miércoles, 2 de abril de 2014

Reseña de la temporada 4 de THE WALKING DEAD (¡peligro SPOILERS!)


Aunque desde sus inicios marcó diferencias con su homónima en los comics, la serie The walking dead nunca ha llegado a alcanzar la excelencia, debido a la disparidad de las líneas argumentales, que han ido mezclando (con desigual suerte) momentos impactantes que nos mantienen atentos a la pantalla con otros, más pausados y que se supone que tenian que servir para desarrollar a los personajes. Esa ambigüedad es la que me lleva a continuar con la serie, esperando que me de algunos de esos buenos momentos que he leído en los comics, aunque sea de diferente manera (como el final de Hershel aqui, decapitado por el Gobernador de la misma manera que lo fue Tyreese en los comics).

El problema es que la obra original de Robert Kirkman es cada vez menos sorprendente y más repetitiva, hasta el punto de que al paso que vamos aún les adelantará la serie (si es que tiene aguante para tanto), por lo que temo el momento en que eso ocurra, cuando se podría dar un final coherente a la historia, y no estirarla cual si fuera goma elástica, con riesgo de que se rompa y entonces si que nos decepcione a todos. Y es una lástima, porque esa excelencia que citaba antes si estaba en el comic en sus inicios, con ejemplos tan evidentes como todo lo que rodea al personaje del Gobernador.

Los que sigan The walking dead por las viñetas saben que llevamos demasiados meses con Negan, un personaje que se nota heredero del Gobernador antes citado, pero al que estan intentando sacarle todo el jugo posible, de tal manera que la historia se está haciendo repetitiva y pesada, con leves apuntes de originalidad (como lo que han hecho los villanos en los últimos números, de contaminar sus armas con materia orgánica zombi, de tal manera que una herida con más o menos posible cura se convierte en una ¿clara? sentencia de muerte)

Pero antes de saber por que derroteros avanzará la futura quinta temporada de la serie de televisión, y valorando la cuarta en esas dos partes que vendrían a ser como dos mini-temporadas, hay que reconocer que han estado mejor los 8 episodios finales que los 8 iniciales. Y es que The walking dead siempre está en el fino hilo de lo monótono: si ya la temporada 2, con 13 episodios pecó de momentos con nula evolución de la trama, alargar hasta los 16 las siguientes temporadas ha sido un error, si bien han conseguido sortearlo con mayor o menor acierto sobretodo en la tercera por mostrarnos las diferentes ofensivas entre el grupo de la prisión y los de Woodbury comandados por el Gobernador.

El problema de haber dejado vivo a este último ha hecho que su amenaza estuviera presente en los 8 episodios iniciales de esta cuarta temporada, llevándonos a un final de esa primera mitad claro deudor de su homónimo en los comics, y que pese a llegar tarde lo hizo con acierto (aunque a mi se me hizo más interesante todo el periplo previo del Gobernador desde como lo dejamos en la tercera temporada hasta que lo reecontramos aqui, si bien a los que convence para llevar a cabo su venganza contra el grupo de Rick lo veo demasiado forzado, más coherente hubiera quedado con sus propios seguidores que tenía en la tercera temporada)


A partir de ahi el grupo se disgregó, centrándose la segunda mitad de temporada en el desarrollo de personajes de manera bastante destacada, dedicando capítulos íntegros a la evolución de esos pequeños grupos de supervivientes formados tras el abandono de la prisión. El resultado global es bueno, con momentos excelentes como por ejemplo todo lo relacionado con la pequeña Lizzie, que ha llevado a que el capítulo 14 fuera el más impactante de esta segunda mitad de temporada, por lo que sucede debido a la incapacidad de la niña para entender a los zombis como lo que son (provocando su ejecución por seguridad del resto por parte de Carol) Lo curioso es que se atreven con un giro así (paralelo a uno leído en los comics) pero luego engañan sobre el destino de Judith, pensando que el bebe acaba muerto (su sillita con manchas de sangre así lo daba a entender) para luego resultar que la había salvado Tyreese.

Entre los personajes que van mejorando está sin duda el de Carol: convertida en toda una dura superviviente ya poco queda de la mujer maltratada de la primera temporada y que pierde a su única hija (en la segunda) lo que ya entonces me pareció un poco de ensañamiento contra el personaje (como de aquello hemos acabado en lo citado del capítulo 14 resulta asombroso) Otros que también han tenido una buena evolución han sido los Grimes: mientras que Rick ha demostrado su mayor agresividad (ver cuando arranca el cuello de su atacante de un mordisco, en el capítulo final de temporada), su hijo Carl ha tenido que madurar a la fuerza debido a las circunstancias, quedando lejos el chaval inocente de sus inicios.

Otro detalle que me ha gustado ha sido el conocer algo más del pasado de Michionne, así como la búsqueda entre si que se hacen Glenn y Maggie (con momentos tan destacados como los del tunel lleno de zombis del penúltimo episodio) lo que ha llevado a dejar un poco secundario, si bien eso no ha afectado a su carisma, a Daryl Dixon (aunque aqui si tengo que romper una lanza por la versión original, ya que el cambio de doblador de este personaje le ha hecho un flaco favor al mismo) Ahora los dejamos a (casi) todos atrapados en la Terminal, con lo que el próximo octubre veremos si la serie evoluciona para bien (aún lo puede hacer, ya que tiene elementos para ello) o cae en esa monotonía de la que ha pecado en ocasiones.

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