Después de ver Jurassic World: El renacer admito que mis reticencias previas eran entendibles, pero Gareth Edwards (responsable de la correcta Rogue One, de la floja Godzilla de 2014 y de la recomendable The creator) ha realizado una entrega que ni está entre las mejores, tampoco entre las peores, pero que sin duda alguna es entretenida.
La franquicia jurásica empezó con fuerza en 1993 con la primera entrega de Steven Spielberg, que también se encargó de dirigir la segunda (siendo a partir de ahí productor de todas las películas posteriores, incluida esta). En 2001 Joe Johnston se encargó de Parque Jurásico 3, que fue la más corta (92 minutos, récord que sigue manteniendo) pero que provocó tal decepción que la saga estuvo parada 14 años.
En 2015 se estrenó Jurassic World, englobada dentro del mismo universo y continuación de la franquicia, si bien también se podría haber tildado de remake encubierto. El éxito llevó a Jurassic World: El reino caido, dirigida por el español Juan Antonio Bayona, y en donde se abrió a nuevos escenarios, ya que hasta el momento todo había acontecido en islas.
La última entrega (antes de la presente) llegó en 2022, pero aunque el resultado final fue entretenido, Jurassic World: Dominion falló a la hora de presentar a los dinosaurios expandidos por todo el mundo, como dejaba insinuar el film previo, para centrarse en la unión de los personajes de la primera trilogía con los generados por esa, en una trama que daba demasiadas vueltas (de ahí que fuera, por contra, la entrega más extensa de la saga jurásica, 146 minutos).
Uno pensaría que con la historia (más o menos) cerrada, la franquicia acabaría ahí, pero como "poderoso caballero es don dinero", apenas tres años después llega Jurassic World: El renacer, que sirve para presentar nuevos personajes (aunque algunos sean meros arquetipos, o ni eso). En una nueva trama con un macguffin con el que moverlos (el ADN de los tres dinosaurios de mayor tamaño puede facilitar un medicamento que ayudará a la humanidad), los dinosaurios vuelven a escenarios selváticos porque no se adaptan a otros parajes de nuestro planeta.
Admito que esa premisa me parecía un giro cobarde para no mostrar la convivencia real entre humanos y dinosaurios, pero planteado como resultado del cambio climático provocado por el ser humano, resulta coherente. Con la excusa argumental antes citada se reúnen un grupo de mercenarios, encabezado por los personajes de Scarlett Johansson (que cumple un sueño que tenía desde pequeña cuando vio las películas iniciales) y Mahershala Ali (que, a falta de ser el nuevo Blade de Marvel, tiene al menos aquí otra franquicia exitosa), a los que se unirá una familia que se metió donde no debía.
El destino les llevará hacia otra isla donde Ingen (la empresa de John Hammond, el filántropo que lo empezó todo, interpretado por Richard Atthenborough en las dos primeras películas de Spielberg), tenía el departamento de I+D, en el que mezclaba alegremente los ADNs para crear dinosaurios cuanto más espectaculares mejor, aunque eso dio pie a aberraciones (de las que en esta franquicia ya ha habido varias) como el D-Rex, cuyo aspecto es una mezcla entre el T-Rex y el Alien de H.R.Giger, siendo la bestia más peligrosa de la presente entrega.El guion de David Koepp (que vuelve a la franquicia después de haberse encargado de los libretos de las dos entregas iniciales dirigidas por Steven Spielberg) recupera una escena ya presente en la novela original, pero que no se llevó a cabo. Aquí se realiza con esa familia que se metió donde no debía, huyendo en canoa por un rio de un feroz T-Rex, si bien el problema está en lo poco que importan los personajes, más allá de ser un momento tenso bien resuelto.
Si por algo se caracteriza esta Jurassic World: El renacer es sin duda por desprender nostalgia del Spielberg inicial (no sólo de las dos primeras películas jurásicas, sino también con guiños a Tiburón e Indiana Jones), a lo que añadir lo antes citado de Alien u otros clásicos como King Kong, sumado a referencias a Ray Harryhausen y en esencia a ese cine de aventuras de antaño, sólo que realizado con los medios actuales (180 millones de presupuesto ha costado este film, los cuales lucen en pantalla).
Su mayor hándicap estaría en algo ya habitual en esta franquicia: personajes endebles y poco desarrollados, lo que lleva a la total indiferencia del espectador cuando alguno de ellos desaparece (en la escena de la playa, por ejemplo, tuve que recapacitar unos segundos para caer en la cuenta de quién era la víctima del dinosaurio de turno). Y algo reiterativo: un villano codicioso por el que apostar cuanto tardará en morir.
Otro clásico presente en todas las entregas de esta franquicia es incluir personajes infantiles, en este caso una niña en el grupo familiar antes mencionado, que al menos no resulta tan repelente como otros críos de entregas previas (muchas veces me pregunto que tal hubiera estado la saga jurásica en manos de un director como James Cameron, que en su momento fue candidato para dirigir el film inaugural, y se hubiera decantado por un tono más adulto).
En resumen estamos ante una historia de supervivencia extrema (como ha sido tónica más o menos habitual en esta saga) con altas dosis de acción, en un entretenido guion orquestado en varios actos, pero que se muestra tan deudor del pasado como dejando la incógnita de por donde puede derivar en el futuro, en el que los dinosaurios vuelven a ser las estrellas principales y los personajes son mera hipotética carnaza para ellos... salvo los protagonistas.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 2 de julio de 2025.
- Galería de posters por este enlace.
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