Este año 2016 ha tocado el XXII Salón del Manga de Barcelona y, como suele ser habitual, he asistido al mismo. De todas maneras he de entonar el "mea culpa" porque reaccioné tarde a la hora de solicitar acreditación por este blog (como he hecho en varias ocasiones anteriores) por lo que cuando me vine a dar cuenta las mismas ya estaban cubiertas y además las entradas para los dos primeros días estaban agotadas.
Al final compré mi entrada por internet para ir el lunes 31, con la idea de intentar conseguir la firma de Junji Ito, que era el invitado de Ficomic y ECC. Dicho autor es, bajo mi humilde opinión, un gran maestro en el manga de terror y junto con Hideshi Hino los tengo catalogados como aquellos con los que más he disfrutado (aunque siempre estoy abierto a recomendaciones) De Hino conseguí firma en 2010 y ahora tenía la ilusión de lograr también la de Ito, pero aunque los del stand de ECC montaron el tema de las firmas de una manera similar a como se hizo con Frank Miller en el Salón del Comic de este año (no me quejaré de ello), no pude conseguir firma porque después de estar 40 minutos en la supercola de entrada (de tantísima gente que había para mi que se podian dar tres o cuatro vueltas al Palació de Congresos donde se celebraba) cuando por fin pasé y cual si fuera Flash me disparé al stand, me encontré con la decepción de que me dijeran que el último ticket para firma lo habían dado hacía 5 minutos.
Cabe citar que siempre he sido defensor de ambos autores, y de que todo lo que tienen disponible por las bibliotecas de ambos ya me lo he leído, pero mientras que de Hideshi Hino eso coincide con todo lo editado en España (a menos que me equivoque, aunque creo que no), en el caso de Junji Ito no es así, y ya he sugerido yo varias veces la adquisición de obras inéditas en el catálogo tales como El muerto enfermo de amor, Frankenstein, Hellstar Remina, Punzadas de fantasmas o la serie Relatos terroríficos de la cual, en el momento en que escribo esto, tiene editadas cuatro entregas.
Pero no todo se centra en estos dos autores, este año he ido a ver El niño y la bestia y su novela espero leerla en breve porque ya está disponible en las bibliotecas (y la ví en este Salón del Manga) También ví que ya está editado en este pais otro llamativo manga: Parásito, cuya película me gustaría ver, y del que también sugeriré su compra, aparte de intentar recuperar Ataque a los titanes por orden (el problema de leer las cosas serializadas de la biblioteca, que en otras veces ya he citado por este blog) o, lo que me dió más rabia, perderme la oportunidad de haber visto el domingo en este Salón la película del manga I am a hero, uno de los más recientes que sigo y disfruto (ahora toca esperar a su estreno en cines)
Hay que reconocer el mérito de montar un Salón del Manga que cada año creo que es mayor que el previo, y son tantas las actividades con las que uno puede disfrutar (aunque algunas totalmente colaterales a de lo que en si es este evento) que, como os podreis imaginar, en mi caso fueron tan solo unas pocas al haber ido tan solo un día. De todas maneras reconozco que no viví aglomeraciones como en otras ocasiones, por lo que parece que estuvo más controlado el flujo de público, y aunque logicamente habia gente (Y UN BUEN MONTÓN) la cosa nunca acabó en agobios y apretujones. De entre todo lo que había yo me decanté más por exposiciones y actividades lúdicas, pero como no me gustaría destacar unas por encima de otras, os recomiendo pasar por la web de Ficomic dedicada a este evento donde teneis (en el menú de la columna de la izquierda) opción de ver todo lo que hubo.
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