El pajarito del Chacal

Desde el pasado lunes 9 de abril tengo un pájaro en casa, pero lo gracioso es que ni me lo he comprado ni me lo han regalado... se estrelló contra la ventana.

Aquel día, más o menos hacia el mediodia, estaba yo en mi habitación leyéndome unos comics mientras que mi madre estaba en el comedor mirando unas revistas cuando de repente oigo un ruido en la ventana y mi madre se asoma (pensando, como me dijo a posteriori, que algún criajo había tirado una piedra o algo así) y me dice que hay un pájaro agonizando en la jardinera. Al asomarme me encuentro a mi madre con un pajarillo pequeño (tipo canario) en las manos, y el pobre animal quieto (aunque vivo). Mi madre intentó reanimarlo, y aunque costó bastante rato, al final lo consiguió.

Posteriormente me he enterado de que se llama verderón esa clase de pájaro, y canta bastante bien (es una alegría escucharlo por las mañanas, lástima que estoy trabajando, pero ya le he oido los fines de semana). Le compramos una jaula y en las fotos de más abajo podeis verlo más o menos (porque como es verde, se confunde con el color del follaje de los árboles, aparte de que encima es un animal muy inquieto). De momento el único nombre que tiene es ese, pajarito, porque no se me ocurre otra cosa (y es que el último animal que tuve en mi casa fue una cotorra de esas llamadas de pecho gris que tuve de 1989 a 1995 y a la que el anterior dueño llamaba Robin, nombre que le conservé).

Personalmente supongo que quizás el pájaro se le escapó a alguien y como iba un poco nervioso se estrelló contra la ventana pensando que estaba abierta. De momento, aparte de cantar, poco más le veo que haga, ya que si te acercas mucho se pone muy nervioso, pero el otro día lo pusimos en la misma ventana de la que veis estas fotos, que cerca está el televisor, y se quedó viéndolo bastante entretenido mientras yo estaba comiendo en el otro lado de la estancia. Incluso en un momento dado se puso a comer y todo (¿tendrá empatía?)

Eso si, os puedo asegurar que con el trompazo que se pegó aquel día, hasta que no ví que más o menos estaba bien sufrí por él, porque con el leñazo que se metió... como para haberse matado.