domingo, 18 de agosto de 2024

SOY LEYENDA de Richard Matheson, adaptación a novela gráfica de Sergio Hernández y Toni Caballero (reseña)

En muchas ocasiones se despotrica cuando se estrena una adaptación literaria o de cómic a un formato visual, ya que por el camino suelen quedarse detalles que, en algunos casos, habrá quien los considere primordiales. Pero aún así siempre mantengo la esperanza de que si sabe captar la esencia necesaria del original como para que llame la atención a un neófito, bienvenida sea: no en vano lo encandilado que me dejó el primer Spider-Man de Sam Raimi fue el que me hizo zambullirme en el mundo de las viñetas.
 
Lo mismo que me pasó a mi con la citada película les ocurrió a Sergio Hernández y Toni Caballero, los responsables de esta adaptación en cómic del clásico literario Soy Leyenda de Richard Matheson: siendo adolescentes, como indican en el material extra de este tomo, les impactó la adaptación homónima del 2007 protagonizada por Will Smith, interesándose luego tanto por el material original como por otras adaptaciones, por lo que cuando surgió este proyecto vino a ser como un sueño hecho realidad. 

Hay que tener en cuenta que la obra literaria original tiene ya 70 años (Soy leyenda se editó en 1954) y ha tenido hasta el momento tres adaptaciones cinematográficas: una primera con Vincent Price, la siguiente con Charlton Heston y la tercera antes mencionada con Will Smith. Cada una de ellas adaptó la novela a un periodo temporal concreto, pero todas se ciñen a lo más básico: Robert Neville es el último hombre vivo después de que una pandemia haya convertido a toda la humanidad en vampiros. La historia se centra en ver como es su vida en soledad, bordeando la locura y las ideas suicidas debido al acoso al que cada noche le someten esas criaturas, mientras investiga sobre alguna posible explicación (y quizás remedio) a dicho apocalipsis pandémico.
 
El trabajo que llevan a cabo aquí sus responsables resulta modélico, ya que en contraposición a lo que uno pensaría de una historia como esta (donde tendría que prevalecer la oscuridad, siendo en ella donde se refugian los vampiros que acosan a Neville), se decantan por un estilo gráfico amerimanga bastante colorido, que pese a que en un principio pueda levantar suspicacias, una vez leído se antoja una decisión tremendamente acertada, ya que sabe transmitir los aspectos claves de la obra de Matheson. Con un dibujo pop, que moderniza de forma destacable todos los elementos básicos originales, su mayor handicap quizás estaría en el hecho de que la condensación de la novela original lleva a que en algunos momentos parezca que todo sucede en un suspiro (por ejemplo lo del perro), dando una sensación de ritmo acelerado.

Y llegados a este punto se cierra el círculo, porque quizás algún lector de este cómic le guste lo suficiente como para interesarse y descubrir la obra original de Matheson. Desde luego que sus responsables hacen un trabajo digno para que se de esa posibilidad, ya que estamos ante una notable adaptación.

CALIFICACIÓN: Bueno (4/5)

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