo cual no puede quedar más claro sobre lo que nos va a hablar. Aunque los dos son independientes cabe señalar la anécdota de que Derf Backderf trabajó como basurero en 1979 y 1980, mientras que el psicópata Dahmer troceó a su primera víctima y le metió en bolsas de basura para que las recogieran los basureros pocos meses antes de que el autor empezará en la citada labor (anécdota narrada por el mismo en la contrasolapa de la portada de este comic)

No es ningún misterio que vivimos en una sociedad altamente consumista, donde generamos cantidades exorbitantes de basura de todo tipo que en muchas ocasiones está contaminando de manera irremediable nuestro planeta al ser deshechos de materiales que tardan una gran cantidad de años (o siglos) en degradarse, con los lógicos problemas que ello conlleva. Aqui el autor lo lleva hasta su terreno, ya que aunque la historia es ficticia, toda ella está basada en las experiencias reales de Backderf como basurero además de la documentación que ha llevado a cabo de como se gestiona este tema en la actualidad. Tras un breve inicio donde se hace un repaso a como la humanidad ha tratado el tema de sus deshechos la historia arranca en un pequeño pueblo de Estados Unidos donde vemos a un joven sin ningún futuro a la vista, que consigue un trabajo en el servicio municipal de recogida de basuras.

Dividida en episodios que corresponden a las cuatro estaciones del año, este comic expone como es una ocupación sin duda poco agradecida (basta ver la que se forma en la vida real cuando los servicios de recogida de basuras de donde sea hacen huelga) pero que es la que mejor sirve para determinar la condición de cada ser humano, ya que lo que tiramos (y como lo tiramos) es el mejor ejemplo de como somos cada uno de nosotros (y aqui tomarán plena conciencia de ello, acertando Backderf al mostrar con altas dosis de humor escatológico lo nauseabundo que resulta... ¡y eso que él se centra tan solo en un pequeño pueblo, con lo cual es repugnante hacernos una mínima idea de lo que puede salir de toda una ciudad o un pais como demuestran las notas finales!)
Cuando un comic se llama La historia de mis tetas desde luego que lo que primero consigue es llamar tu atención, pero más allá de esa primera atracción por su título nos encontramos ante una novela gráfica muy destacable que nos narra un ejemplo de superación, en este caso del cáncer de mama. De todas maneras más allá de una previsible historia ambientada entre batas de hospital y pruebas médicas de todo tipo, lo que nos ofrece aqui la autora es un relato autobiográfico centrado de forma evidente en sus pechos.

Comenzando en su adolescencia, ese periodo de tiempo en el que las tetas son uno de los detalles que marcan el cambio de niña a mujer, Jennifer Hayden nos relata con un humor siempre contagioso como las suyas tardaron en desarrollarse, con los lógicos complejos que eso le conllevó. Tras narrarnos sus años de juventud asi como su inicial vida sentimental y la posterior familiar le llega al turno al maldito cáncer, que le provoca sentimientos de temor hacia una parte de su cuerpo que hasta entonces le había proporcionado orgullo. Pero lejos de centrarse tan solo en esa enfermedad, la misma no representa nada más que otro capítulo en el compendio de su vida, por lo que no todo es tristeza y dramatismo sino que también hay lugar para la ironia y el humor.

Lamentablemente en la sociedad actual el cáncer es uno de los males más extendidos, y muchos lo conocerán de primera mano por familiares o amigos, por lo que siempre se agradecen historias como esta: la de una superviviente que le plantó cara a la enfermedad y no dejó que esta la carcomiera (pese a que aparte del suyo propio también tuvo que lidiar con el de su madre, tambien de mama, y el de su suegra, en ese caso de pulmón) Es cierto que el dibujo puede dar una sensación un poco de simpleza, pero el resultado global queda compensando por una historia llena de humor y vitalidad (aunque con sus evidentes momentos de tristeza) por lo que en resumidas cuentas se puede decir que estamos ante una notable novela gráfica altamente recomendable.
¿Quien no conoce al Hombre Invisible? Estamos hablando de un clásico de la literatura creado por H.G.Wells, responsable tambien de títulos igual de míticos como La máquina del tiempo o La guerra de los mundos. La portada de este comic no miente, y de hecho admito que me decanté por él porque ya me imaginaba algo así (cosa que la misma contraportada ya deja del todo confirmado, aparte del montón de evidencias a medida que uno lo va leyendo)

La historia que se nos plantea es muy sencilla: al tranquilo y recóndito pueblo de Large Mouth llega un misterioso visitante cubierto de vendas, que bien pronto levanta las sospechas de los aldeanos por su aislamiento y soledad. La misma solo se ve interrumpida por la fragil relación de amistad que establece con una adolescente del lugar, que sueña con abandonar el pueblo y dejar atras la vida insulsa que lleva alli, pero (como es facil deducir) la desconfianza de inicio hacia el desconocido acabará en una auténtica paronoia contra él.

Más que un remake de la novela clásica se puede decir que Lemire lleva a cabo aqui una actualización, en la que ya no es tan importante la locura en la que deriva la condición del protagonista principal sino que se centra más en el rechazo hacia lo desconocido que tiene el ser humano (sea esto lo que sea), mostrado aqui en un pequeño pueblo americano aunque sin duda puede ser del todo extrapolable a cualquier ciudad de cualquier pais de este planeta. Quizas la historia se hace breve y un tanto previsible, dando la sensación de que se podía haber desarrollado un poco más, pero Nadie resulta un comic de lectura ágil y entretenida (que en última instancia es lo importante)

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