La saga cinematográfica de Transformers no es que sea muy destacable, pero si que ha resultado muy rentable. Quizás el mayor problema estaba en un omnipresente Michael Bay que se encargó de las cinco primeras películas, haciéndose palpable con la última que la cosa ya no daba para más. Pero mira tú por donde que se sacan de la manga un spin-off para Bumblebee, donde afortunadamente Bay ya no es el director, sino un tal Travis Knight... y consigue la que bien podría ser la mejor película de la franquicia (hasta aquel momento) ¿Puede ser que lo que necesitaban los Transformers era a otros directores que no fueran sólo Michael Bay?
Como sin duda siguen siendo muy rentables estos robots para la juguetera Hasbro, se decidió darles un margen de descanso (tampoco no mucho: cinco años desde la más reciente) y ahora se estrena la que sería séptima entrega de la franquicia en cines, bajo la batuta de Steven Caple Jr. (en cuyo historial como director ya consta otra secuela de una extensa saga: Creed 2) En el reparto de esta película no constan nombres conocidos (más allá de que alguno pueda apuntar a quizás tener un futuro en el mundo del cine, como pasó con Shia LaBeouf y Megan Fox en las primeras)... pero seamos claros: lo que más le interesa al público de un film como este son los robots, lo que deja a los humanos en un evidente segundo plano.
Pese a todo, aunque en un nivel secundario, si reconocí a la actriz Luna Lauren Velez, a la que conocí cuando interpretó a la teniente Maria LaGuerta en la serie de televisión Dexter, y que también le puso voz en la versión original a la madre de Miles Morales en la reciente Spider-Man: Cruzando el multiverso. El resto estaría en los actores que dan voz a algunos de los robots que aparecen durante la película, siempre en su versión original, en la que Ron Perlman interpreta a Optimus Primal (el robot con pinta de gorila), Peter Dinklage a Scourge (el robot villano) o Michelle Yeoh como Airazor (el robot con pinta de águila) Como curiosidad cabe también citar que esta película se podría tildar como secuela de Bumblebee, al hacerse una mención indirecta que recuerda lo acontecido en aquel film; así como un guiño simpático hacia Marky Mark (la película está ambientada en 1994), que era el nombre comercial que tenía Mark Wahlberg en sus inicios (recordemos que el citado actor fue protagonista en la cuarta y la quinta entrega de esta franquicia, tituladas respectivamente La era de la extinción y El último caballero)
A nivel básico se supone que los robots protagonistas de Transformers serían los Autobots (los buenos) liderados por Optimus Prime y los Decepticons (los malos) liderados por Megatron. De estos últimos no hay en esta película (si es que pretenden darle una línea argumental coherente a toda la franquicia hasta el momento), por lo que los villanos aquí serían los Terrorcons (que con ese nombre ya queda evidente lo que reparten por donde pasan) y los Predacons. Por su parte en el lado de los buenos se añaden los Maximals, que sería el nombre de los Transformers con formas de animales, y que resultan la novedad visual más destacable. Por el lado de los Autobots cabe destacar también las prestaciones de Mirage, que como bien indica su nombre original en inglés (la traducción sería Espejismo), puede realizar copias de si mismo o de lo que quiera, pese a que la personalidad que le dan resulta en algunos momentos un tanto insufrible. El otro aspecto más reseñable de la película, en especial para los fans, sería el detalle que da la última escena, en la que se sugiere algo así como un futuro crossover con otra popular franquicia juguetera de Hasbro que ya probó suerte en los cines.
Pero en si, ¿merece la pena esta película? Pues depende: a los fans de esta franquicia probablemente les guste, y como mínimo hay que reconocer que la multitud de robots que aparecen por pantalla son aquí más reconocibles que en algunas de las perpetradas por Michael Bay, donde en algunos momentos no te quedaba claro cual era cada uno (de hecho los Maximals se queda uno con las ganas de que les hubieran dado más cancha, porque son los que más lucen) Por lo demás todo se mueve por un argumento tan simple como el funcionamiento de un chupete: hay un misterioso objeto de vital importancia que buscan los Autobots por un lado y los Terrorcons por otro, con el cual se puede convocar a un tal Unicron, que sería el equivalente en este universo a lo que es Galactus en los comics de Marvel. Entremedio de la lucha de ambas facciones se meterán dos humanos, Noah y Elena, que vendrían a simbolizar al ciudadano medio de Brooklyn, pero que en esencia serían dos personajes esquemáticos que había que rellenar con alguien. En resumidas cuentas: una secuela simplona y poco memorable, que sin su parafernalia visual resultaría un tanto mediocre.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 9 de junio de 2023.
- Galería de posters por este enlace.
1 comentario:
En efecto, mejor o distintas que las de Michael Bay desde el punto de vista argumental, algo más fieles a los cómics, con mensaje ecologista, no obstante,
me centraré en una cuestión técnica acerca de este tipo de cine, que, desde mi punto de vista, es casi irrelevante proyectarlo en gran pantalla como verlo
en el televisor del salón; y es en el montaje y la fotografía.
El montaje si es demasiado rápido, que condensa demasiadas acciones en un tiempo limitado, genera en el espectador sensación de confusión y de hastío porque la película e vuelve plana y pierde valor.
Asimismo, la fotografía, si no tiene planos destacados, profundidad o relevancia en personajes, también hace irrelevante la producción. No quiero con ello infravalorar este tipo de cine, pero conviene centrarse más en la historia y menos en calzar un montaje acelerado en el tiempo limitado que nos
permite la productora.
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