Título: Caperucita Roja, ¿a quién tienes miedo?
Título original: Red Riding Hood
Dirección: Catherine Hardwicke
País: Canadá, Estados Unidos
Año: 2011
Fecha de estreno: 15/04/2011
Duración: 100 min.
Género: Romance, Thriller, Fantástico
Reparto: Amanda Seyfried, Gary Oldman, Lukas Haas, Billy Burke, Julie Christie, Virginia Madsen, Shiloh Fernandez, Michael Shanks, Michael Hogan, Max Irons
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Warner Bros. Pictures, Appian Way, Random Films
SINOPSIS
Seguro que nunca te han contado el cuento de Caperucita Roja como en esta película. Valerie (Amanda Seyfried) es una hermosa joven que se ve obligada a casarse por dinero con Henry (Max Irons) aunque, en realidad, su corazón pertenece a Peter (Shiloh Fernández). La situación se vuelve dramática para los dos amantes, que planean una fuga. Pero su plan fracasa cuando se difunde que la hermana de Valerie ha muerto devorada por el hombre lobo que habita en la oscuridad del bosque.
Sedientos de venganza, los vecinos del pueblo contratan los servicios del predicador Solomon (Gary Oldman) para que les ayude a vencer al monstruo. Sin embargo, la bestia, al oler el peligro, toma una nueva estrategia y adopta la forma de un caballero durante el día, pasando desapercibida para todo el mundo... excepto para Valerie, que poco a poco irá juntando las piezas de un puzzle siniestro.
CRÍTICA
Tengo que reconocer mi pasión por Amanda Seyfried. Desde que la descubrí en la película Mamma mia! (y para ser exactos en el videoclip de la canción Gimme! Gimme! Gimme! (a man after midgnight) de la banda sonora del citado film) que quedé eclipsado por su belleza y hermosura. Es por ella el motivo principal por el que me arriesgué a ir al cine a ver esta película... y al final es tan solo ella (y relativamente) lo mejor del film.
Tras el éxito el pasado año de la Alicia en el Pais de las Maravillas de Tim Burton son muchos los estrenos que se preparan adaptando cuentos infantiles (sin ir más lejos hasta dos versiones de Blancanieves verán la luz el próximo año) De todas ellas la más adelantada, y la que ha llegado antes, ha sido esta readaptación moderna del clásico de la Caperucita Roja, con lo cual ese aspecto también me resultó atractivo, ya que no en vano si convertimos a la niña protagonista en una muchacha podemos tener perfectamente una cierta visión sexy del mito (aparte de que como resultado del film de Burton, tengo que reconocer que su versión me gustó (pese a no ser redonda), con lo cual acepto variaciones sobre mitos sin relativos problemas)
El problema es la directora, o sea, Catherine Hardwicke. Esta señora fue la que realizó la primera entrega de la saga Crepúsculo, la cual (y pese a sus evidentes carencias) no me pareció mala. El problema es cuando de algo que no da para más se quiere estrujar para sacarle todo el jugo, y de ahi que la citada franquicia haya ido evolucionando a peor, motivado también por unos hieráticos actores a cual peor (Robert Pattinson pone una cara de pena que es para ahostiarlo a ver si espabila, aunque la que es digna de mérito es el rostro de entre aburrimiento y asco de Kristen Stewart) Pues bien, la citada señora que inició la citada saga fantástico-romántica ha mezclado a Caperucita Roja con Crepúsculo (y poniendo algunas gotas de otros films como El bosque de Shyamalan o Beowulf) perpetrando al final un espectáculo donde salvo algún que otro detalle conseguido, el resto es simple material de derribo.
De los protagonistas masculinos (que ni me molestaré en especificar cual es cual ya que ninguno destaca) está clara la desesperación por emular al hombre lobo y al vampiro de Crepúsculo, mientras que lo único agradecido es una Amanda Seyfried que (pese a todo) no explota como debería el morbo del personaje al que le toca encarnar. La fotografía del film también está conseguida en algunos momentos (sobretodo cuando se destaca el rojo de las vestimentas de la protagonista frente a los otros colores) pero casi que eso sería lo único: el resto se mueve entre intentar saber qué personaje es el hombre lobo de esta historia (la cual encima juega tramposamente con el espectador para que todos sean sospechosos) y el soso triángulo amoroso entre la protagonista y sus dos pretendientes.
En cuanto al resto del reparto poco hay que añadir, ya que ninguno hace nada especialmente destacable (lo cual es una lástima teniendo en cuenta que por ahi circulan mujeres tan guapas como Virginia Madsen ejerciendo de madre de la protagonista) aunque quien se lleva el premio (a peor) sería Gary Oldman. ¡Quien te ha visto y quien te ve! El que fuera uno de los mejores actores de los noventa en clásicos como el Drácula de Coppola realiza aqui una intervención patética como el Van Helsing de la historia, en un papel tan risible como poco temible (por mucho que quieran aparentar lo contrario)
LO MEJOR: Amanda Seyfried, la idea inicial de la historia (llevar a un terreno más adulto el clásico cuento) y algún que otro acierto visual.
LO PEOR: Convertirme la historia en una variante de la empalagosa saga Crepúsculo, derivando todo en un triángulo amoroso sólo apto para muchachas adolescentes con las hormonas revueltas. Y que lástima que en productos así se vean metido actores en otra época buenos como Gary Oldman.
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