lunes, 26 de agosto de 2024

EL CUERVO (2024), reboot innecesario y olvidable (crítica sin spoilers)

Hay películas malditas, y una de ellas es sin duda El cuervo, film de Alex Proyas estrenado en 1994, que significó la obra póstuma de su actor protagonista, un Brandon Lee (hijo del famoso Bruce Lee) que murió a pocos días de finalizar su rodaje, debido a un disparo de una pistola que no tenía que haber tenido munición real. Ese triste hecho aupó dicha cinta a película de culto, logrando que quedara ligada en el imaginario colectivo al fatídico destino de su protagonista, y pese a que la franquicia continuó, ninguna de sus secuelas (incluso tuvo serie de televisión) logró un éxito semejante.
 
En su momento vi de estreno la película, y era realmente destacable como lograron finiquitar la producción, pese al fallecimiento de su actor protagonista, usando el ingenio en una época en la que aún no se podían hacer con efectos visuales cosas como a las que hoy en día ya estamos acostumbrados. En cuanto a la película en si, era sin duda alguna bastante destacable, y se convirtió por méritos propios en uno de los títulos más emblemáticos de su década, algo que su director (Alex Proyas) consiguió también con la posterior Dark City en 1998, un claro preámbulo a la exitosa Matrix de 1999.
 
Como para el Hollywood de hoy en día TODO puede tener un remake, reboot o como lo quieran nombrar, 30 años después del film original (y después de todo tipo de posibilidades que se evaluaron a lo largo de los años, tanto para protagonizarla como para dirigirla), llega ahora esta nueva adaptación del cómic de James O'Barr que protagoniza Bill Skarsgard (el temible payaso Pennywise de las dos entregas de It de Andy Muschietti) y dirige Rupert Sanders (entre cuya filmografía están títulos como Blancanieves y la leyenda del cazador o Ghost in the shell: El alma de la máquina) El responsable de la película de 1994, Alex Proyas (que en lo que llevamos de siglo sólo ha estrenado tres películas: Yo robot, Señales del futuro y Dioses de Egipto), fue de los primeros en quejarse de este remake, comentando que la cinta original, que él dirigió, sería para siempre el legado de Brandon Lee, sin que hubiera necesidad de nuevas versiones.
 
Una vez vista cabe preguntarse que aporta un producto mediocre como este, en donde lo único ALGO reseñable sería un villano de puro estereotipo, aunque interpretado por un actor con solvencia como es Danny Huston, que lamentablemente parece haberse visto ya encasillado en este tipo de papeles, como les ocurre a otros actores como Christoph Waltz y Mads Mikkelsen. Entre los handicaps más evidentes de esta nueva adaptación del cómic de James O'Barr está la cuestionable decisión de dedicar su primer tercio a narrar como se conocen y enamoran la trágica pareja protagonista formada por Eric Draven (con un Bill Skarsgard que pretende ser intenso pero más bien se queda en pasmado) y Shelly Webster (a cargo de una FKA Twigs, que hace recordar aquello de "los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él", ya que sus capacidades interpretativas dejan bastante que desear) Ese primer tramo alcanza unas cotas de cursilería que ponen en serio peligro la paciencia del espectador, a la espera de que la cosa se anime con la tragedia en ciernes.
 
Cuando les pasa lo que previsíblemente les tiene que pasar, uno esperaría que la cosa mejorara, pero si la pareja principal tiene más sombras que luces en como están planteados sus personajes, el resto del elenco resulta puro cliché, de tal forma que ninguno de los villanos de los que paulatinamente irá dando cuenta tiene ni un solo detalle que los haga dignos de mención, con la única excepción del malo principal, el antes indicado interpretado por Danny Huston, en donde el actor le aporta algo del interés que el guion le resta. Es en su último tramo donde la sangrienta escena de la opera demuestra un brío, una energía y un salvaje gozo por la violencia que a uno le sabe mal que eso mismo no se hubiera repartido por los 111 minutos de este remake, que no es que sea malo (que lo es) sino que directamente se podría tildar de olvidable. Quizás han intentado algo diferente, pero el problema es que ni sus desarrollos narrativo y visual (su Eric Draven recuerda al nefasto Joker de Jared Leto) consiguen que la cosa destaque salvo por momentos puntuales.
 
CALIFICACIÓN: Mala (1/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 30 de agosto de 2024.
  • Galería de posters por este enlace.

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