EMBRUJADA fue una serie de los años sesenta que recuerdo haber visto cuando era pequeño (y ya entonces era una reposición). Era una comedia de situación sobre una pareja normal... con la particularidad de que ella era una bruja. El humor de la serie era muy propio de su época (años sesenta) es decir, blanco, sencillo y apto para todos los públicos. Aún así caía simpático, lo cual provocó el éxito de la serie, que estuvo en antena hasta principios de los setenta.
Varias décadas después de finalizar la serie nos llega el remake cinematográfico, el cual (a diferencia de otras adaptaciones de series de televisión) no juega a coger los elementos de la serie y adaptarlos a la época actual, sino que tomando a la serie como inspiración, crea una nueva historia. En ella un actor egocéntrico (Will Ferrell) quiere realizar un remake de la serie pero necesita una actriz que no le haga sombra. Buscando candidatas descubre a una que considera perfecta (Nicole Kidman)... con la particularidad de que es bruja de verdad.
Los mayores incentivos de la película, así como sus mayores defectos, estan en el resultado final del film, y es que por un lado hay que reconocer que el espíritu de comedia de situación blanca, sencilla y para todos los públicos que tenía la serie original ha sido perfectamente traspasado a la pantalla grande. Pero el problema también está en que ese tipo de humor no tiene hoy el mismo público que hace treinta años, y eso puede haber sido en parte el motivo del relativo fracaso de la película en la taquilla norteamericana (60 millones de recaudación sobre un presupuesto de 85). En el fondo la película (al igual que la serie) es un mero entretenimiento. El problema es que la serie en su momento fue innovadora, cosa que la película no es, y al no profundizar nunca mas allá de su planteamiento inicial, el resultado final es un film amable, entretenido e intrascendente... pero nada más.
CALIFICACIÓN: *** (entretenida) 6/10
LO MEJOR: Nicole Kidman y que la película es entretenida en sus apenas 100 minutos de duración.
LO PEOR: Que nunca aspira a nada más que ser una película entretenida.
Varias décadas después de finalizar la serie nos llega el remake cinematográfico, el cual (a diferencia de otras adaptaciones de series de televisión) no juega a coger los elementos de la serie y adaptarlos a la época actual, sino que tomando a la serie como inspiración, crea una nueva historia. En ella un actor egocéntrico (Will Ferrell) quiere realizar un remake de la serie pero necesita una actriz que no le haga sombra. Buscando candidatas descubre a una que considera perfecta (Nicole Kidman)... con la particularidad de que es bruja de verdad.
Los mayores incentivos de la película, así como sus mayores defectos, estan en el resultado final del film, y es que por un lado hay que reconocer que el espíritu de comedia de situación blanca, sencilla y para todos los públicos que tenía la serie original ha sido perfectamente traspasado a la pantalla grande. Pero el problema también está en que ese tipo de humor no tiene hoy el mismo público que hace treinta años, y eso puede haber sido en parte el motivo del relativo fracaso de la película en la taquilla norteamericana (60 millones de recaudación sobre un presupuesto de 85). En el fondo la película (al igual que la serie) es un mero entretenimiento. El problema es que la serie en su momento fue innovadora, cosa que la película no es, y al no profundizar nunca mas allá de su planteamiento inicial, el resultado final es un film amable, entretenido e intrascendente... pero nada más.
CALIFICACIÓN: *** (entretenida) 6/10
LO MEJOR: Nicole Kidman y que la película es entretenida en sus apenas 100 minutos de duración.
LO PEOR: Que nunca aspira a nada más que ser una película entretenida.
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