domingo, 19 de noviembre de 2006

Crítica de cine: EL ILUSIONISTA

FICHA TÉCNICA

Titulo Original: The Illusionist

Director: Neil Burger

País: USA

Año: 2006

Duración: 110 min.

Género: Drama

Interpretación: Edward Norton (Eisenheim), Paul Giamatti (Inspector Uhl), Jessica Biel (Sophie von Teschen), Rufus Sewell (Príncipe Leopold), Eddie Marsan (Josef Fischer), Jake Wood (Jurka), Tom Fisher (Wiligut), Karl Johnson (Doctor).

Guión: Neil Burger. Basado en el relato "Eisenheim: The illusionist" de Steven Millhauser.

Producción: Michael London, Brian Koppelman, David Levien, Bob Yari y Cathy Schulman

Música: Philip Glass

Fotografía: Dick Pope

Montaje: Naomi Geraghty

Diseño de producción: Ondrej Nekvasil

Vestuario: Ngila Dickson

SINOPSIS

Cuando Eisenheim (Edward Norton) comienza a actuar con su asombroso espectáculo de ilusionista en Viena, pronto corre la voz sobre sus poderes sobrenaturales… llegando a los oídos de uno de los hombres más poderosos y pragmáticos de Europa, el príncipe heredero Leopold (Rufus Sewell). Convencido de que el mago no es más que un experto impostor, Leopold asiste a uno de los espectáculos de Eisenheim, con intención de desacreditarle durante su actuación. Pero cuando la bella prometida del príncipe, Sophie von Teschen (Jessica Biel), aparece, Eisenheim y Sophie se reconocen de la infancia y un amor latente es reavivado. Con Eisenheim y Leopold luchando por el afecto de Sophie, pronto se hará evidente que ambos están dispuestos a no poner límites para reivindicar y mantener su amor. El amor clandestino continúa y el inspector de policía Uhl (Paul Giamatti) tiene como misión, por órdenes de Leopold, de desenmascarar a Eisenheim, por lo que intensifica sus esfuerzos a pesar de que el mago sigue cosechando grandes éxitos entre su público. Mientras que Uhl insiste tenazmente en descubrir los trucos de este hombre, Eisenheim prepara su número más ambicioso.

CRÍTICA

El cine es magia. Cuando vamos al cine lo que queremos es (al igual que nuestros antepasados en los teatros) ser sorprendidos y entretenidos. Ese espíritu es el que rodea a este magnífico film, toda una sorpresa dentro del actual panorama cinematográfico. Dotado de una ambientación y un vestuario exquisito (algo propio si tenemos en cuenta de que es una película de época, pero que aqui resulta especialmente remarcable) la película destaca además por una banda sonora magnífica a cargo de Philip Glass.

Pero todo eso (vestuario, ambientación, música) son detalles secundarios si el resto no funciona... y aqui he de decir que funciona perfectamente. La historia de amor resulta en todo momento creible y sincera, por más que no deja de ser el típico triángulo amoroso visto ya en infinidad de ocasiones. Probablemente el éxito del asunto está en los actores: Edward Norton (dotando de un gran misterio a su personaje en todo momento), Jessica Biel (demostrando que puede ser buena actriz tras su participación en el remake de "La Matanza de Texas"), Rufus Sewell (experto ya en ser villano de época tras ejercer esa misma función en "La leyenda del Zorro") y Paul Giamatti (cuyo inspector Uhl vendría a ser el narrador de la historia y casi, casi desde el punto de vista desde el que se explica el argumento del film).

Respecto a los trucos de magia, es totalmente claro que en algunos de ellos se han empleado efectos digitales, pero aún así el mérito del asunto está en que todos ellos estan basados en los que se realizaban en aquella época, lo cual te deja tan anónadado viéndolos en pantalla como debieron estar los espectadores que vieron algo más o menos parecido a finales de siglo XIX (citar por ejemplo la recreación de los espíritus o el truco inicial con el naranjo).

Por su parte el argumento guarda un giro realmente trágico, que forzará las situaciones que vengan a raiz del mismo, pero con una sorpresa final cuando (al creer que no habría lugar para el final feliz) este se produce en un nuevo giro argumental con sorpresa final incluida que me recordó a los finales de los films de M.Night Shyamalan, donde mediante flashbacks se nos explica la verdadera naturaleza de unos hechos que nosotros creiamos que habian sucedido de una manera y que han sido totalmente diferentes. Y dicho final, como mérito al personaje encarnado por Edward Norton, nos demuestra la verdadera magia, ya que nos han engañado durante casi toda la historia... que es a fin de cuentas lo que siempre ha de conseguir un buen mago, engañar al público para hacerle creer lo que él quiere que crean. Y conmigo he de reconocer que lo consiguieron, con lo cual ese mérito que tienen los creadores de la película.

CALIFICACIÓN: **** (Buena) 8,5/10

LO MEJOR: Los actores, la ambientación, el vestuario, la banda sonora y la entretenidísima historia.

LO PEOR: Le falta algo (no sabría decir el qué) para ser una película totalmente redonda... aunque ya digo que poco le falta para serlo.

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