Título: Sinsajo
Título original: Mockingjay
Autora: Suzanne Collins
Año de publicación: 2010
Editorial: Molino
Precio: 16 €
Páginas: 422
SINOPSIS (aviso, puede tener spoilers para los que no hayan leído las entregas previas, saltar directamente a la reseña en tal caso)
Katniss Everdeen, ha sobrevivido de nuevo a LOS JUEGOS, aunque no queda nada de su hogar. Gale ha escapado. Su familia está a salvo. El Capitolio ha capturado a Peeta. El Distrito 13 existe de verdad. Hay rebeldes. Hay nuevos líderes. Están en plena revolución. El plan de rescate para sacar a Katniss de la arena del cruel e inquietante Vasallaje de los Veinticinco no fue casual, como tampoco lo fue que llevara tiempo formando parte de la revolución sin saberlo. El Distrito 13 ha surgido de entre las sombras y quiere acabar con el Capitolio. Al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso plan..., todos menos Katniss.
RESEÑA
Antes de comenzar esta reseña he de dejar una cosa clara, como parte de una trilogia lo mejor (y lo lógico) antes de que el posible lector se lie con esta obra es el haber leído las dos previas, Los juegos del hambre y En llamas (mis reseñas de ambas las teneis respectivamente en este enlace y en este otro) Quien se haya embarcado de la mano de Suzanne Collins con Katnis Everdeen (nuestra protagonista) en sus aventuras y su evolución como ser humano en este distópico futuro en el que está ambientada esta saga, ha de experimentar todas las sensaciones que proporciona la lectura de este colofón definitivo para una trilogia realmente apasionante.
Si en mi reseña de la anterior entrega comparaba que su final era realmente tan excitante como el de todo un clásico como El Imperio Contraataca (por citar de ejemplo una historia con final abierto alabada de manera unánime) la sensación continua cuando en esta tercera entrega salimos de la Arena donde transcurrieron los primeros Juegos y el Vasallaje de la segunda entrega, para encontrarnos ya en plena revolución, donde los distritos comienzan su ofensiva contra el opresor Capitolio enárbolando como estandarte de su revuelta a una Katniss Everdeen que como vencedora de los Juegos se transforma (de manera metafórica) en el Sinsajo que da título a esta tercera entrega.
No hay que llevarse a engaños pensando que como esto es una novela juvenil (de hecho en si toda la saga) su lectura es algo complaciente y sin hechos traumáticos: si en los anteriores episodios vimos que la historia no se corta en mostrar todo tipo de asesinatos (algunos, los menos, orquestados por la propia protagonista, demostrando cierta ambigüedad respecto a quien espere una heroina al estilo clásico y libre de pecado) eso ocurre más aún aqui, donde lo que antes era un violento juego ahora se transforma en una guerra con todas las de la ley en donde nadie está a salvo. Y ahi es donde vuelve a sorprender la autora, ya que como todo enfrentamiento armado, no hay vencedores ni vencidos, sino víctimas (algo que este Sinsajo deja muy claro).
Si a En llamas se le podía echar en cara cierto esquema de repetición respecto a Los juegos del hambre, eso no ocurre aqui, donde de nuevo en primera persona asistimos a como Katniss se convierte en estandarte de la revolución, quiera ella o no. Tendrá que lidiar con los diferentes frentes que se abren a su alrededor (y en donde las maquinaciones y los secretos envuelven a ambos bandos contendientes), mientras sigue el triángulo amoroso entre ella y sus dos posibles pretendientes (Gale y Peeta) con el problema añadido de que uno está en manos del Capitolio y no se sabe que le harán y como le afectará (y la respuesta a ambas preguntas no es ni mucho menos agradable para nuestra protagonista).
La crítica presente en las anteriores entregas contra la falta de humanidad reinante (y en donde tenian cabida los citados Juegos del Hambre, una variante de reality-show llevada al extremo) continúa aqui desde el punto de vista de los dos frentes del conflicto: si esos juegos servian para entretener a la población y como medio de dominación, al estallar la revolución ambos mandos demuestran en sus respectivas propagandas bélicas que quieren manipular y controlar a los supervivientes, mostrando de nuevo el espíritu visto en las anteriores entregas donde se anima al lector al libre pensamiento, sin cortapisas orquestadas por los poderes fácticos (sean de uno u otro bando).
Y todo ello le sucede a nuestra protagonista de manera dolorosa, porque sus sentimientos se verán marcados por los diferentes acontecimientos, hasta llegar a un tramo final donde su cuerpo y su mente se han visto tan afectados por los horrores de la contienda que aunque se abre ante ella un futuro esperanzador, la huella dejada por la guerra contra el Capitolio la marca de por vida (como bien nos muestra el epílogo final) Y eso hace que el lector (que desde el primer momento tiene una empatía total con Katniss) se quede con el regusto amargo del drama que nos lleva a la conclusión que antes he citado: en un conflicto armado (sea por lo que sea) no hay quien gana y quien pierde, porque TODOS de alguna manera salen perdiendo.
LO MEJOR: Quien haya llegado hasta aqui es que ha disfrutado con las anteriores entregas, con lo cual ya sabe de sobra lo mejor de esta saga literaria. Por destacar algo quisiera citar el ataque final contra los niños que da un giro total a la guerra, y que sorprende por su crudeza en una obra en principio orientada hacia el público juvenil (pero que con sinceridad recomiendo a todo el mundo), y en el cual comenzará el doloroso tramo final para nuestra protagonista. También destacaría el abuso y la manipulación de la que eran objeto los tributos ganadores de anteriores ediciones de Los Juegos del Hambre, demostrando que sobrevivir a la arena no era ni mucho menos el final del sufrimiento para la víctima.
LO PEOR: No es malo, pero el final está lejos de ser idílico y bucólico. Hay que prepararse para lo peor, porque la victoria tendrá un duro pago para la protagonista.
2 comentarios:
Ya me he bajado los 3 libros del blog LST (Libros sin Tinta) y espero leermelos pronto, a ver si puedo.
No te arrepentirás Nerea, o al menos eso creo.
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