sábado, 23 de agosto de 2014

LUCY, con SCARLETT JOHANSON mezclando drogas y superpoderes

FICHA TÉCNICA

Título: Lucy
Título original: Lucy
Dirección: Luc Besson
País: Francia, Estados Unidos
Año: 2014
Fecha de estreno: 22/08/2014
Duración: 90 min
Género: Acción, Ciencia ficción
Calificación: No recomendada para menores de 16 años
Reparto: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Min-sik Choi, Analeigh Tipton, Amr Waked
Distribuidora: Universal Pictures
Productora: TF1 Films Production, Universal Studios, Canal+, Ciné+, EuropaCorp

SINOPSIS

Una chica llamada Lucy (Scarlett Johansson) es secuestrada por unos mafiosos que la sedan, le abren el estómago y le introducen una droga altamente tóxica. Mientras espera iniciar su viaje de contrabando, un secuestrador intenta abusar de ella; como se resiste, Lucy recibe una enorme paliza a consecuencia de la cual la droga se desintegra dentro de su cuerpo y pasa a su organismo, dotándole de una fuerza extraordinaria y un nivel de inteligencia increíble. Son las cualidades perfectas para que Lucy inicie su plan de venganza.

CRÍTICA

La nueva película de Luc Besson es una obra sin duda coherente con lo que ha sido la carrera de este señor tanto desde el punto de vista más personal de director (ahi estaría su obra cumbre: Leon, el profesional) como en su labor de productor, que ya marca un estilo similar al de Michael Bay (con ejemplos tan representativos como la saga Transporter, trasladada incluso de la gran a la pequeña pantalla) Cabe decir entonces que esta Lucy no nos presenta nada nuevo, ya que vendría a ser la evolución de otra fémina aguerrida creada por Luc Besson (logicamente me refiero a Nikita, que tuvo remake y dos series de televisión)

El inicio de la película tengo que reconocer que me atrapó al instante, con esa comparación entre la Lucy protagonista y un impala a punto de ser cazado en la selva africana. A partir de ahi la cosa se anima en una progresiva montaña rusa que sube acelerada y sin parar a medida que nuestra heroina va aumentando su capacidad cerebral, hasta un tramo final igual un poco pedante, aunque es coherente con lo previo, sin caer en el tedio y la apatía de la reciente Trascendence donde Johnny Depp estaba ante una situación similar. Y es que el aumento de la capacidad cerebral de Lucy la vuelve cada vez menos humana y más omnipotente, en un estilo de deidad similar al Doctor Manhattan de Watchmen.

Hay que reconocer que como vehículo de lucimiento para Scarlett Johansson esta Lucy cumple de manera correcta, siendo un espectáculo ingenioso y trepidante donde la actriz aguanta sobre sus hombros todo el film. A su lado, pero de manera MUY secundaria, tenemos a un Morgan Freeman siempre cumplidor que viene a tener una labor parecida a la vista en la antes mencionada Trascendence. Relativo a él se pueden considerar un poco bruscos los cortes que nos llevan de lo que le sucede a Lucy a sus exposiciones ante los alumnos de la universidad (aunque cuando ambos personajes entran en contacto tampoco es que el de Freeman evolucione mucho más allá de su planteamiento inicial)

Un gran número de superhéroes adquirieron sus capacidades con energía radioactiva, en una época (años 60 del siglo XX) donde esta era desconocida y misteriosa. Pero como ahora eso quedaría muy anticuado, Lucy opta por que sea una nueva droga la que le confiera sus poderes, coincidiendo con Spider-Man y otros (eso si) en adquirir sus capacidades debido a un accidente. De hecho ya que cito al arácnido de Marvel me remito al momento de simbiosis final (y no digo más por spoiler), el cual me hizo pensar en Veneno, uno de sus más destacados oponentes. Lástima del acelerado ritmo que tiene la película, quedándose uno con la sensación de que todo ha sido un esbozo de algo mejor.

¿Hasta que punto puede llegar la mente del ser humano? Esa pregunta, interesante, la plantea este film bajo la premisa de que tan solo usamos el 10% de nuestra capacidad cerebral (nos ganan los delfines, que según esta película llegan al 20%) La pena está en que 90 minutos no dan para discusiones científicas con algo de coherencia y profundidad (por más que nos las narre Morgan Freeman haciendo de si mismo) por lo que los sucesivos aumentos de capacidad mental de Lucy son meras divagaciones que, en algunos de los momentos más intensos, dejan patente su única razón de ser: la total exageración, cual si de un videojuego se tratara (lo que se agrava al final con esa delirante pedantería histórica que acaba resumida en un pendrive con estrellitas)

LO MEJOR: Es un vehículo de lucimiento para su protagonista principal, por lo que sin duda sus fans quedaran contentos y satisfechos en ese aspecto. Asimismo es un film coherente dentro del estilo de su director, por lo que podriamos decir que esta película no engaña a nadie: los fans de Besson saben lo que esperar de él en un título así.

LO PEOR: Si Michael Bay se excede (la duración de sus películas de los Transformers supera con creces las dos horas de forma innecesaria) esta Lucy puede dejar insatisfecho y saber a poco, siendo demasiado escuetos sus 90 minutos para la trascendencia de algunas de sus pretensiones.


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