No esperaba poner esto hoy aquí, pero sinceramente me conozco y se que no me ha sentado bien (y lo que me queda hasta el final...)
Hace unos cinco años mi madre me detectó que tenía el cuello bastante gordo o como inflado. Me insistió en que fuera al médico, pero yo soy una persona muy aprensiva a la que (sinceramente) me teneis que llevar a un médico a rastras, porque sinceramente no es plato de mi devoción pasar por allí. Al final accedí y lo que me detectaron fue un nódulo tiroideo frio, es decir, un nódulo benigno en la tiroides. Me dijeron que me lo fuera controlando, pero sinceramente me sentó tan mal cuando me lo dijeron (porque generalmente uno siempre identifica un nódulo con un cáncer) y tuve que pasar por tantas pruebas (tres o cuatro en unos cinco meses) que yo, que soy muy sufrido para estas cosas, acabé angustiado y decidí que no volvería a pasar por aquello, sobretodo tras que el médico final que me vió dijera que en un principio eso no tenía importancia.
Pero mira tú por donde que tres años después mi madre me insiste en que me lo siga controlando, y tras dos pruebas previas voy hoy al endocrino y me dice que ha crecido y que me recomienda la operación, porque mientras que ahora sería por carácter normal, si me espero luego puede que la operación sea con carácter urgente. Y es cojonudo, porque a mi ni me molesta al hablar, ni al tragar ni al respirar. Pero eso es lo que hay.
Ahora se supone que recibiré próximamente en mi casa una carta con el día que tengo que ir al cirujano para que él me explique lo que me van a hacer y como me lo van a hacer. Y luego a partir de ahí soy yo quien decidiré si hacerlo o no.
Yo soy una persona bastante nerviosa (aunque a primera vista no lo aparente) y sinceramente, ahora mismo es como si viviera una cuenta atrás. Sé que probablemente alguno que lea esto dirá que no me preocupe, que es algo sin importancia. Incluso alguno puede que haya pasado por lo mismo. Pero yo me conozco, y aprensivo que es uno, no se puede decir que me hayan dado una gran alegria para hoy... y lo que me queda.
Hace unos cinco años mi madre me detectó que tenía el cuello bastante gordo o como inflado. Me insistió en que fuera al médico, pero yo soy una persona muy aprensiva a la que (sinceramente) me teneis que llevar a un médico a rastras, porque sinceramente no es plato de mi devoción pasar por allí. Al final accedí y lo que me detectaron fue un nódulo tiroideo frio, es decir, un nódulo benigno en la tiroides. Me dijeron que me lo fuera controlando, pero sinceramente me sentó tan mal cuando me lo dijeron (porque generalmente uno siempre identifica un nódulo con un cáncer) y tuve que pasar por tantas pruebas (tres o cuatro en unos cinco meses) que yo, que soy muy sufrido para estas cosas, acabé angustiado y decidí que no volvería a pasar por aquello, sobretodo tras que el médico final que me vió dijera que en un principio eso no tenía importancia.
Pero mira tú por donde que tres años después mi madre me insiste en que me lo siga controlando, y tras dos pruebas previas voy hoy al endocrino y me dice que ha crecido y que me recomienda la operación, porque mientras que ahora sería por carácter normal, si me espero luego puede que la operación sea con carácter urgente. Y es cojonudo, porque a mi ni me molesta al hablar, ni al tragar ni al respirar. Pero eso es lo que hay.
Ahora se supone que recibiré próximamente en mi casa una carta con el día que tengo que ir al cirujano para que él me explique lo que me van a hacer y como me lo van a hacer. Y luego a partir de ahí soy yo quien decidiré si hacerlo o no.
Yo soy una persona bastante nerviosa (aunque a primera vista no lo aparente) y sinceramente, ahora mismo es como si viviera una cuenta atrás. Sé que probablemente alguno que lea esto dirá que no me preocupe, que es algo sin importancia. Incluso alguno puede que haya pasado por lo mismo. Pero yo me conozco, y aprensivo que es uno, no se puede decir que me hayan dado una gran alegria para hoy... y lo que me queda.