Si hace poco me leía el comic Polly y los piratas por su dibujante (Ted Naifeh), siguiendo con otras obras de este mismo autor le ha tocado el turno a los dedicados a Courtney Crumrin, y compuesto (del 1 al 4) por Courtney Crumrin y las criaturas de la noche, Courtney Crumrin y la asamblea de místicos, Courtney Crumrin en el reino del crepúsculo y Las monstruosas vacaciones de Courtney Crumrin. En estos 4 títulos Ted Naifeh trabaja como autor completo en unas historias a medio camino entre Buffy Cazavampiros y Harry Potter, pese a que son detectables otras similitudes con el género fantástico y de terror más clásico.
La protagonista de estos comics es la mencionada Courtney Crumrin, a la que nos presentan como a una pre-adolescente que se traslada con sus padres al barrio de Hillsborough, lo cual viene motivado porque los progenitores de nuestra protagonista no pueden mantener su hogar en alquiler, por lo que se aprovechan de la oportunidad de poder disponer de forma gratuita de toda la planta baja de la mansión de Aloysius Crumrin, tio de Courtney.
El cambio de domicilio significará también el inicio del proceso de madurez de nuestra joven protagonista, ya que su hosco y reservado caracter hace que vaya congeniando bastante con su inquietante tio (a tono con la mansión donde vive), lo que le llevara a que Aloysius le abra progresivamente las puertas de sus secretos, de forma especial en las artes arcanas. Pero lo que en inicio parece abrir un tremendo y atractivo abanico de posibilidades se descubre bien rapidamente como algo tan tenebroso como desagradable que hay que manejar con extrema precaución. El caracter rebelde e introvertido de Courtney chocará con el de su muy taciturno tío, si bien tambien servirá para estrechar lazos, en unas historias en blanco y negro en las que de nuevo destaca el apartado gráfico de Naifeh, que en algunos momentos me llevó a recordar a Mike Mignola (el creador de Hellboy) a la hora de recrear los detalles más tenebrosos de las entretenidas historias de estos cuatro comics.
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No negaré que nunca he tenido un perro aunque si las ganas de tenerlo, pero que por diferentes factores nunca han fructificado. Es por ello que ahora que parece tan usual hacer comics hasta de tus mascotas siempre me resulta gracioso cogerlos de la biblioteca para leerlos, labor que además suele ser bastante rápida.
Mi vida con Mochi es exactamente eso, un comic sobre las monerias del perro que da título a esta obra, un ejemplar de raza carlino (una que también admito que me ha llamado siempre la atención de cara al hipotético caso de que yo tuviera una mascota así) La autora de este comic, Gemma Gené, nos hace un pormenorizado repaso de la historia del citado Mochi, en el que lo mismo entra la alimentación del animal o como es su comportamiento tanto con ella como con otras personas. En ese sentido tengo que admitir que me han hecho bastante gracia detalles de Mochi que sirven para mostrarlo como egocéntrico y caprichoso, aunque en el caso de esta obra en cuestión he encontrado un exceso de cursileria en algunas de las anécdotas mencionadas.
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Hay algunos artistas a los que uno normalmente tiene asociados al género en el que se han hecho más famosos; pasa con los actores y directores y también pasa en el mundo del comic con los dibujantes. En el caso de ¡Universo! su creador es Albert Monteys, a quien he seguido de forma más o menos continuada por su trabajo en el género del humor, por lo que levantó mi curiosidad este comic en cuanto lo ví entre las novedades de la biblioteca.
Cabe indicar que estamos ante la edición física de un (en origen) comic digital que se pudo leer desde la plataforma Panel Syndicate, aunque esta edición de Astiberri resulta tan notable como un trabajo como este se merece. Porque con esta obra nos acercamos a un ¡Universo! de ciencia-ficción realmente amplio e imaginativo, con algunas ideas y giros argumentales que aunque no se puedan tildar de novedosos, si son desarrollados aqui como jamás me hubiera imaginado. Este volumen recopilatorio lo conforman cinco historias que amalgaman todo tipo de elementos usuales de la ciencia-ficción pero que aqui son expuestos casi como si los vieramos por primera vez, al llevar a cabo una magnífica mezcla entre lo usual y lo extraordinario (para lo cual sirve de ejemplo la primera historia, ambiciosa en pretensiones y al mismo tiempo normal y corriente en su origen)
En resumen este comic demuestra bien a las claras el enorme aprecio que le profesa Albert Monteys a la ciencia-ficción, y aunque en algunos momentos quizás la encontré demasiado profunda, la cotidianidad con la que desarrolla estas historias en origen independientes (pero a su vez relacionadas entre si) resulta asombrosa, destacando lo que plantea en la primera y en la quinta, pero con resultados sin duda alguna notables a lo largo de todas ellas. ¡Universo! fue nominada a un premio Eisner al mejor comic digital, pero aunque no ganó hay que descubrirla para darse cuenta de que fue un mérito más que merecido.
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Sea mejor o peor (aunque para el caso no me puedo quejar) siempre es una grata satisfacción el poder leer COMPLETA y EN ORDEN una serie de comics, y todo ello en apenas casi un año. Y lo digo por la serie de la que gozó la Bruja Escarlata, de la cual ya me he leído su tercer tomo (por aqui la reseña del primero y por aqui la del segundo) con el cual se finiquita y deja el futuro de la protagonista de nuevo en la alineación de los Vengadores.
Si el primer tomo se podría considerar una introducción a un personaje bastante secundario (de ahi que quizás esta serie no haya obtenido el éxito esperado y finalice con tan solo 15 números) mientras que en el segundo asistiamos al desarrollo de lo planteado, este tercer tomo finiquita las tramas abiertas. Coincidiendo con los previos en números incluidos (todos han tenido cinco) en este caso asistimos al ¿final? de la búsqueda de sus orígenes de la protagonista principal (a lo que me refiero entre interrogantes siempre teniendo en cuenta que la retrocontinuidad de los comics de superhéroes puede variarlo en un indeterminado futuro)
Quizás uno de los mayores handicaps que ha tenido esta serie ha sido el baile de dibujantes, lo que le resta fuerza de cara al lector, que en cada nuevo número tiene que aclimatarse a un nuevo apartado gráfico (si bien se puede justificar como notable decisión para mostrar el caos emocional en el que vive la protagonista) Pero tengo que admitir que ahora que el "viaje" ha concluido, el resultado final sería satisfactorio, dejando bastante claro el nuevo "origen" de la Bruja Escarlata (que se supone que será canónico hasta que se vuelvan a meter con el tema) con unos emotivos reencuentros entre ella y personajes de su (nuevo) pasado, destacando por su acertado cinismo el de Agatha Harkness, usado como "alivio cómico" de forma coherente, sin en ningún momento parecer algo forzado.
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