Que Disney es un mastodonte del entretenimiento es algo indudable, y sobretodo desde que aparte de su propia marca (y la colateral Pixar) se adueñó de Marvel y Star Wars, pero igual están tentando un poco a la suerte, y al final el público puede darles la espalda (cosa que ya ha pasado en algunos proyectos), aunque luego a nivel más general. Esto viene a colación por su actual política de masivas versiones en acción real (live-action) de la gran mayoría de sus películas de animación, y por secuelas apañadas en pocos meses para ser películas, cuando su origen inicial era haber sido serie de televisión, estando Vaiana (o Moana según el país donde se estrene) en ambos grupos.
En el momento en que escribo estas líneas se está rodando el live-action de la primera entrega (con Dwayne Johnson poniendo cuerpo a Maui, al que hasta ahora sólo había prestado voz), de cara a un hipotético estreno para 2026, justo una década después de la llegada del film animado original, marcando récord de menor tiempo entre una versión y la otra. Y al mismo tiempo se estrena esta secuela, de la que hace apenas unos meses se supo de su existencia, ya que en principio estaba orientada a ser serie televisiva.
Eso se hace evidente en un producto final entretenido lo justo, pero en esencia resuelto de forma funcional, aunque dejando los flecos suficientes abiertos como para tenga una nueva entrega o bien futuro en el formato que sea (igual, entonces si, serie)
En esta nueva aventura la protagonista se embarcará al rescate de una mítica isla hundida por un malvado dios, que sería el nexo de conexión para poder contactar con otras tribus. En ese periplo Vaiana estará acompañada por el cerdito Pua y el atolondrado pollo HeiHei, a los que se sumarán tres personajes nuevos: un venerable granjero llamado Kele, una ansiosa diseñadora de barcos llamada Loto y un narrador de historias llamado Moni, que además es absoluto fan de Maui. Este también se sumará al grupo de exploradores comandado por Vaiana, pero lo hará ya avanzada la acción, dejando con la sensación de que se desaprovecha la química establecida entre él y la protagonista en la primera película. Y es que ninguno de los tres personajes nuevos que he mencionado tiene una especial trascendencia, siendo inevitable pensar que hubieran sido más desarrollados en la hipotética serie que era esto en inicio, pero que se quedan como meros figurantes funcionales y asépticos en la secuela que al final ha acabado siendo.
En contraste la incorporación de una simpática hermana pequeña para la protagonista, que responde al nombre de Simea, está mejor resuelto y logra provocar la ternura para la que fue creada, logrando conseguir del espectador más emociones que los nuevos miembros de esta aventura de Vaiana. Incluso la reaparición de los Kakamora, y el viraje que se les da a estos personajes (atención al denominado Kotu), deja con la sensación de quedar en un mero esbozo lo que en serie podría haber tenido un desarrollo más acorde. Asimismo a nivel musical el resultado en esta secuela también se nota inferior: las canciones de Abigail Barlow y Emily Bear son correctas, pero falta una que esté al nivel de la de How far I'll go (¿Que hay más allá? en su versión española) o el resto de las de Lin-Manuel Miranda para el film precedente. La escena entre los títulos de crédito finales sirve para dejar las puertas abiertas para más historias, pero la simple corrección del resultado final de esta secuela no levanta de momento la ansiedad por verlas.
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 29 de noviembre de 2024.
- Galería de posters por este enlace.
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