domingo, 10 de diciembre de 2006

Crítica de cine: HAPPY FEET: ROMPIENDO EL HIELO

FICHA TÉCNICA

TITULO ORIGINAL: Happy Feet
AÑO: 2006
DURACIÓN: 108 min.
PAÍS: Australia
DIRECTOR: George Miller
GUIÓN: George Miller, Warren Coleman, John Collee, Judy Morris
MÚSICA: John Powell
GÉNERO: Animación
PRODUCTORA: Coproducción Australia-USA; Warner Bros. Pictures / Kingdom Feature Productions / Kennedy Miller Productions / Village Roadshow Pictures

SINOPSIS

En la gran nación de los Pingüinos Emperador, en lo más profundo de la Antártida, no eres nadie si no sabes cantar, lo cual representa una gran desventaja para Mumble, que es el peor cantante del mundo. Ha nacido bailando según su propio estilo... claqué. Aunque la madre de Mumble, Norma Jean, cree que este pequeño hábito es estupendo, su padre, Memphis, dice "no es propio de pingüinos". Además, los dos saben que, sin una "Canción del corazón", Mumble no encontrará nunca el verdadero amor. Como si fuera cosa del destino, su única amiga, Gloria, es la mejor cantante de los alrededores. Mumble y Gloria establecen una relación desde el momento en el que se conocen, pero ella lucha con sus extrañas costumbres "hippity-hoppity". Mumble es demasiado diferente, especialmente para Noah el Viejo, el severo líder de la Tierra del Emperador, que finalmente le echa de la comunidad. Lejos de su hogar por primera vez, Mumble se reúne con un numeroso grupo de pingüinos totalmente diferentes de los de la nación del Emperador: los Amigos de Adelie. Guiados por Ramon, los Amigos de Adelie se aficionan inmediatamente a los estupendos bailes de Mumble y le invitan a formar parte de su grupo. En la Tierra de Adelie, Mumble pide consejo a Lovelace el Guru, un chiflado pingüino Rockhopper que contestará todas las preguntas sobre la vida por el precio de un guijarro. Junto con Lovelace y los Amigos, Mumble emprende viaje a través de amplios paisajes y, después de algunos encuentros épicos, demuestra que ser fiel a uno mismo es muy importante.

CRÍTICA

La animación por ordenador se supera con cada nueva película, hasta llegar a cotas de hiperrealismo realmente asombrosas. "Happy Feet" es el último ejemplo de ello, pero quien piense que detrás tenemos a la factoria Pixar (la más grande actualmente en lo que se refiere a animación por ordenador) se equivoca.

En este caso el responsable es George Miller, quien hace poco más de una década nos sorprendió con "Babe, el cerdito valiente", película que caló tan hondo en los espectadores que incluso consiguió varias nominaciones a los Oscars, incluida como mejor película. Tras varios años sin nada nuevo, ahora nos presenta este "Happy Feet", una película de animación por ordenador realmente fabulosa en el aspecto visual, con unas imágenes que si ya de por si se ven impresionantes en una pantalla de cine normal, recomiendo fervientemente que quien tenga la oportunidad de verla en formato IMAX que lo haga, porque seguro que allí debe de ser un espectaculo fabuloso.

Y es que la calidad gráfica de la película es de una belleza magistral porque recrea PERFECTAMENTE todo el ambiente que rodea a los pingüinos, e incluso también a estos (aunque claro, con las lógicas concesiones que los "humanizan" de cara al argumento que nos narra la película). Y la mayor sorpresa viene al final, porque la presencia de seres humanos tan perfectamente hechos te hace dudar durante unos instantes si de verdad ya han logrado tal maestria en los detalles, hasta que al final te apercibes de que estan mezclando imagen real y animación por ordenador... ¡¡¡y lo estan consiguiendo maravillosamente bien!!!

En cuanto al argumento en si de la historia, personalmente me recordó al de "El Rey León" (ahi es nada, también una de las mejores película de la Disney de toda su historia) con un protagonista que se ve separado de su grupo por circunstacias de la vida, emprendiendo el que será un viaje de iniciación para él. Todo ello mezclado (cual si de un musical se tratara) por las canciones que entonan los pingüinos y las coreografias de Mumble, el protagonista, que son las que le hacen diferente al resto de los suyos.

El problema quizás radica en el mensaje ecológico que te quiere transmitir la historia, realmente muy respetable y muy loable, pero quizás un poco simple, ya que en el fondo harian falta MUCHAS PERSONAS para que realmente el ser humano se concienciara del daño que le está realizando a la Naturaleza. Eso sí, si películas como esta sirven para concienciar a alguien (y los más proclives serían los espectadores infantiles), pues bienvenida sea. Pero como films con mensajes como este ya he visto yo más de uno y de dos, y la cosa continua igual, da más la sensación de ser un grito en el desierto que algo que de verdad vaya a cambiar algo.

Y quizás sea eso, al mismo tiempo, lo que entorpece un poco el resultado final de la película, ya que en si "Happy Feet" vendría a ser una mezcla de un documental de la National Geographic, "El Rey León", un musical y una película con mensaje ecológico (todas las opciones realmente muy buenas)... pero como al final no parece tomar partido por ninguna opción en particular, queda esa sensación final de haber visto un espectaculo REALMENTE BRILLANTE visualmente (no me extrañaría que fuera la ganadora de este año del Oscar a la mejor película de animación) pero que no acaba de ser esa película realmente magistral e imperecedera que por los materiales de origen uno podría llegar a pensar.

CALIFICACIÓN: ····

LO MEJOR: La animación es ESPECTACULAR. Así en mayúsculas. Y desde luego que si la película es una gozada visual en un cine convencional, quien pueda verla en formato IMAX se la recomiendo, porque allí debe de ser ya una experiencia sublime. Además la historia es entretenida (aunque algo irregular).

LO PEOR: La mezcla de géneros (documental, musical, ecológico) sin ahondar a fondo en ninguno de ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vi por pura casualidad y no me dejó indiferente. Pero como bien dices, mezcla mucho y aclara poco. Aún así, te quedas impactado con la calidad visual. Totalmente recomendable de ver y un buen momento en el cine, no se ha de esperar.