FICHA TÉCNICA
TITULO ORIGINAL Pathology
AÑO 2008
DURACIÓN 93 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Marc Schoelermann
GUIÓN Mark Neveldine, Brian Taylor
MÚSICA Johannes Kobilke, Robb Williamson
FOTOGRAFÍA Ekkehart Pollack
REPARTO Milo Ventimiglia, Alyssa Milano, Michael Weston, Lauren Lee Smith, Dan Callahan, Johnny Whitworth, Mei Melancón, Keir O'Donnell
PRODUCTORA Lakeshore Entertainment
SINOPSIS
Un grupo de estudiantes de medicina han desarrollado un juego mortal en que uno de ellos trata de cometer un crimen perfecto mientras el resto tratan de determinar la causa de la muerte. No es el caso de la película que nos ocupa.
CRÍTICA
Una película puede contarte una historia más real o menos, pero lo que se pide es que esté bien contada. Aunque te cuenten la mayor de las fantasías, si lo hacen bien, el espectador se lo cree y lo disfruta. Este no es el caso del film que nos ocupa.
El mayor parecido de esta película sería Línea Mortal, aquel film de los años 90 donde un grupo de estudiantes investigaban los efectos de la muerte provocándose ellos mismos muertes controladas y reviviéndose posteriormente. Aquí también tenemos a un grupo, en esta ocasión de médicos patólogos dedicados a hacer las autopsias.
Milo Ventimiglia, famoso por la serie de televisión Héroes, es el protagonista. El se introduce en ese grupo de médicos que parecen más bien miembros de una banda de maleantes callejeros que no de unos médicos de hospital (primer error de la película, lo cual hace que no sean creíbles en sus papeles). Sus poses chulescas, su frialdad emocional y sus aficiones resultan poco creíbles (sobretodo la del jefe del grupo, sobreactuado en exceso) lo cual provoca que el resultado final de la representación de esos personajes en pantalla oscile entre el estereotipo más rancio y la estética más inverosímil. Además no sólo resulta poco creíble lo que hacen y como lo hacen sino también que el protagonista se meta en su grupo porque sí (claro que sino no tendríamos película, pero es que es otro detalle mal explicado en el argumento).
A partir de ahí todo se desarrolla en un continuo "quiero y no puedo" entre lo que parece que nos quiera contar (¿podemos confiar en los médicos?) y lo que nos ofrece (un argumento que parece un guión de rebajas de los escritos por Joe Eszterhas a principios de los noventa para títulos como Instinto básico). A eso no ayuda un Milo Ventimiglia cuyas pocas dotes actorales le sitúan al mismo nivel de Keanu Reeves (por poner un ejemplo de actor con un único registro) que, ya que lo cito, hubiera sido sin duda el protagonista de este film si se hubiera enfocado como una producción de mayor envergadura y no con la estética pseudo-televisiva que también destila el conjunto (de hecho el personaje de Ventimiglia me recordó ligeramente al de Reeves en Pactar con el diablo, si bien aquella película estaba mucho mejor resuelta que esta).
Solo citar, para finalizar, que el film apenas ha recaudado en Estados Unidos unos 100.000 dólares en un estreno limitado el pasado 18 de abril... y que visto el poco éxito de la película parece que no se amplió a más cines, durando en cartelera sólo tres semanas. Desde luego que una vez valorado el resultado final es semejante descalabro en taquilla lo que se merece.
LO MEJOR: El planteamiento con el que partía la película.
LO PEOR: Los boquetes argumentales, los personajes estereotipados y poco creíbles, los actores (ninguno está destacable) y que aunque el film sea corto (apenas hora y media) no funcione ni como thriller, ni como drama médico, ni como película de suspense (con, encima, un final sorpresa que más que sorprender demuestra la incoherencia de toda la historia).
TITULO ORIGINAL Pathology
AÑO 2008
DURACIÓN 93 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR Marc Schoelermann
GUIÓN Mark Neveldine, Brian Taylor
MÚSICA Johannes Kobilke, Robb Williamson
FOTOGRAFÍA Ekkehart Pollack
REPARTO Milo Ventimiglia, Alyssa Milano, Michael Weston, Lauren Lee Smith, Dan Callahan, Johnny Whitworth, Mei Melancón, Keir O'Donnell
PRODUCTORA Lakeshore Entertainment
SINOPSIS
Un grupo de estudiantes de medicina han desarrollado un juego mortal en que uno de ellos trata de cometer un crimen perfecto mientras el resto tratan de determinar la causa de la muerte. No es el caso de la película que nos ocupa.
CRÍTICA
Una película puede contarte una historia más real o menos, pero lo que se pide es que esté bien contada. Aunque te cuenten la mayor de las fantasías, si lo hacen bien, el espectador se lo cree y lo disfruta. Este no es el caso del film que nos ocupa.
El mayor parecido de esta película sería Línea Mortal, aquel film de los años 90 donde un grupo de estudiantes investigaban los efectos de la muerte provocándose ellos mismos muertes controladas y reviviéndose posteriormente. Aquí también tenemos a un grupo, en esta ocasión de médicos patólogos dedicados a hacer las autopsias.
Milo Ventimiglia, famoso por la serie de televisión Héroes, es el protagonista. El se introduce en ese grupo de médicos que parecen más bien miembros de una banda de maleantes callejeros que no de unos médicos de hospital (primer error de la película, lo cual hace que no sean creíbles en sus papeles). Sus poses chulescas, su frialdad emocional y sus aficiones resultan poco creíbles (sobretodo la del jefe del grupo, sobreactuado en exceso) lo cual provoca que el resultado final de la representación de esos personajes en pantalla oscile entre el estereotipo más rancio y la estética más inverosímil. Además no sólo resulta poco creíble lo que hacen y como lo hacen sino también que el protagonista se meta en su grupo porque sí (claro que sino no tendríamos película, pero es que es otro detalle mal explicado en el argumento).
A partir de ahí todo se desarrolla en un continuo "quiero y no puedo" entre lo que parece que nos quiera contar (¿podemos confiar en los médicos?) y lo que nos ofrece (un argumento que parece un guión de rebajas de los escritos por Joe Eszterhas a principios de los noventa para títulos como Instinto básico). A eso no ayuda un Milo Ventimiglia cuyas pocas dotes actorales le sitúan al mismo nivel de Keanu Reeves (por poner un ejemplo de actor con un único registro) que, ya que lo cito, hubiera sido sin duda el protagonista de este film si se hubiera enfocado como una producción de mayor envergadura y no con la estética pseudo-televisiva que también destila el conjunto (de hecho el personaje de Ventimiglia me recordó ligeramente al de Reeves en Pactar con el diablo, si bien aquella película estaba mucho mejor resuelta que esta).
Solo citar, para finalizar, que el film apenas ha recaudado en Estados Unidos unos 100.000 dólares en un estreno limitado el pasado 18 de abril... y que visto el poco éxito de la película parece que no se amplió a más cines, durando en cartelera sólo tres semanas. Desde luego que una vez valorado el resultado final es semejante descalabro en taquilla lo que se merece.
LO MEJOR: El planteamiento con el que partía la película.
LO PEOR: Los boquetes argumentales, los personajes estereotipados y poco creíbles, los actores (ninguno está destacable) y que aunque el film sea corto (apenas hora y media) no funcione ni como thriller, ni como drama médico, ni como película de suspense (con, encima, un final sorpresa que más que sorprender demuestra la incoherencia de toda la historia).
Muy buena reseña.
ResponderEliminarUna lástima lo que comentas de la película, ya que el guión parte de una interesante base.
Pero si como dices, la película cae en baches argumentales, no está bien estructurada y encima las actuaciones son bastantes pobres, la idea inicial se va al diablo.
Saludos, Jorge.
El trailer me dejó indiferente, así que esta crítica confirma mis augurios: otro thriller de pocamonta.
ResponderEliminarSaludos ;)
Tenía altas expectativas con esta película, al leer hace tiempo un pequeño resumen y ver quién era el protagonista.
ResponderEliminarPero después de esta crítica no sé ni siquiera si la veré. Depende de las ganas que tenga en un momento dado.