jueves, 16 de agosto de 2012

EL LEGADO DE BOURNE, de amnésico a pastillero

FICHA TÉCNICA

Título: El legado de Bourne
Título original: The Bourne Legacy
Dirección: Tony Gilroy
País: Estados Unidos
Año: 2012
Fecha de estreno: 15/08/2012
Duración: 135 min.
Género: Thriller, Aventuras, Acción
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Jeremy Renner, Rachel Weisz, Edward Norton, Joan Allen, Donna Murphy, Oscar Isaac, Scott Glenn, Albert Finney, David Strathairn, Corey Stoll
Guión: Tony Gilroy, Dan Gilroy
Distribuidora: Universal Pictures
Productora: Universal Pictures, Bourne Film Productions, Bourne Four Productions, Captivate Entertainment

SINOPSIS 

Hace una década conocimos a Jason Bourne mientras unos pescadores le sacaban del mar Mediterráneo. Durante tres películas seguimos sus pasos mientras intentaba sobrevivir y descubrir su identidad. Vimos a sus controladores de la CIA organizar auténticas operaciones internacionales para deshacerse de él. Descubrimos el programa Treadstone, las impresionantes habilidades de Bourne y, al concluir la trilogía, quizá pensamos que la historia había terminado.

Pero El legado de Bourne desvela una intriga mucho más oscura, una mitología mucho más profunda y a un nuevo héroe que deberá luchar para seguir con vida cuando su programa se convierte en un peligro. Descubriremos que hay varios programas de inteligencia y que Treadstone, de la CIA, era simplemente uno de los primeros. Ahora se trata de impedir que salgan a la luz los otros programas.  

Aaron Cross es uno de los seis agentes secretos creados por el programa Outcome. Los agentes de este programa no pertenecen a la CIA, sino al Departamento de Defensa. No han sido diseñados para asesinar, sino para funcionar en solitario en misiones altamente arriesgadas de larga duración. El estudio del comportamiento que dio pie al programa Treadstone ha avanzado mucho, pero dado que ambos programas comparten el mismo origen, Outcome se convierte en un peligro cuando la historia de Bourne pasa al dominio público.

CRÍTICA

¿Es posible hacer una cuarta entrega de una saga sin su protagonista principal, pero aún así recuperando su nombre para ganar taquilla? La respuesta es si, como demuestra este film, que no tiene ya ni al actor (Matt Damon) ni al personaje (Jason Bourne) que encandiló a toda una pléyade de espectadores en la trilogia previa. En esta ocasión es el turno de Aaron Cross, rol a cargo del emergente Jeremy Renner (ya visto en Misión Imposible 4: Protocolo fantasma compitiendo con Tom Cruise, o en la reciente Los Vengadores como Ojo de Halcón)

La duda en esta secuela-reboot (ya que funciona tanto como continuación de la trilogia protagonizada por Damon como nuevo inicio dentro del mismo universo) era saber si conservaría parte del espiritu de las anteriores entregas o seguiría por nuevos terrenos, y se podría decir que la cosa queda "mitad y mitad" ya que hay referencias previas, sobretodo con la presencia de algunos actores ya vistos antes como Joan Allen, Scott Glenn o David Strathairn, pero eso apenas pasa de simple cameo, centrándose en los nuevos personajes... para bien o para mal.


En la trilogía original, al menos en sus inicios, costaba mucho imaginarse como agente especial al protagonista, ya que los rasgos de Damon no acaban de cuadrar con los de un "tipo duro", si bien fue evolucionando poco a poco hasta resultar factible en el final de la misma. En ese sentido Jeremy Renner sale ganando, porque resulta totalmente creíble desde su primera aparición, pese a esa especie de superhéroe en el que se transforma (lo digo por sus exageradas buenas condiciones físicas), todo debido según el guión a la experimentación genética a la que ha sido sometido (de ahi su punto debil con las pastillas que le mantienen en dicha "condición", nuevo macguffin que sustituye a la amnesia del personaje de Bourne)

Las otras dos inclusiones llamativas de este "legado" son el de la chica del héroe y el del villano de la función, papeles a cargo de actores tan solventes como Rachel Weisz y Edward Norton respectivamente, pero en ambos casos sus personajes son más bien esquemáticos, ya que no aportan nada extra a su simple función (ella por un lado resulta quizás demasiado pasiva, mientras que de él, como gran villano del film, nos deja pendientes de un duelo con el protagonista que nunca se llevará a cabo, supongo que en pos de ese final abierto para una nueva futura entrega de la franquicia)

Y un error que se podía achacar a los anteriores films, y que aqui permanece, son unas escenas de acción mareantes, donde es muy dificil enterarse de lo que se está viendo, por culpa de ser una catarata de planos de medio segundo donde el ojo tan solo puede dislumbrar un batiburrillo con cierto sentido de la (supuesta) coherencia. Eso es más evidente todavía en la persecución final, con grandes dosis de acción pero dentro de un galimatias visual dificil de seguir, lo cual ensombrece una película (no lo negaré) muy bien rodada en el resto.

Por último otro gran error del film es no aburrir (al menos a mi no) pero a costa de expandir y dilatar hasta los 135 minutos una historia que, una vez planteada, te das cuenta que a duras penas llegaba para llenar un capítulo de una serie de televisión de 45 minutos. No digo que lo que es al final sea malo, pero sin duda alguna una buena labor de montaje reduciendo el metraje hubiera dado un resultado superior al simple entretenimiento que acaba siendo.

LO MEJOR: Es un entretenimiento solvente y un decente reboot (más que secuela) de la saga.

LO PEOR: Las evidentes comparaciones con la trilogia anterior (para bien o para mal, eso ya depende de cada cual)

1 comentario:

David del Bass dijo...

Hola! me ha gustado mucho tu blog, no lo conocía, te invito a pasarte por el mío cuando quieras, un abrazote!