miércoles, 16 de enero de 2019

DAREDEVIL: EL BLUFF DEL HOMBRE CIEGO y CUSTODIA COMPARTIDA

Muchas veces he citado a Daredevil como uno de los personajes de Marvel que más me gustan, por lo que os podreis imaginar la ilusión con la que me cogí este tomo de la biblioteca, siempre con la esperanza de un comic a la altura de este superhéroe. ¿Expectativas altas? La verdad, te anuncia tanto la portada como la contraportada que por allí estarán Elektra (mujer fundamental para este personaje) y Spider-Man (mi otra gran preferencia en esta editorial) y te emocionas. Y cuando lo lees... pues la verdad, NO sería malo (lo dejamos en entretenido) pero sin lugar a dudas te deja con esa sensación de que manejando elementos realmente buenos tan solo ofrece resultados pasables.

Quizás también me influye leer esto sin haber leido lo previo, ya que hubo un tiempo en que esa identidad dual de este personaje eran tan conocida como la del Spider-Man post-Civil War, pero parece ser que ha habido una "voltereta" argumental (¿algún Mefistazo?) en la cual ahora parece que ninguno de los personajes antes citados la conocen (ni el resto del público)

Teniendo en mente algunas de las aventuras más icónicas de Daredevil puede sonar algo extraño que por ejemplo Elektra o Spider-Man no sepan esa dualidad, cuando la misma ha dado para comics bastante destacados, pero asumiendo que en esto de los superhéroes en ocasiones se tienen que hacer filigranas para lograr la atención del lector, uno las deja pasar si en compensación el resultado cumple. Y con esa ilusión te encuentras un primer arco argumental donde se juega con una hipotética descendencia entre Matt y Elektra en una cortina de humo que al final se queda en nada. Tras esa trama en dos números, los dos siguientes son esa especie de crossover con Spider-Man que se resuelve de manera eficaz (aunque para nada meritoria), siendo esa discreción extensible al anual con el retorno de Eco y como villano a Klaw, en el cual resultaría facil detectar algunas incongruencias en el planteamiento, que al igual que el resto de historias peca de final precipitado. Como complemento a dicha sensación la última historia, una breve de Roger McKenzie, se resuelve tan anecdóticamente como todo lo que la precede. 
Es indudable que la revista satírica El Jueves me ha servido para que haya conocido y conozca algunos de los mejores humoristas que tenemos en este pais, como también ocurre en el caso de esta Custodia compartida, en la que su autor (Pablo Velarde, con el seudónimo de Judas) nos ofrece un personaje cínico que bien podría ser heredero de la clásica Mafalda, para poder hablarnos de un tema tan delicado como la forma de afrontar por parte de la joven Custodia, la niña protagonista, el hecho de la separación de sus padres.

Nuestra joven heroina representaría a ese tipo de infancia que muchos hemos conocido (o que incluso hemos vivido en nuestras carnes), en la que para asumir esas situaciones a las que se enfrenta ha tenido que madurar antes de tiempo, siendo común que sus comentarios destilen acidez, dando la imagen de ser impropios de su edad. De todas maneras dicha aparente mala leche inicial queda matizada cuando vemos a lo que se enfrenta por parte de unos padres que no se soportan mutuamente, dando lugar a situaciones muy hilarantes.

De entrada lo que llama poderosamente la atención es ese caracter totalmente contrapuesto de sus progenitores: mientras que su padre sería un hippy naturista y vegano, su madre representaría esa típica aprovechada cuya mayor alegría en este mundo consiste en fastidiar en todo lo posible a su exmarido, estrujarle para sacar de él hasta el último céntimo, pero al mismo tiempo saciando sus apetitos sexuales con todo tipo de candidatos. Ambos admiten querer a la hija que tienen en común, pero en casi todas las ocasiones predominan esa guerra fraticida que hay entre los dos, provocando que Custodia luche con sus propias armas (sobretodo mucho cinismo y esa perspicacia tan madura para su edad) al verse enmedio de un conflicto no deseado, pero sabiendo jugar sus cartas para beneficiarse en todo lo que pueda de ambas partes. Este tomo recopila todas las páginas de esta serie que salieron editadas en la revista El Jueves entre 2011 y 2014, lo que permite la lectura continuada y asegura la simpatía del lector ante la forma tan acertada de su autor para realizar humor de temas en ocasiones delicados, que en una recopilación como esta queda bien patente.

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