martes, 11 de septiembre de 2018

THOR: EL CARNICERO DE DIOSES y EL MONO DE HARTLEPOOL

Hay personajes que me "entran" bien, pero otros con los que me cuesta "engancharme", y sin duda Thor está en este último grupo. Me cogí de la biblioteca el tomo titulado El carnicero de dioses porque (¡es evidente!) con semejante nombre sin duda llamó mi atención, aunque debo admitir que en inicio no me acababa de motivar, por mi falta de simpatía hacia un personaje con el que me cuesta empatizar. Pero decidí insistir y tomado por el interés que levantó en mi el villano que da título a este tomo (el número en que se detalla cual fue su origen me parece notable) tengo que reconocer que ha resultado una lectura mucho más entretenida de lo que en principio había pensado.

Con Gorr creo que se consigue un villano realmente meritorio, y aunque en principio tenía una relativa incertidumbre hacia las capacidades de lo que estaba llevando a cabo, en el momento en que se explica su origen ya enseguida me convenció. Habrá quien encuentre otros tipos de parecido, pero en mi caso me recordó a una mezcla entre Voldemort y Veneno.

Si tienes un villano realmente ÉPICO (al menos teniendo en cuenta sus ambiciones) con un único héroe no tienes bastante, de ahi que en todo este volumen tengamos tres diferentes Thor de tres diferentes momentos de su historia en los cuales se cruzó con el denominado Carnicero de dioses: por un lado el joven Thor de la época de los vikingos, el del presente y un viejo Thor ya coronado como rey de una Asgard devastada. A partir del momento en que me dí cuenta que estábamos ante una aventura principalmente del famoso asgardiano, y que la misma era en esencia bastante sencilla y con las dosis justas de mitología (para no perderme), fue cuando me dejé llevar por lo que nos cuenta aqui Jason Aaron. Con una cierta empatía hacia Gorr y sus ateas motivaciones, otro punto a destacar es el magnífico apartado gráfico obra de Esad Ribic, que sabe adecuarse muy bien a lo que la historia le pide.
El mono de Hartlepool sería un comic que escogí por la más pura casualidad (iba mirando por las estanterias de la biblioteca para ver si había algo que me llamara la atención) pero que me ha gustado más de lo que pensaba (dentro de su sencillez) por ser una acertada crítica contra los nacionalismos fanaticos, lo cual no está nada mal viviendo yo en una comunidad autónoma como es Cataluña, con las desesperadas ánsias que desde hace unos años hasta ahora tienen algunos por dejar de ser españoles.

La historia de este comic está basada en una antigua leyenda anglosajona según la cual en las Guerras Napoleónicas un barco de la armada francesa naufragó, llegando lo poco que queda de él a la británica población costera de Hartlepool en donde un mono que viajaba en el navio (la mascota del capitán según se narra aqui) fue tomado por un soldado francés. Todo sucede en 1814 y como por entonces nunca habían visto los lugareños ni a un francés ni a un mono, al encontrar al simio con el uniforme del enemigo lo tomaron y juzgaron como tal.

El guión de Wilfrid Lupano resulta muy acertado a la hora de no tomar partido ni por unos ni por otros, ya que si bien por un lado los británicos quedan reflejados como unos palurdos ignorantes, en su inicio los franceses no es que queden mucho mejor. Curiosamente la estupidez adulta se contrasta con la inteligencia de los más jóvenes, la cual será sistemáticamente ignorada por unos lugareños que se dejarán llevar por el nacionalismo exacerbado, sin atender a otros matices que no sea su misma obsesión. En este comic queda muy bien retratada la estupidez humana, la cual por aquel entonces podría venir dada por la ignorancia pero que ha evolucionado y sigue estando presente en nuestros dias, lo cual siempre es un peligro si se junta con otros conceptos como serian los nacionalismos (y no sólo en el conflicto Cataluña-España que puede estar en un plano más actual sino en muchas opiniones xenófobas basadas en el "yo soy mejor que ese") En resumen una obra para hacernos meditar como sociedad al mismo tiempo que nos hace pasar un buen rato.

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