viernes, 11 de marzo de 2022

RED, la problemática adolescencia según PIXAR (crítica sin spoilers)

Debido a la pandemia mundial del Coronavirus los estrenos de Pixar de 2020 (Soul) y 2021 (Luca) no llegaron a estrenarse en cines, sino que fueron directas a la plataforma de streaming Disney Plus, lo cual fue una lástima porque el portentoso trabajo visual de la productora del flexo perdía parte del encanto de poder verlo en una sala de cine (otra cosa sería la calidad de las películas citadas, siempre según la diferente valoración de cada espectador) Parecía que eso ya no sucedería con esta Turning Red, traducido en España por un escueto Red... pero como "no hay dos sin tres", su destino ha sido el mismo por más que en inicio tenía que haber llegado a los cines. Dirigida por Domee Shi, sería su debut con este largometraje (tras haber sido la responsable del corto Bao que acompañó en su estreno a la película Los Increibles 2), centrándose aqui en el problemático tránsito de la infancia a la adolescencia. 

La protagonista de esta Red es Mei Lee, una adolescente de 13 años y de ascendencia chino-canadiense, que vive en el Toronto de 2002 (lo que se representa en múltiples detalles, como por ejemplo los por entonces muy populares tamagotchis) En ese tramo de la pubertad digamos que Mei-Mei (como la llaman cariñosamente sus allegados) está en ese dificil momento en el que ya no es una niña pero aún no es una mujer, circulando el relato por esa dicotomía entre la búsqueda de su propia identidad (con sus amigas y sus aficiones) frente a una familia más bien conservadora.

Igual debido a que ya no soy el público "potencial" de una película como esta (soy hombre y tengo 47 años), la cuestión es que en cuanto me quedó claro que los personajes principales circulaban por ese tramo de la vida también conocido como "la edad del pavo" no conseguí conectar emocionalmente con la protagonista, aún comprendiendo que es un periodo por el que muchas han pasado con situaciones más o menos similares a las que se reflejan en esta película. Eso se hace evidente en el objetivo final de Mei y sus amigas: conseguir asistir a un concierto de una banda de pop genérica de esas formadas por unos chavales más o menos majos que poco importa si "cantan" mejor o peor, porque lo esencial es que revolucionen las hormonas de esas niñas recien llegadas a la adolescencia. Lo gracioso, o relativamente novedoso, de esta propuesta sería en utilizar la metáfora del color rojo (red en inglés) como representación de la menstruación femenina (ya es un avance que algo así se cite en un film de Pixar), haciendo de ella algo así como una representación antropomórfica con el aspecto de un panda rojo, que es el elemento visual más llamativo de esta película.

La justificación para dicho animal (anclada en el pasado de la familia) se me hizo más interesante, por el lógico interés que levanta todo lo oriental, pero lamentablemente es una línea argumental secundaria, centrándose el relato primero en la extrañeza inicial de Mei-Mei ante su inesperada transformación y luego el posterior partido que le saca al tema, en un relato de esos de autodescubrimiento personal bastante esquemático y poco sutil. Derivado de la pasión por el anime de su directora, a nivel visual se ven muchos detalles diferenciadores respecto a la tónica habitual de Pixar, a lo que sumar otros como la rotura de la cuarta pared, que en conjunto funcionan correctamente a la hora de otorgar un toque personal a Red. Pero lo mejor es sin duda ese entrañable panda rojo en el que se transforma Mei-Mei cada vez que no controla sus emociones, que irónicamente dentro de la propia historia genera su particular merchandising, siendo el verdadero protagonista de este film, quedando sus personajes adolescentes trazados con estereotipos genéricos y los adultos (en teoría más interesantes) en meros esbozos que dejan con las ganas de un mayor desarrollo.
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