sábado, 4 de noviembre de 2006

Crítica de cine: UN BUEN AÑO

TITULO ORIGINAL: A Good Year

AÑO: 2006

DURACIÓN: 118 min.

PAÍS: Estados Unidos

DIRECTOR: Ridley Scott

GUIÓN: Marc Klein (Libro: Peter Mayle)

MÚSICA: Marc Streitenfeld

FOTOGRAFÍA: Philippe Le Sourd

REPARTO: Russell Crowe, Albert Finney, Tom
Hollander, Freddie Highmore, Marion Cotillard, Valeria Bruni Tedeschi, Didier Bourdon

PRODUCTORA: Fox 2000 Pictures

SINOPSIS: Un inversor inglés (Russell Crowe) hereda un viñedo de su tío en la Provenza. Cuando llega a su nueva propiedad, conoce a una atractiva mujer americana que reclama las tierras como suyas.

CRITICA

Ridley Scott es un director al que todo el mundo tiene en cuenta por sus dos míticas películas "Alien" y "Blade Runner", realizadas casi al comienzo de su carrera cinematográfica. Posterior a esos dos títulos nunca ha conseguido el beneplácito unánime de la crítica en ninguna de sus obras posteriores, pese a que la cosa ha variado entre las que fueron mejor recibidas (al ser mejores) caso de "Hannibal", "Black Rain" o "Black Hawk derribado", las que se convirtieron en películas de dudable catalogación (causaron muchas discrepancias "Gladiator", "Thelma y Louise", "El reino de los cielos" o "1492, la conquista del paraiso") o aquellas que directamente se pueden calificar de "basura para orcos" caso de la vomitiva "La teniente O'Neill".

En este caso con "Un buen año" Scott ha conseguido uno de sus mejores films de los últimos años, sin ser tampoco nada del otro mundo. Y posiblemente ahi radica parte del encanto de la película, en su falta de pretensiones más allá del hecho de intentar hacer pasar al espectador un rato agradable y entretenido con una historia sencilla y orientada mayoritariamente hacia el publico adulto (que será quien mejor sepa entenderla), todo ello envuelto dentro de un paquete de comedia de situación donde priman los gags verbales sobre los visuales.

El propio protagonista, Russell Crowe, realizó unas declaraciones durante la promoción del film diciendo que se decantó por el guión de esta película debido a que en él podía mostrar claramente su estado de ánimo, y una vez vista la película sin duda se puede admitir que Russell Crowe debe de estar bastante contento, porque aparte de que la historia del film es de esas que si tienes un mal día te puede hacer (como mínimo) esbozar una sonrisa y levantarte el ánimo, el propio Crowe demuestra aqui una vis cómica muy simpática que tanto a mi como a la amiga que me acompañó para ver esta película nos sorprendió muy gratamente.

Por lo demás la historia no plantea grandes sorpresas, el argumento básico del personaje ávaro y/o engreido al que las circunstancias le obligan a cambiar de caracter es un recurso que ya se ha visto desde los tiempos del Scrooge de "Cuento de Navidad". Pero como en la mayoría de películas de hoy en día, lo que importa no es que la base de la historia sea novedosa, sino que esté bien narrada (pese a recursos narrativos tan manidos como el hecho de utilizar colores azules para la ciudad, para demostrar su frialdad, y colores más vivos para las imágenes en la Provenza, para demostrar la calidez del ambiente).

En resumen, en esta ocasión hay que reconocer que Ridley Scott ha acertado plenamente, convirtiendo a este simpático y entretenido film en una clara mejora dentro de su filmografía tras la anterior "El Reino de los Cielos", película pretenciosa y aburrida que nos hizo rememorar al Scott de sus peores años.

CALIFICACIÓN: *** (entretenida) 7,5/10

LO MEJOR: La entretenida historia, los preciosos paisajes franceses y los actores protagonistas (especialmente Russell Crowe y Albert Finney)

LO PEOR: No tiene ninguna pretensión más allá de hacer pasar un buen rato al espectador, lo cual puede dejar indiferente a los que busquen "algo más" en el argumento de la película.

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