CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 12 de septiembre de 2025.
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
Con esta Elio se le podría decir a Pixar aquello de "quién te ha visto y quién te ve" o "de lo que llegaste a ser a cómo te has quedado". En otros tiempos cualquier producción de la compañía del flexo lograba críticas elogiosas y récords de taquilla, pero desde 2020 con Onward (y luego el posterior estreno directo en la plataforma Disney Plus de Soul, Luca y Red debido a la pandemia del Coronavirus), el entusiasmo crítico ha bajado y el público ya no responde como antes.
Más allá de la calidad por separado de cada uno de los títulos citados, aún siendo evidente que ya no rozan la excelencia como antes, las cosas no mejoraron tras volver a estrenarse sus películas en cines, ya que Lightyear (que no alcanzó las expectativas que tenían en ella) y Elemental (a la que también le costó llegar a unos resultados como mínimo correctos en cuanto a taquilla) no pasaron de ser unos meros entretenimientos, sin la grandeza previa.
La cosa parecía que había remontado con Del revés 2, que logró unas mejores críticas y recaudación que los títulos previos, pero siendo una secuela (lo cual le resta el aliciente de lo original). Pero este 2025 con Elio han tenido los peores resultados en taquilla de ningún estreno ya desde su mismo inicio, logrando apenas 20 millones de dólares en su llegada a la cartelera americana.
Contando que ha tenido una campaña de marketing bastante pobre (al igual que la propia Disney ha hecho este mismo año con su remake de Blancanieves), la sensación que deja es la misma que con el film con Rachel Zegler y Gal Gadot: vamos a estrenar lo que al final nos ha quedado y que sea lo que Dios quiera. En este caso parece ser que media un abismo entre lo que en origen era esta película y lo que al final ha acabado siendo, por políticas internas de la propia Pixar que han desposeído a Elio de sus referencias más progresistas e inclusivas, hasta dejarlo en un simple producto complaciente y conservador.
De todas maneras, y siendo puntilloso, si uno le quiere "buscar los tres pies al gato" se podría entender el Comuniverso (esa especie de Naciones Unidas galácticas) como una metáfora del mundo LGTBIQ+, en el que todo es color, diversidad y aceptación, seas como seas. Por su parte la raza alienígena hostil se podría interpretar como los homofóbicos, ya que para ellos no hay lugar para nada salvo lo que ellos creen lo correcto, y el personaje de Glordon puede interpretarse como un miembro tolerante de su especie (¿se podría considerar LGTBIQ+?), pero que esconde sus sentimientos a su progenitor para no decepcionarlo. El final, sin spoilers, vendría a representar la aceptación de la diversidad.
Son detalles que podían prevalecer de la versión original de Adrian Molina, el primer director que tuvo esta película y que la abandonó por diferencias entre lo que él pensaba y lo que los directivos de Pixar querían. Su visión del personaje de Elio incluía un alma más latina, su pasión por la moda (de lo que queda tan solo esa capa que lleva más que nada porque sí), la defensa del medio ambiente y el póster de su ¿ídolo/crush? en su habitación. Pero todo eso se ha diluido por temor de Pixar a una recepción tan furibunda como la escueta escena (a lo sumo 1 segundo) del beso entre dos mujeres visto en Lightyear, y que exacerbó los ánimos de los beligerantes y ¿justificó? su relativo fiasco en la taquilla.
El resultado final no es malo, pero tampoco podríamos encumbrarlo como otros clásicos de Pixar. Vendría a resumirse en un protagonista que no consigue encajar con nadie, creyendo que si hay vida más allá de nuestro planeta, quizás los alienígenas sí lo acepten. Cual será su sorpresa cuando descubra al Comuniverso, una utopía alienígena fascinante en su apartado visual (ahí Pixar sigue asombrosa), pero en la que no se ahonda lo suficiente. Después vendrá una trama correcta y más o menos entretenida en la que digamos que confluyen diferentes conceptos argumentales (empatía, duelo, familia, el hecho de ser diferente y la inmensidad del cosmos) que no llegan a la altura visual de esta propuesta.
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5)
Después de ver Jurassic World: El renacer admito que mis reticencias previas eran entendibles, pero Gareth Edwards (responsable de la correcta Rogue One, de la floja Godzilla de 2014 y de la recomendable The creator) ha realizado una entrega que ni está entre las mejores, tampoco entre las peores, pero que sin duda alguna es entretenida.
La franquicia jurásica empezó con fuerza en 1993 con la primera entrega de Steven Spielberg, que también se encargó de dirigir la segunda (siendo a partir de ahí productor de todas las películas posteriores, incluida esta). En 2001 Joe Johnston se encargó de Parque Jurásico 3, que fue la más corta (92 minutos, récord que sigue manteniendo) pero que provocó tal decepción que la saga estuvo parada 14 años.
En 2015 se estrenó Jurassic World, englobada dentro del mismo universo y continuación de la franquicia, si bien también se podría haber tildado de remake encubierto. El éxito llevó a Jurassic World: El reino caido, dirigida por el español Juan Antonio Bayona, y en donde se abrió a nuevos escenarios, ya que hasta el momento todo había acontecido en islas.
La última entrega (antes de la presente) llegó en 2022, pero aunque el resultado final fue entretenido, Jurassic World: Dominion falló a la hora de presentar a los dinosaurios expandidos por todo el mundo, como dejaba insinuar el film previo, para centrarse en la unión de los personajes de la primera trilogía con los generados por esa, en una trama que daba demasiadas vueltas (de ahí que fuera, por contra, la entrega más extensa de la saga jurásica, 146 minutos).
Uno pensaría que con la historia (más o menos) cerrada, la franquicia acabaría ahí, pero como "poderoso caballero es don dinero", apenas tres años después llega Jurassic World: El renacer, que sirve para presentar nuevos personajes (aunque algunos sean meros arquetipos, o ni eso). En una nueva trama con un macguffin con el que moverlos (el ADN de los tres dinosaurios de mayor tamaño puede facilitar un medicamento que ayudará a la humanidad), los dinosaurios vuelven a escenarios selváticos porque no se adaptan a otros parajes de nuestro planeta.
Admito que esa premisa me parecía un giro cobarde para no mostrar la convivencia real entre humanos y dinosaurios, pero planteado como resultado del cambio climático provocado por el ser humano, resulta coherente. Con la excusa argumental antes citada se reúnen un grupo de mercenarios, encabezado por los personajes de Scarlett Johansson (que cumple un sueño que tenía desde pequeña cuando vio las películas iniciales) y Mahershala Ali (que, a falta de ser el nuevo Blade de Marvel, tiene al menos aquí otra franquicia exitosa), a los que se unirá una familia que se metió donde no debía.
El destino les llevará hacia otra isla donde Ingen (la empresa de John Hammond, el filántropo que lo empezó todo, interpretado por Richard Atthenborough en las dos primeras películas de Spielberg), tenía el departamento de I+D, en el que mezclaba alegremente los ADNs para crear dinosaurios cuanto más espectaculares mejor, aunque eso dio pie a aberraciones (de las que en esta franquicia ya ha habido varias) como el D-Rex, cuyo aspecto es una mezcla entre el T-Rex y el Alien de H.R.Giger, siendo la bestia más peligrosa de la presente entrega.El guion de David Koepp (que vuelve a la franquicia después de haberse encargado de los libretos de las dos entregas iniciales dirigidas por Steven Spielberg) recupera una escena ya presente en la novela original, pero que no se llevó a cabo. Aquí se realiza con esa familia que se metió donde no debía, huyendo en canoa por un rio de un feroz T-Rex, si bien el problema está en lo poco que importan los personajes, más allá de ser un momento tenso bien resuelto.
Si por algo se caracteriza esta Jurassic World: El renacer es sin duda por desprender nostalgia del Spielberg inicial (no sólo de las dos primeras películas jurásicas, sino también con guiños a Tiburón e Indiana Jones), a lo que añadir lo antes citado de Alien u otros clásicos como King Kong, sumado a referencias a Ray Harryhausen y en esencia a ese cine de aventuras de antaño, sólo que realizado con los medios actuales (180 millones de presupuesto ha costado este film, los cuales lucen en pantalla).
Su mayor hándicap estaría en algo ya habitual en esta franquicia: personajes endebles y poco desarrollados, lo que lleva a la total indiferencia del espectador cuando alguno de ellos desaparece (en la escena de la playa, por ejemplo, tuve que recapacitar unos segundos para caer en la cuenta de quién era la víctima del dinosaurio de turno). Y algo reiterativo: un villano codicioso por el que apostar cuanto tardará en morir.
Otro clásico presente en todas las entregas de esta franquicia es incluir personajes infantiles, en este caso una niña en el grupo familiar antes mencionado, que al menos no resulta tan repelente como otros críos de entregas previas (muchas veces me pregunto que tal hubiera estado la saga jurásica en manos de un director como James Cameron, que en su momento fue candidato para dirigir el film inaugural, y se hubiera decantado por un tono más adulto).
En resumen estamos ante una historia de supervivencia extrema (como ha sido tónica más o menos habitual en esta saga) con altas dosis de acción, en un entretenido guion orquestado en varios actos, pero que se muestra tan deudor del pasado como dejando la incógnita de por donde puede derivar en el futuro, en el que los dinosaurios vuelven a ser las estrellas principales y los personajes son mera hipotética carnaza para ellos... salvo los protagonistas.
Empiezo con un pequeño inciso: hace muchos años que conozco la película Basil el ratón superdetective de Disney, que fue estrenada en 1986 aunque yo no la vi hasta los noventa en video. Mi presunción (equivocada) era que la Disney la había hecho como homenaje para coincidir con el centenario de Sherlock Holmes en 1987 (la inicial Estudio en escarlata se había editado en 1887). Es gracioso porque lo que voy a decir incluso sale reflejado en sus títulos de crédito, pero no me he percatado de ello hasta ahora, ya que he aprovechado para revisar la película y descubrir la obra literaria que toma como base (que en esencia tienen poco en común).
Y es que Basil el ratón superdetective está basado en un cuento infantil de Eve Titus con ilustraciones de Paul Galdone del que desconocía por completo su existencia, hasta que hace unos días buscando al azar en el catálogo de las bibliotecas lo encontré, en una edición de Blackie Books de 2020, aunque la historia vio la luz en 1958. Pese a que al popular Sherlock Holmes lo han interpretado multitud de actores a lo largo de los años, en el momento en que se escribió esta obra la mayoría coincidía en señalar a Basil Rathbone como el que mejor lo encarnó en las 14 películas que hizo dando vida al detective entre 1939 y 1946, siendo como homenaje a él lo de poner Basil al roedor protagonista.
El libro de Eve Titus es un cuento muy recomendable para los más pequeños, al que el hecho de venir acompañado por las ilustraciones originales de Paul Galdone le confiere un mayor mérito, cual si fuera un equivalente al Sidney Paget que se encargó de lo mismo en las obras de Sherlock Holmes escritas por Sir Arthur Conan Doyle. La historia, orientada hacia el público infantil, plantea el secuestro de las gemelas Angela y Agatha dentro del mundo ratonil ingeniado en el subsuelo del Londres victoriano, lo que llevará a Basil y su amigo el doctor Dawson (claro equivalente ratonil de Watson) a descubrir un perverso plan orquestado por los Tres Terribles.
Esta novela de Eve Titus es la primera de las cinco que dedicó a este ratón detective, y su título original es Basil of Baker Street, aunque para esta edición se aprovechara el título de la película animada de Disney para darle mayor notoriedad. En la ficha de la Wikipedia de la autora se puede consultar toda su obra, incluidos los otros títulos de Basil que, al menos que me conste en el momento de escribir estas líneas, no han tenido edición española (o al menos la desconozco). Pero a la hora de la adaptación por parte de Disney en 1986 no sé si unificaron detalles de los otros relatos, pero digamos que los parecidos son más bien escasos, aunque el resultado es bastante entretenido.
Además de Basil como trasunto de Sherlock Holmes, el Doctor Dawson equivalente a Watson y la señora Judson respecto a la humana señora Hudson, en el film tenemos como villano al Profesor Ratigan, reflejo en rata (lo cual le irrita mucho que le digan) al Profesor Moriarty, y al que pone voz en la versión original el emblemático actor Vincent Price. El esbirro principal del villano es un torpe murciélago cojo, y en su banda tiene más ratones y una gata con la que digamos que controla la disidencia entre sus secuaces, mientras que el equipo de Basil tiene a Toby, el perro de Sherlock Holmes al que se menciona en El signo de los cuatro, si bien ninguno aparece en la obra de Titus.
El único nexo en común entre libro y película sería que en ambos todo comienza por un secuestro, pero mientras que en la obra son dos gemelas y el plan de los villanos es diferente, en la película el personaje secuestrado es un ratón juguetero llamado Hiram Flaversham, siendo su hija Olivia quien acudirá a pedir ayuda a Basil. A medida que avance la película se descubrirá que todo es un plan megalómano del Profesor Ratigan para lograr más poder (y no digo más para no desvelar spoilers). A nivel de curiosidad citar que en su versión original se usó la voz grabada de Basil Rathbone para dar voz a Sherlock Holmes, ya que el citado actor falleció en 1967.