FICHA TÉCNICA
Título: VAYA PAR DE PRODUCTOREX
Título original: I want Candy
Dirección: Stephen Surjik
País: El Reino Unido
Año: 2007
Duración: 89 min.
Género: Comedia
Reparto: John Standing, Tom Burke, Mackenzie Crook, Carmen Electra, Eddie Marsan, Philip Jackson, Michelle Ryan, Tom Riley, Felicity Montagu, Jimmy Carr
Guión: Phil Hughes, Pete Hewitt, Jamie Minoprio, Jonathan Stern
Web: www.iwantcandymovie.com
Distribuidora: Flins y Pinículas
Productora: Ealing Studios, Fragile Films, Thema Productions, Grosvenor Park Films, Sky Movies
Diseño de Producción: Tom Brown
Fotografía: Crighton Bone
Montaje: Alex Mackie
Música: Murray Gold
Productor: Barnaby Thompson, Piers Thompson
Vestuario: Stephanie Collie
SINOPSIS
Frustrados por su pretencioso profesor de cine (Mackenzie Crook), el estudiante de producción Joe (John Riley) y su amigo, el brillante aunque neurótico productor, Baggy (Tom Burke) vuelan a Londres para vender lo que saben que es un guión de oro. Pero en la ciudad parece que se les cierran todas las puertas, hasta que conocen a un productor tan desesperado como ellos (Eddie Marsan) que se muestra dispuesto a darles algo de dinero, siempre que consigan a la estrella que quiere. Sin embargo, hay un problema: la estrella es Candy Orificios (Carmen Electra), la mayor estrella porno del mundo...
CRÍTICA
He de reconocer que una película como esta no me hubiera planteado irla a ver al cine, porque a priori me parecía una nueva vuelta de tuerca al estereotipado ejemplo de comedia adolescente con personajes pensando en sexo de la mañana a la noche. Pero afortunadamente le dí una oportunidad a un film del que (lo reconozco) no sabía ni de su existencia hasta hace bien poco. Y bien hecho por mi parte.
No hay que dejarse engañar por su horrible título español, que parece que quiera recordar al de Vaya par de idiotas (comedia de los Hermanos Farrelly, que también vió cambiado su título original de Kingpin). Y es que lejos del muy arquetípico cine de adolescentes al estilo de American Pie, aqui nos encontramos una comedia británica sin más pretensiones que las de divertir, con una historia simple pero muy simpática, con sus dosis de ingenio pero que al menos no toma por imbecil al espectador, consiguiendo en más de una ocasión (conmigo al menos pasó) que se suelte una sonrisa complice con los protagonistas.
Y es que estos no dejan de ser unos pobres chavales que quieren estudiar para ser cineastas, pero que se ven cohibidos por un profesor que les impone un cortometraje de sólo dos minutos cuando ellos tienen un proyecto de una película de hora y media. Sin renunciar a su sueño irán por las productoras del pais hasta que, tras que todas les cierren las puertas, estan se abrirán en una de cine porno... siempre que consigan para el film a la famosa porno-star Candy Orificios. A partir de ahi la película nos narra todas las divertidas peripecias de sus protagonistas para hacer el casting y levantar su proyecto de película (aunque sea porno) teniendo en cuenta que aunque sus ganas de conseguir su sueño sean muchas, su presupuesto es mínimo.
E insisto nuevamente, el tema del porno es sólo el mcguffin de la situación, ya que en si la película narra el sueño de sus dos protagonistas de ser los nuevos Tarantino, Spielberg o Scott, destilando el argumento un amor por el cine realmente elogiable (¡solo con ver las ganas que le echan los protagonistas, cueste lo que cueste, uno ya congenia con ellos!). Lo único que sin ninguna experiencia previa, para conseguir empezar se ven obligados a hacerlo por lo que buenamente pueden, con lo cual a partir de ahi las situaciones que genera eso vertebran un guión simpático e ingenioso, al estilo de tantas comedias británicas vistas en los últimos años (Cuatro bodas y un funeral y el largo etcétera que vino después) si bien no deja de caer quizás en ciertos estereotipos marcados por esos films precedentes (el esquema que se establece entre Candy Orificios y uno de los protagonistas podría ser equivalente al de Hugh Grant y Julia Roberts en Notting Hill).
Pese a ello su simpático planteamiento inicial, su agil y divertida resolución en pantalla (apenas hora y media), así como unos actores muy adecuados en sus respectivos papeles (como por ejemplo una Carmen Electra de la que se sabe sacar todo su jugo, teniendo en cuenta sus pocas actitudes como actriz tras una cara y un cuerpo muy bonito) son alicientes más que suficientes para que en principio sea dificil arrepentirse por gastar el dinero en una película tan divertida como esta. Y es que, a fin de cuentas, ¿cuando fue la última vez que una comedia hizo gracia de verdad?
LO MEJOR: Es agil, divertida, entretenida, concisa, graciosa y simpática. ¿Cuantas veces se puede decir todo esto de una comedia, al menos en los últimos tiempos?
LO PEOR: En ocasiones puede pecar de demasiado inocente y un poco arquetípica (pese a lo que parezca, tampoco inventa nada nuevo).
Título: VAYA PAR DE PRODUCTOREX
Título original: I want Candy
Dirección: Stephen Surjik
País: El Reino Unido
Año: 2007
Duración: 89 min.
Género: Comedia
Reparto: John Standing, Tom Burke, Mackenzie Crook, Carmen Electra, Eddie Marsan, Philip Jackson, Michelle Ryan, Tom Riley, Felicity Montagu, Jimmy Carr
Guión: Phil Hughes, Pete Hewitt, Jamie Minoprio, Jonathan Stern
Web: www.iwantcandymovie.com
Distribuidora: Flins y Pinículas
Productora: Ealing Studios, Fragile Films, Thema Productions, Grosvenor Park Films, Sky Movies
Diseño de Producción: Tom Brown
Fotografía: Crighton Bone
Montaje: Alex Mackie
Música: Murray Gold
Productor: Barnaby Thompson, Piers Thompson
Vestuario: Stephanie Collie
SINOPSIS
Frustrados por su pretencioso profesor de cine (Mackenzie Crook), el estudiante de producción Joe (John Riley) y su amigo, el brillante aunque neurótico productor, Baggy (Tom Burke) vuelan a Londres para vender lo que saben que es un guión de oro. Pero en la ciudad parece que se les cierran todas las puertas, hasta que conocen a un productor tan desesperado como ellos (Eddie Marsan) que se muestra dispuesto a darles algo de dinero, siempre que consigan a la estrella que quiere. Sin embargo, hay un problema: la estrella es Candy Orificios (Carmen Electra), la mayor estrella porno del mundo...
CRÍTICA
He de reconocer que una película como esta no me hubiera planteado irla a ver al cine, porque a priori me parecía una nueva vuelta de tuerca al estereotipado ejemplo de comedia adolescente con personajes pensando en sexo de la mañana a la noche. Pero afortunadamente le dí una oportunidad a un film del que (lo reconozco) no sabía ni de su existencia hasta hace bien poco. Y bien hecho por mi parte.
No hay que dejarse engañar por su horrible título español, que parece que quiera recordar al de Vaya par de idiotas (comedia de los Hermanos Farrelly, que también vió cambiado su título original de Kingpin). Y es que lejos del muy arquetípico cine de adolescentes al estilo de American Pie, aqui nos encontramos una comedia británica sin más pretensiones que las de divertir, con una historia simple pero muy simpática, con sus dosis de ingenio pero que al menos no toma por imbecil al espectador, consiguiendo en más de una ocasión (conmigo al menos pasó) que se suelte una sonrisa complice con los protagonistas.
Y es que estos no dejan de ser unos pobres chavales que quieren estudiar para ser cineastas, pero que se ven cohibidos por un profesor que les impone un cortometraje de sólo dos minutos cuando ellos tienen un proyecto de una película de hora y media. Sin renunciar a su sueño irán por las productoras del pais hasta que, tras que todas les cierren las puertas, estan se abrirán en una de cine porno... siempre que consigan para el film a la famosa porno-star Candy Orificios. A partir de ahi la película nos narra todas las divertidas peripecias de sus protagonistas para hacer el casting y levantar su proyecto de película (aunque sea porno) teniendo en cuenta que aunque sus ganas de conseguir su sueño sean muchas, su presupuesto es mínimo.
E insisto nuevamente, el tema del porno es sólo el mcguffin de la situación, ya que en si la película narra el sueño de sus dos protagonistas de ser los nuevos Tarantino, Spielberg o Scott, destilando el argumento un amor por el cine realmente elogiable (¡solo con ver las ganas que le echan los protagonistas, cueste lo que cueste, uno ya congenia con ellos!). Lo único que sin ninguna experiencia previa, para conseguir empezar se ven obligados a hacerlo por lo que buenamente pueden, con lo cual a partir de ahi las situaciones que genera eso vertebran un guión simpático e ingenioso, al estilo de tantas comedias británicas vistas en los últimos años (Cuatro bodas y un funeral y el largo etcétera que vino después) si bien no deja de caer quizás en ciertos estereotipos marcados por esos films precedentes (el esquema que se establece entre Candy Orificios y uno de los protagonistas podría ser equivalente al de Hugh Grant y Julia Roberts en Notting Hill).
Pese a ello su simpático planteamiento inicial, su agil y divertida resolución en pantalla (apenas hora y media), así como unos actores muy adecuados en sus respectivos papeles (como por ejemplo una Carmen Electra de la que se sabe sacar todo su jugo, teniendo en cuenta sus pocas actitudes como actriz tras una cara y un cuerpo muy bonito) son alicientes más que suficientes para que en principio sea dificil arrepentirse por gastar el dinero en una película tan divertida como esta. Y es que, a fin de cuentas, ¿cuando fue la última vez que una comedia hizo gracia de verdad?
LO MEJOR: Es agil, divertida, entretenida, concisa, graciosa y simpática. ¿Cuantas veces se puede decir todo esto de una comedia, al menos en los últimos tiempos?
LO PEOR: En ocasiones puede pecar de demasiado inocente y un poco arquetípica (pese a lo que parezca, tampoco inventa nada nuevo).
CANCIÓN "I WANT CANDY" DE MELANIE C, DE LA BANDA SONORA DEL FILM
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