SINOPSIS
El equipo de investigación de Lloyd Simcoe y Theo Procopides está empleando el acelerador de partículas del laboratorio del CERN de Suiza en un proyecto secreto. Pero su experimento sale terriblemente mal y, durante un par de minutos, la conciencia de toda la raza humana es arrojada veinte años hacia el futuro.
Mientras la humanidad debe restañar los catastróficos efectos inmediatos del experimento, las implicaciones más serias tardan algo en aparecer. Aquellos que no recibieron visiones del porvenir tratan de descubrir cómo morirán. Otros buscan ya a sus futuros amantes. Lloyd deberá superar la culpabilidad por haber provocado accidentalmente la muerte de la hija de su prometida, mientras Theo se ve atrapado en la investigación de su propio asesinato.
A medida que las verdaderas consecuencias de lo sucedido comienzan a hacerse claras, la presión para repetir el experimento aumenta sin cesar. Todos quieren un destello del futuro, una oportunidad para saltar y ser testigo de su éxito... o para aprender a evitar sus errores.
CRÍTICA
Me llamó la atención esta novela tras enterarme de que sería la base para una serie de televisión (VER ENLACE). Sé que eso no significa nada porque hay gran cantidad de historias que sirven de base para historias de todo tipo, tanto realizadas a nivel cinematográfico como televisivo, pero esta tenía un punto especial: ¿Y si toda la humanidad se desvaneciera durante dos minutos y tuviera visiones de su futuro? Desde luego que el planteamiento inicial (con lo aficionado que soy a la ciencia-ficción) era muy interesante.
Un experimento científico provoca el citado desvanecimiento que lleva a todos los seres humanos (y se sospecha que incluso a los primates, los animales más cercanos al hombre) a que sus conciencias se trasladen veinte años al futuro. Eso provocará historias de todo tipo, desde un protagonista que sabe que morirá y quiere saber como, hasta matrimonios que no durarán, destinos que no se cumplirán y futuros que no serán según lo esperado, ya que al haber conocido dos minutos del futuro todos intentarán saber si este es inmutable o por contra se ha mostrado sólo un posible futuro, variable según las elecciones que hagan los personajes.
Durante toda esa parte la historia es interesantísima y desde luego un claro filón tanto si se hace su adaptación en serie como en película porque toda la historia nos es narrada en un estilo muy cinematográfico (estando la posibilidad de que en formato de serie de televisión la historia opte por narrar en cada capítulo las visiones de futuro de personajes diferentes, en un estilo como por ejemplo la serie Los 4400). Todo ello tiene además el eje común del científico protagonista que intentará averiguar porque él está muerto en su visión del futuro, lo cual inserta una trama de misterio dentro de la ciencia-ficción también muy bien planteada.
El problema viene en la resolución. No digo que sea mala, pero el tramo final del libro opta por un tono más místico que en cierto momento se compara con la visión que tuvo el Viajero en el Tiempo de la novela La Máquina del Tiempo de H.G.Wells. El problema es que mientras en aquella obra maestra ese viaje tenía como misión mostrar la decrepitud del planeta en un futuro remoto, aqui quiere ser una especie de viaje místico-científico-personal que parece querer homenajear a la narrativa de Isaac Asimov pero que a mi se me hizo muy prescindible, máxime cuando la verdadera resolución ya se ha dado unas cuantas páginas antes, cuando al final nos narra lo que sucede de verdad en el año 2030 visualizado por el científico protagonista.
En resumidas cuentas, si obviamos un final bastante "de relleno" teniendo en cuenta el tono de la historia hasta ese momento (y que da la sensación de que el autor no sabía como acabar la excelente idea con la que partió el libro), este se deja leer bastante bien, dejándonos la pregunta clave de si el futuro ya está escrito o lo vamos construyendo nosotros con todas y cada una de nuestras decisiones diarias.
LO MEJOR: La idea original de la historia (¿Y si la humanidad se desmayara durante unos breves minutos y tuvieran una visión de como será su futuro dos décadas después?) que lleva a muy interesantes giros argumentales que mezclan la ciencia-ficción, el suspense y algunas dosis de acción.
LO PEOR: El final, demasiado místico para lo leído hasta entonces y que parece querer rememorar el estilo de Isaac Asimov cuando eso no pega para nada tal y como nos han contado la historia hasta entonces.
viernes, 26 de diciembre de 2008
RECUERDOS DEL FUTURO (FLASH FORWARD) de Robert J.Sawyer
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