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jueves, 27 de marzo de 2025

A WORKING MAN con JASON STATHAM, crítica sin spoilers específicos

Si el cine es un arte como por ejemplo la gastronomía, es lógico que a uno le interese probar de todo, y no siempre va a comer platos de alto nivel, si no que en ocasiones se disfruta con una simple hamburguesa. Sabiendo de antemano lo que uno se va a encontrar, todo depende de que le pilles el punto interesante, y en el caso de la filmografía de Jason Statham se puede intuir de forma previa cual es la tónica general, lo que se cumple de forma más o menos admisible en esta A working man.
 
El presente film sería la nueva colaboración del actor británico con el director David Ayer (el responsable, entre otras, de Escuadrón Suicida) después de la película The beekeeper: El protector que se estrenó el año pasado pero que aún no he visto. Curiosamente no es la única película con ese título (al menos aquí en España) donde interviene Statham, ya que en 2013 se estrenó El protector, de título original Homefront, con guion de Sylvester Stallone (como esta A working man), allí adaptando una novela de Chuck Logan.
 
El presente film sería la adaptación de la novela Levon's Trade de Chuck Dixon, una saga que ya ha dado para una docena de libros, con lo cual queda claro que si triunfa, es posible que sea el inicio de una nueva franquicia del cine de acción.
 
El sencillo argumento de A working man se puede resumir (en líneas tanto generales como genéricas) en un protagonista especialista en lo que hace (aunque ello no sea agradable, cual si fuera Lobezno), pero que se ha retirado para vivir una vida tranquila (de simple trabajador, la traducción de su título inglés). Una jovencita, que para el caso podría ser su hija pero en este caso es la del jefe de la obra para la que trabaja, es secuestrada por unos villanos, a cual más excéntrico en sus apariencias. Los desesperados padres intentarán convencer al protagonista de que les ayude, en un principio dudará pero pronto se lanzará a la acción, acabando con todo aquel pazguato que se ponga en su camino hasta conseguir su objetivo final. Fin. Eso sería toda la historia sin desvelar spoilers, lo cual demuestra que está generada por un patrón esquemático en el género de acción que ya se ha visto en innumerables películas.
 
Como dije al principio de esta crítica, si uno asume el tipo de film que va a ver le será más o menos pasable, y eso es lo que me he encontrado en esta película. Por un lado está el carisma de su protagonista, un Jason Statham que aunque aquí interprete a Levon Cade no deja de ser una extensión de cualquiera de los personajes a los que ha interpretado el actor en su carrera como héroe de acción. Al principio se nos presenta como un hombre íntegro, pese a que la vida no se lo ponga fácil, para conseguir una relativa estabilidad con la que conseguir la tutela de su hija pequeña. Pero en este caso la víctima sería la hija adolescente del jefe de obra donde trabaja el protagonista (encarnado por Michael Peña), que es secuestrada cuando salía con sus amigas de fiesta por unos traficantes de personas. Los desesperados padres acudirán a Cade ya que conocen su pasado militar, pero este dudará de encargarse de ello.
 
Lógicamente no tendría gracia que la cosa quedara aquí, por lo que Cade lo consultará con su amigo Gunny (al que da vida el actor David Harbour, el otro nombre más popular del elenco aparte del protagonista y el antes citado Michael Peña), un ciego que fue compañero militar de Cade, pero al que su condición no le impide una destreza similar a la de Daredevil. Convencido de su misión, el protagonista se ajustará a ella con ahínco, cargándose por el camino a una sarta de villanos esquemáticos en donde lo mismo te encuentras a uno que al menos a mi me recordó al actor Jared Leto, otro al popular Frank Miller, así como unos cuantos que tienen un sentido de la moda que les hace acreedores de la somanta de palos que van a recibir (más horteras imposible), e incluso uno de los del tramo final cuyo aspecto me llevó a rememorar la imagen más tópica de Oswald Cobblepott, el villano Pingüino del universo Batman.
 
Aún sabiendo que esto es lo que es, hay detalles que si podían ser mejorables: los momentos de acción están rodados de manera mareante, restando parte del disfrute de los mismos, y teniendo en cuenta su simpleza argumental, sus casi dos horas se notan excesivas, ya que podría haber mejorado quedándose en un margen entre 90 y 100 minutos. Asimismo que los villanos sean unos tópicos de manual no quita para que a la víctima le quebraran la voluntad ante las amenazas, si bien es verdad que en muchos momentos no queda claro para que la quieren aparte de para darle vueltas de un sitio para otro (la huida del bosque es claro ejemplo de metraje que en esencia no aporta nada y podía haber sido excluido). Supongo que la idea era poner personajes femeninos con cierta entereza, como por ejemplo la hija pequeña de Cade, que sorprende ver como asume con tranquilo aplomo las andanzas de su progenitor.
 
CALIFICACIÓN: Entretenida (2,5/5)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 28 de marzo de 2025.
  • Galería de posters por este enlace.

domingo, 4 de diciembre de 2022

NOCHE DE PAZ, navidades con SANTA McCLANE (crítica sin spoilers)

Las navidades son unas fiestas agradables para unos y odiosas para otros. Desde mi punto de vista, más coincidente con el segundo grupo que con el primero, los que las disfrutan con ilusión son los que pueden celebrarlas con reuniones familiares (cumpliendo con los estereotipos pertinentes), y sobretodo aquellas en las que hay niños pequeños, que aún mantienen esa ilusión infantil por Papa Noel, Santa Claus, San Nicolás o como cada uno se tercie de llamarlo (a lo que luego añadir la llegada de los Reyes Magos
 
Pero luego está la versión de los que vemos estas fiestas como una mera excusa para fomentar el consumismo más exacerbado, con campañas de caridad para los necesitados (que te hacen preguntarte si esa pobre gente sólo come en estas fechas, porque el resto del año ni se acuerdan de ellos como ahora), banquetes pantagruélicos para comer hasta reventar (como si esto fuera una competición para alcanzar el mayor empacho) y anuncios de (sobretodo) perfumes, que parece que la gente sólo tenga la obligación de oler bien por estas fechas. 

En un punto intermedio entre ambas tendencias quedan productos como esta Noche de paz, cuyo título original es Violent night (más explícita en cuanto a lo que ofrece este film), que vendría a ser una "jocosa" variación de la típica canción navideña O Holy night. Dirigida por Tommy Wirkola, responsable entre otras de Zombis nazis o Hansel y Gretel cazadores de brujas, y protagonizada por David Harbour (Stranger Things o el Hellboy de Neil Marshall)... ¿que es Noche de paz?

Imaginemos una película navideña simpática como fue Solo en casa, y mezclemos eso con el film de acción navideño más emblemático de la década de los ochenta (Jungla de cristal, de título original Die hard), y el desaforado resultado final bien podría ser perfectamente algo como esta película. De hecho en este film se hace referencia a ambos títulos, cogiendo del primero las trastadas contra los intrusos (en este caso algo más sangrientas), y del segundo un símil de la relación que se establecía por radio entre John McClane (Bruce Willis) y el sargento Al Powell (Reginald VelJohnson), en este caso entre el Santa Claus encarnado con tremendo desparpajo por un divertido David Harbour y la jovencita Trudy Lightstone (Leah Brady), que pese a que le digan en cierto momento de tensión que no existe ese personaje tan navideño, tiene fé inquebrantable en él y esperanza de que les solucionará el problema.

¿Y cual es el incidente que lleva a este Santa Claus ha comportarse cual si fuera el protagonista de la franquicia Jungla de Cristal? Muy sencillo: al principio nos lo presentan como el verdadero Santa Claus, pero uno cansado y amargado de que el espíritu de la navidad se haya transformado en una mera cuestión mercantilista. Me parece muy ilustrativo cuando le indican, en su primera escena en un bar, que la mayor ilusión es la sonrisa de un niño, y él contesta que eso dura dos segundos antes de ir al siguiente regalo, ya que los inflan a obsequios haciendo que no sepan valorar lo que tienen. Cuando enmedio de su (agotadora) labor pasa por la mansión Lightstone, se encuentra con que unos mercenarios han secuestrado a toda la familia. Tanto los villanos como sus víctimas ejemplifican una desmedida codicia, los primeros por la fortuna familiar pero los segundos disputándose la herencia de la matriarca del clan.
 
Pero la esperanza está en la pequeña Trudy, totalmente ilusionada con la llegada de Santa Claus y a quien pedirá ayuda, mediante un walkie-talkie de juguete, para intentar salvar la situación. Al principio Santa tendrá sus dudas, pero poco a poco lo veremos cual John McClane, dando buena cuenta de los asaltantes de las formas más sangrientamente navideñas. Y es que este Santa, como él mismo revelará, tiene sus orígenes en la antigua mitologia nórdica, comentando como por aquel entonces tenía un martillo similar al de Thor, con el que machacó muchos craneos, por lo que no tiene ningún problema en enfrentarse con los "chicos malos". El resultado es una película gamberra, que en todo momento tiene conciencia del disparate que plantea (siendo entretenida justo por ello), pero cuyo único handicap sería la (no siempre) acertada cohesión entre el citado tono bárbaro y las ñoñerias típicas de estas fiestas.
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