Algunas veces se estrenan películas pequeñas un poco de tapadillo, sin mucha publicidad, pero que sorprenden y se convierten en inesperados éxitos de taquilla, que fue lo que sucedió en 2016 con No respires, del director Fede Álvarez. Para aquellos que la hayan visto sabrán que la premisa argumental era simple, los actores implicados unos pocos y el escenario de acción bastante acotado, pero el resultado fue realmente sorprendente, en especial por el personaje al que daba vida el actor Stephen Lang. Ahora nos volvemos a reencontrar con él, que pasa de ser el (relativo) villano de la anterior entrega para convertirse aqui en algo así como el anti-héroe justiciero protagonista de esta secuela, en un giro un tanto forzado logrando que la suspensión de incredulidad del espectador siempre esté al borde del abismo, ya que empatizar con el ciego al que encarna Lang puede costar un poco.
De entrada hay que indicar que no existen nexos de unión entre esta película y la anterior, más allá de la presencia del personaje encarnado por Lang, de tal forma que resulta innecesario ver el film anterior más allá de que sirva para "comprender" un poco las motivaciones de su protagonista en el tramo final de este. No respires 2 está dirigida por Rodo Sayagues, amigo del director de la previa (Fede Álvarez) y con el que ya colaboró en el guión de la misma, siendo ahora él quien debuta en la silla de dirección; algo evidente desde su primera escena, claro homenaje a como comenzaba la anterior, pero que aqui se convierte en la primera incongruencia del guión.
Y es que cuando luego hay un salto temporal de ocho años, el aspecto de los personajes implicados ¡no ha variado para nada!, siendo ahi donde el espectador atento tuerza un poco el gesto en señal de contrariedad. Pese a ello hay que alabar el funcional ritmo de la película en los dos actos principales de los que consta, siendo el primero el que sirve para hacernos recordar al film precedente al situar a su protagonista en una vieja casa dentro de la cual hay unos asaltantes con unos propósitos nada halagüeños. Pero si en la anterior película de 2016 teniamos que empatizar con los ladrones protagonistas, sobrepasados por un invidente con unas capacidades portentosas; en esta ocasión los ¿buenos? motivos serían los del ciego al que encarna Lang, mientras que los que invaden su hogar el desarrollo de la historia se esfuerza mucho en que causen el desagrado del espectador de una forma bastante maníquea.
Eso nos lleva a que destaque el carisma del personaje principal (todo sea porque el resto son malvados y rastreros), que se sustenta sobretodo en el trabajo de Stephen Lang, que sabe mostrar el lado atormentado pero ahora emocionalmente vulnerable de su invidente protagonista. Dicho cambio de talante se debe al nexo de unión que le dan con el personaje de Phoenix, encarnado por la joven actriz Madelyn Grace, que resulta ser la causa de sus desvelos pero también el motivo del asedio inicial (aunque de nuevo con una explicación posterior que resulta otra vez bastante forzada para hacerla creible y coherente) Pese a todo no deja de ser una escueta justificación para el contraataque final del rudo invidente, con un giro irónico entre los dos escenarios en los que se mueve la historia, donde digamos que se vuelve a demostrar que el perro es el mejor amigo del hombre... aunque en principio no lo parezca.
Como resulta previsible la venganza será implacable (cuando tiene que ser bruta, esta secuela sin duda alguna que es muy bruta), pero al final toda la verdad saldrá a la luz con resultados dramáticos, siendo ahi cuando se muestran coherentes las motivaciones del ciego para hacer lo que hizo respecto a como nos presentaron a su personaje en la cinta previa. Otra cosa son la banda de villanos contra los que se enfrentará, que en un principio nos hacen creer que son cierto tipo de traficantes pero que luego se desvelan motivos más personales (e incoherentes) hasta que luego al final se hace una mezcla entre ambos conceptos de manera de nuevo forzosa, aunque funcional respecto a las aspiraciones de este film. Y es que no estamos tan lejos de las cintas de acción con la venganza como eje principal, que hace años pulularon por la cartelera de los cines y los videoclubs; por lo que evaluada así digamos que se deja ver sin mayores pretensiones.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 24 de septiembre de 2021.
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Reencontrarnos con el personaje de Stephen Lang, que sustenta sobre su carisma (y sus hombros) todo el peso de esta secuela, que más o menos resulta aceptable en su funcional metraje (98 minutos), aunque careciendo del factor sorpresa de la anterior.
- LO PEOR: El guión plantea evidentes incongruencias argumentales, giros algo forzados y villanos en exceso maníqueos, que dejan muchas veces al espectador con la suspensión de incredulidad al borde del abismo.