Viendo la que con toda probabilidad será la última aventura del personaje con
Harrison Ford al frente, uno piensa la suerte que habría corrido el personaje de
Indiana Jones si se hubiera desarrollado como la longeva franquicia de
James Bond, con seis actores hasta la fecha que han encarnado al personaje en sus seis décadas de vida en cines. Esto viene a colación porque
el director Steven Spielberg quiso POR DOS VECES dirigir una película de James Bond (en la época en que dicho personaje tenía los rasgos de
Roger Moore), aunque se lo denegaron en ambas. La frustración se la quitó su amigo
George Lucas con el personaje de
Indiana Jones y, volviendo al inicio de mi crítica, hubiera estado curioso como se hubiera desarrollado en caso de seguir el esquema de
James Bond.
Enfocada esta saga como homenaje a los seriales de aventuras de las décadas de los años 30 y 40 del pasado siglo, tuvo una meritoria trilogía durante la década de los ochenta. Pero siendo una popular saga que podía haber continuado sin problemas, incluso con relevo de actor protagonista, la cuestión es que la cuarta aventura llego en 2008, casi dos décadas después de la precedente. No acabando de convencer en general al público (
no fue mi caso) su triunfo en taquilla lleva hasta la presente, que también ha tardado en ver la luz 15 años desde la anterior, siendo la ¿última? con
Harrison Ford.
Volviendo al símil con
James Bond hay que citar que por muchos sustitutos que tuviera el personaje, su primer actor marcó tendencia, con lo cual para muchos
Sean Connery sigue siendo el que mejor lo encarnó. Eso le serviría de consuelo a
Spielberg cuando le hizo encarnar al padre de
Indiana Jones en la tercera entrega, cerrando un círculo que para muchos tenía que haberse quedado allí, pero en un revival nostálgico el famoso arqueólogo volvió en el 2008 de la mano de sus responsables... y las expectativas del público (que
igual esperaba el Segundo Advenimiento de Cristo, cuando tan solo se trataba de una película, como dijo el productor
George Lucas) provocaron esa general insatisfacción. Pero como "poderoso caballero es don dinero", su recaudación fue la mayor de la franquicia hasta aquel momento, por lo que se puso en marcha una quinta donde
Spielberg ha delegado sus funciones como director en
James Mangold (responsable de la notable
Logan, con otro héroe crepuscular como
Lobezno de protagonista), aunque si repite de nuevo por quinta vez un mítico
Harrison Ford dando vida (a sus 80 años) a un
Indiana Jones al que encarnó por primera vez hace cuatro décadas.
Cabe indicar que el actor resulta convincente volviendo a enfundarse los míticos látigo y sombrero que uno asocia con este personaje, e incluso me atrevería a decir que la media hora inicial de esta película es aún más Indiana Jones de lo que fue toda la cuarta entrega (pese a que yo soy de los que salió más o menos satisfecho, aún admitiendo que es inferior a la trilogía que la precede) En ese tramo inicial se concentra toda la esencia del arqueólogo más famoso de la historia del cine, aunque lo que más se vaya a comentar sea el rejuvenecimiento digital que le aplican al protagonista, logrando que Ford luzca como lo hacía en las entregas estrenadas en la década de los ochenta. Quizás por lo mucho que se habló de eso antes de su llegada a la cartelera ha sido uno de los detalles más comentados, y por lo tanto sabían que el público lo miraría con detenimiento. Pues bien, en mi caso tengo que decir que, aún sabiendo dicho retoque digital, la sensación final que ofrece es BASTANTE CREÍBLE sin ser perfecta, de ahí mis interrogantes en el segundo párrafo de esta crítica sobre si sería la última... porque con este método caben todas las que se quieran inventar.
De hecho se podría decir que esta quinta aventura supera a la cuarta en sus dos tercios iniciales, ya que aquí si se ofrece todo lo que un fan de Indiana Jones espera en una película de Indiana Jones, incluyendo ese enemigo vital que ha estado presente en todas las entregas impares de la franquicia: los nazis. Algunos tildarán esta película de mero fan-service para contentar a aquellos que quedaron descontentos con la cuarta, ya que está plagada de detalles más o menos evidentes que nos recuerdan a los episodios precedentes, funcionando unos mejor que otros (incluyendo una explicación coherente a la ausencia del hijo del protagonista que encarnó Shia LaBeouf en la cuarta, que se perfilaba quizás como sustituto de su progenitor, pero que aquí no aparece) Y aunque la labor de Mangold es meritoria, es justo admitir que con media hora menos (su duración son unos extensos 154 minutos) hubiera podido lograr un resultado final, sino mejor, si al menos equivalente al de la trilogía inicial, siendo en su último tercio donde se decanta por cierto recurso fantástico que me dió la sensación de que se aprovecha de forma algo desigual, a tenor de sus posibilidades.
Creo que no seré el único que, cuando queda claro lo que hace el famoso dial de su título, uno esperaba que eso les sirviera a los nazis para reafirmar su reino del terror. En cambio se dan cuenta de que no es lo pensado justo cuando están metidos en el meollo de la cuestión, llevando la acción a otro destino que resulta aceptable... pero provocando un evidente bajón en el interés (al menos a mi) Una vez allí aún hay tiempo para que uno tema que sus responsables se decanten por cierto giro argumental emotivo (en esencia, por lo que representa para Jones) pero gratuito (en planteamiento, ¿a esas alturas te vas hacia lo melodramático?) Finalmente es ese último tercio el que funciona de una manera correcta pero perdiendo la trascendencia lograda por lo previo, así como respecto a su brillante tramo inicial, aunque en conjunto El dial del destino es un digno colofón al personaje (si lo respetan) con un reparto funcional donde algunos destacan (como Mads Mikkelsen, Boyd Holbrook o Toby Jones), otros cumplen bien (como Phoebe Waller-Bridge o Antonio Banderas) y otros no tanto (como Ethan Isidore, en un papel que hace recordar al de Ke Huy Quan de El templo maldito)
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 28 de junio de 2023.
- Galería de posters por este enlace.