Un equipo de reporteros encubiertos del periódico británico News of the world ha conmocionado con uno de sus últimos reportajes: han descubierto que el padre de Rubina Ali (la niña protagonista de Slumdog Millionaire, donde interpretaba a la pequeña Latika), intentó vender a su hija por 200.000 libras (unos 226.400 euros).
El periódico británico dijo haber sido informado por un contacto en la ciudad de Bombay que conoce a la familia de la actriz, de tan sólo nueve años de edad, de que su padre la había puesto en adopción al mejor postor. Según esta misma fuente, la familia de Rubina está "furiosa" por el hecho de que sus condiciones de vida no hayan mejorado con el éxito de la película de Boyle. Según parece la fama de la pequeña se considera efímera y el padre se ve imposibilitado de conseguir sacar adelante a su familia, lo que ha provocado este asunto que ha sorprendido a todo el mundo, pese a ser una práctica bastante usual en un país con tanta pobreza como India.
Haciéndose pasar por un opulento jeque y su esposa, los reporteros de diario británico contactaron con el padre de la joven actriz en Bombay para ofrecerle un suculento pacto de adopción de Rubina. En sucesivos encuentros, los dos reporteros discutieron con el padre y su cuñado el precio de Rubina (cuya venta el padre defendió en todo momento como una forma de asegurarse que el resto de su familia iba a vivir confortablemente, eso si, a un precio más alto que el de otros niños de los arrabales al ser una niña de Oscar).
El padre ahora mismo niega las acusaciones alegando que si tuvo las mencionadas reuniones pero que en ningún momento accedió a vender a su hija, argumentando que la voz que se oye en las grabaciones con cámara oculta realizadas por los reporteros no es suya, que es falsa.
Fuente: Cualquiera de las muchas que hay POR ESTE ENLACE.
Que fuerte.Ya lei por ahi que los niños que salen en la peli siguen viviendo en las mismas miserables condiciones, aunque les prometieron el oro y el moro. Terrible ver como hay gente que se aprovecha de las miserias de otros, y encima pagan los mas inocentes: los niños
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