Dirección: JOEL SCHUMACHER
Intérpretes: JIM CARREY, VIRGINIA MADSEN, LOGAN LERMAN, DANNY HUSTON, RHONA MITRA, MARK PELLEGRINO, LYNN COLLINS
Guión: FERNLEY PHILLIPS
Producción: BEAU FLYNN Y TRIPP VINSON
Música: HARRY GREGSON-WILLIAMS
Fotografía: MATTHEW LIBATIQUE
USA, 2006
DRAMA-THRILLER, 100 minutos
Sinopsis
Atrapado en una espiral obsesiva con el Número 23, Walter Sparrow convierte su vida que alguna vez fue idílica en un auténtico infierno de tortura psicológica que podría conducirlo a su propia muerte, e incluso provocar la de sus seres queridos. Estimulado por una misteriosa novela, Número 23, a la que no se atreve a dejar de leer, Walter se ve obligado a descifrar los secretos de su pasado antes de poder proseguir su futuro con su esposa, Agatha y su hijo adolescente, Robin.
Crítica
Joel Schumacher es un director bastante irregular, del que no hay que fiarse mucho (sobretodo yo no lo suelo hacer desde que me hizo una de las peores películas de superhéroes de toda la historia: "Batman y Robin"). Pero hay que reconocer que cuando coge un thriller, como mínimo sabe crear el suficiente interés sobre la historia (otra cosa es que la desarrolle como uno esperaría). Ejemplo de ello sería "Un día de furia" con Michael Douglas, que personalmente sigo considerando la mejor película de Schumacher, aunque también tiene otros títulos bastante llamativos como "Línea mortal", "Asesinato en 8 mm." o "Última llamada". Eso si, el problema de todos ellos es quizás la sensación de que aunque sean títulos entretenidos y que se ven sin problemas, no se saca de ellos todo el jugo que la idea argumental podía hacer preveer. Eso le pasa al "Número 23".
La película protagonizada por Jim Carrey es muy entretenida, principalmente por la ambigüedad argumental respecto a lo del número 23. ¿Es cierto o son todo alucinaciones del personaje de Carrey? Esa duda se mantiene durante todo el metraje, hasta que poco a poco se van aclarando detalles que llevan las dudas de uno a otro lado... hasta la sorpresa final, al estilo de las películas de Shyamalan, que te aclara todo lo visto hasta ese momento desde otro punto de vista. Y es esa sorpresa final el objeto de la polémica.
Algunas críticas que he leído comentan lo buena que hubiera resultado esta película en manos de un director como David Fincher, y ahi si que les tengo que dar la razón, porque el responsable de "Seven" podría haber creado probablemente uno de los mejores thrillers de la actual década, al igual que hizo con el film protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman. Y eso lo dicen por esa sorpresa final, donde quizás uno esperaría que el personaje de Carrey casi imitase al de Jack Nicholson en "El resplandor" (por cierto que los paralelismos obsesivos entre los protagonistas de ambos films son de lo mejor de la película). Esa hubiera sido una vertiente, no lo niego, pero todo lo que lleva a que alguna gente esperase eso (que, pese a lo que se diga, yo considero bien integrado en el argumento) se rompe, para mi gusto, en ya el definitivo final, cuando se hace prevalecer la justicia sobre la obsesión... y no digo más para no desvelar detalles. Eso en cuestión (quien vea la película sabrá a lo que me refiero) fue lo que me dejó una sensación agridulce, porque si bien tampoco era necesario la opción "esta noche nos vamos de matanza" ese final "politicamente correcto" fue lo único que encontré un poco forzado dentro de una película (por otro lado) bastante entretenida dentro de la filmografia de su director.
CALIFICACIÓN: ···
LO MEJOR: Jim Carrey (demostrando que puede ser un buen actor), la historia (que te mantiene interesado por todo el tema del número 23, aunque luego no deje de ser más que un macguffin, una excusa, para lo que le ocurre al personaje de Carrey) y la dirección de Schumacher a nivel visual, que demuestra saber como desarrollar la historia en ese aspecto.
LO PEOR: El final, no por la sorpresa que te aclara todo el argumento hasta ese momento (que personalmente me pareció correcta) sino por cuando luego se resuelve todo con un final "politicamente correcto" que te deja con la sensación de que este material en manos de otro director podía haber dado de si una película memorable.
Atrapado en una espiral obsesiva con el Número 23, Walter Sparrow convierte su vida que alguna vez fue idílica en un auténtico infierno de tortura psicológica que podría conducirlo a su propia muerte, e incluso provocar la de sus seres queridos. Estimulado por una misteriosa novela, Número 23, a la que no se atreve a dejar de leer, Walter se ve obligado a descifrar los secretos de su pasado antes de poder proseguir su futuro con su esposa, Agatha y su hijo adolescente, Robin.
Crítica
Joel Schumacher es un director bastante irregular, del que no hay que fiarse mucho (sobretodo yo no lo suelo hacer desde que me hizo una de las peores películas de superhéroes de toda la historia: "Batman y Robin"). Pero hay que reconocer que cuando coge un thriller, como mínimo sabe crear el suficiente interés sobre la historia (otra cosa es que la desarrolle como uno esperaría). Ejemplo de ello sería "Un día de furia" con Michael Douglas, que personalmente sigo considerando la mejor película de Schumacher, aunque también tiene otros títulos bastante llamativos como "Línea mortal", "Asesinato en 8 mm." o "Última llamada". Eso si, el problema de todos ellos es quizás la sensación de que aunque sean títulos entretenidos y que se ven sin problemas, no se saca de ellos todo el jugo que la idea argumental podía hacer preveer. Eso le pasa al "Número 23".
La película protagonizada por Jim Carrey es muy entretenida, principalmente por la ambigüedad argumental respecto a lo del número 23. ¿Es cierto o son todo alucinaciones del personaje de Carrey? Esa duda se mantiene durante todo el metraje, hasta que poco a poco se van aclarando detalles que llevan las dudas de uno a otro lado... hasta la sorpresa final, al estilo de las películas de Shyamalan, que te aclara todo lo visto hasta ese momento desde otro punto de vista. Y es esa sorpresa final el objeto de la polémica.
Algunas críticas que he leído comentan lo buena que hubiera resultado esta película en manos de un director como David Fincher, y ahi si que les tengo que dar la razón, porque el responsable de "Seven" podría haber creado probablemente uno de los mejores thrillers de la actual década, al igual que hizo con el film protagonizado por Brad Pitt y Morgan Freeman. Y eso lo dicen por esa sorpresa final, donde quizás uno esperaría que el personaje de Carrey casi imitase al de Jack Nicholson en "El resplandor" (por cierto que los paralelismos obsesivos entre los protagonistas de ambos films son de lo mejor de la película). Esa hubiera sido una vertiente, no lo niego, pero todo lo que lleva a que alguna gente esperase eso (que, pese a lo que se diga, yo considero bien integrado en el argumento) se rompe, para mi gusto, en ya el definitivo final, cuando se hace prevalecer la justicia sobre la obsesión... y no digo más para no desvelar detalles. Eso en cuestión (quien vea la película sabrá a lo que me refiero) fue lo que me dejó una sensación agridulce, porque si bien tampoco era necesario la opción "esta noche nos vamos de matanza" ese final "politicamente correcto" fue lo único que encontré un poco forzado dentro de una película (por otro lado) bastante entretenida dentro de la filmografia de su director.
CALIFICACIÓN: ···
LO MEJOR: Jim Carrey (demostrando que puede ser un buen actor), la historia (que te mantiene interesado por todo el tema del número 23, aunque luego no deje de ser más que un macguffin, una excusa, para lo que le ocurre al personaje de Carrey) y la dirección de Schumacher a nivel visual, que demuestra saber como desarrollar la historia en ese aspecto.
LO PEOR: El final, no por la sorpresa que te aclara todo el argumento hasta ese momento (que personalmente me pareció correcta) sino por cuando luego se resuelve todo con un final "politicamente correcto" que te deja con la sensación de que este material en manos de otro director podía haber dado de si una película memorable.
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