Todo empezó con la lluvia verde. Nadie supo que era pero de repente los cielos de todo el planeta estaban verdes. Tanto de día como de noche se veían unos minúsculos puntos verdes que caían a millones desde el cielo, siendo visibles tanto de día como de noche.
Los científicos investigaron, pero no se sabía que era. También se activó la alarma de los superhéroes, pero en principio parecía que no había ningún peligro. Simplemente eran como una especie de granos (más pequeños que un grano de arroz) de color verde fosforescente (de ahí que fueran visibles también de noche) pero a priori no parecían hacer nada, ni tener nada, ni ser tóxicos, contaminantes o peligrosos de ninguna manera para el género humano. Incluso muy pocos tocaban el suelo, porque la mayoría parecían fundirse al entrar en la atmósfera (esa "fundición" de los granos que no podían atravesar la atmósfera era, según los científicos, lo que daba el aspecto verde a la "lluvia").
La lluvia verde duró una semana. En todo lo ancho del globo terráqueo se pudo ver, de tal manera que quien dormía la veía al despertar, y quien no quería salir a la calle lo veía por televisión. La sorpresa y el desconcierto inicial dio pasó a la curiosidad, por lo que grandes cantidades de personas se reunían en los sitios donde había una lluvia verde más intensa, generalmente cerca de núcleos urbanos como ciudades.
Matt Murdock escuchaba los comentarios asombrados de la gente, pero él no podía ver nada, ya que era ciego. Si tuvo en sus manos algunos granos que habían conseguido llegar a la Tierra, pero (al igual que el resto de superhéroes) no encontró motivos para pensar que aquello fuera una amenaza. Y la lluvia verde continuó durante una semana.
Al despertarse el octavo día de lluvia verde, Matt Murdock se dio cuenta que no escuchaba nada. Entonces, de repente, sus oídos supersensitivos empezaron a escuchar gritos de terror y de miedo. Sin saber aún la causa se puso su uniforme de superhéroe y salió hacía el origen de los gritos. Al salir se dio cuenta de que no podía determinar el origen de los gritos, porque estos provenían de todas partes. Y, estremecedoramente, todos coincidían.
La gente estaba ciega. Todos. Y todos estaban asustados porque no sabían que hacer. Daredevil intentó ayudar a los que pudo, para evitar accidentes, pero pronto tuvo que dejarlo porque la histeria de la gente (y su propia sorpresa, ya que Matt Murdock no sabía lo que pasaba) hizo que pronto desistiera. Decidió ir a ver a Reed Richards.
Al llegar al Edificio Baxter se dio cuenta de que las cosas no habían ido mejor allí. El edificio ardía por una de sus plantas, ya que Johnny Storm (asustado al ver que estaba ciego) había prendido fuego sin darse cuenta a varias cosas que ardieron hasta incendiar toda la planta. Daredevil intentó que Johnny se calmara, pero lamentablemente el incendio seguía su curso y no se podía apagar. Salieron vivos Johnny y Ben Grimm, pero el edificio se derrumbó tras unas cuantas explosiones sin que hubieran conseguido salvar ni a Reed ni a Sue.
Daredevil se dirigió entonces a Greenwich Village para intentar localizar al Doctor Extraño (tras dejar en un sitio seguro a la Antorcha Humana y a la Cosa, ambos ciegos) pero al llegar tampoco hubo suerte. El Doctor yacía medio devorado, al lado de una gigantesca cosa parecida a una planta carnívora, pero de dos metros y medio de altura..
De repente la planta atacó a Daredevil. Este rechazó el ataque, y la planta (quizás sorprendida de que su victima hubiera visto venir su agresión), se lanzó de nuevo al ataque, pero Daredevil le dio un fuerte golpe en el tronco que la desniveló... aunque en si sólo trastabilló, ya que aquella cosa tenía una especie de apéndices en su parte inferior que hacían como si fueran pies, y empezó a "andar" de una manera lenta, silenciosa, pero segura. Daredevil estaba al borde de una ventana, esperó al ataque del monstruo y cuando éste se lanzó hacía él, el cuernecitos se apartó y de un golpe lo hizo caer por la ventana.
Tras deshacerse de aquella monstruosidad, Matt Murdock empezó a investigar. En el escritorio de Extraño encontró un libro abierto, y pasó sus supersensitivas manos por encima para ver si podía descubrir algo en las palabras que Extraño había escrito:
"Hace tiempo leí una novela llamada "El día de los trífidos". Narraba una hipotética invasión extraterrestre a la Tierra, por parte de unos seres parecidos a plantas carnívoras que primero dejarían ciega a toda la población para así poder atacar y alimentarse de ella sin que huyeran. Parecía que sólo era una novela, pero cuando empezó esta misteriosa lluvia verde empecé a sospechar algo así, lo que pasa que no tenía manera de demostrarlo. Pero tras buscar unos días he encontrado la forma de hacer germinar de una manera acelerada estos granos que han caído del cielo. Mañana cuando me despierte veré que ha salido de aquí..."
Estaba claro que el método de Extraño había acelerado el proceso, pero el trífido le había atacado cuando aún estaba sorprendido por su repentina ceguera. Entonces Matt Murdock se dio cuenta de que aquello era el Fin del Mundo. Presumiblemente toda la gente del Planeta Tierra estaba ciega, ya que en una semana todo el mundo habría visto el brillo verde de la lluvia, que ya había cesado, y que parecía ser lo que provocaba la ceguera. Y si ahora los granos que habían llegado a tierra (en principio millones de ellos) germinaban y daban a luz a esas criaturas... la humanidad estaba perdida. Ni los superhéroes podrían salvarla, ya que si los Cuatro Fantásticos se habían quedado ciegos (y encima ahora dos de ellos estaban muertos) no conocía Matt a ningún héroe que no le hubiera pasado lo mismo.
Pero aún así los buscó. Y a medida que los buscaba empezó a ver cada vez a más y más trífidos (tal y como los había descrito el difunto Doctor Extraño). Fue a por Peter Parker pero había muerto ya que siete trífidos habían rodeado su casa y (tal como Matt encontró el lugar) Peter no pudo escapar tras intentar defender a su esposa y su tía... las cuales también acabaron muertas.
Volvió a por la Antorcha Humana y la Cosa. Los encontró luchando. Johnny sangraba por un brazo que le había arrancado un trífido de un mordisco, mientras Ben apalizaba a ciegas. Pero antes de que Daredevil pudiera impedirlo, la Cosa golpeó sin darse cuenta un pilar del edificio donde estaban y éste se vino abajo. Daredevil pudo salir pero ellos dos murieron. Matt no pudo detectar signos de vida en los restos.
La búsqueda siguió. Los héroes que no habían desaparecido (presumiblemente muertos por los trífidos) los encontraba ya cadáveres parcialmente devorados (caso del Capitán América y varios de los X-Men). Además, los mutantes caían como moscas, debido a que la lluvia verde no sólo los había dejado ciegos, sino que además los había dejado sin poderes. Aún así el esfuerzo de Daredevil le sirvió para salvar (aunque estaban ciegos) a unos cuantos amigos, como Elektra, Foggy o Flash Thompson. Este último había despertado de la postración física a la que había sido sometido tras un enfrentamiento entre Spiderman y el Duende Verde ocurrido hacía un tiempo, y como había vuelto de su letargo después de la lluvia verde, él no estaba ciego.
Por el camino también encontró a varios enemigos como Bullseye o el Castigador. Daredevil no quiso correr riesgos de llevárselos con él, así que simplemente les avisó de lo que se podrían encontrar. De todas maneras Bullseye se puso muy violento y Daredevil le tuvo que dar una buena paliza antes de que atendiera a razones.
Aquello era un caos, y parecía que el mundo que conocía hasta entonces había variado para siempre.
DIEZ AÑOS DESPUÉS
La colonia Daredevil se despertó al amanecer. Vivian todos en lo que quedaba de un antiguo rascacielos neoyorquino. Eran 100 personas, en principio los únicos supervivientes de todo el mundo. Algunas se habían quedado ciegas tras la lluvia verde que trajo a la Tierra a los trífidos, pero había algunas (como Flash Thompson) que podían ver, ya que habían estado enfermas durante aquel suceso, y su enfermedad les había impedido verlo y quedarse ciegos. No eran muchos (unos 20) pero ellos eran los que ayudaban y los que principalmente se encargaban de la vigilancia.
Todos ellos eran dirigidos por Matt Murdock. Todo el mundo sabía que él fue Daredevil, de hecho él mismo se lo dijo a los supervivientes una vez que ya se dieron cuenta de que el mundo tal y como lo conocían había finalizado. Además, todo parecía indicar que era el único superviviente vivo del grupo de los superhéroes.
Hacía ya siete años que se habían instalado en ese edificio. Matt y todos los que podían ver se encargaban de ir al exterior a por comida u otras cosas de necesidad. Tenían (por así decirlo) toda una ciudad que los podía servir. Pero iban precavidos contra los trífidos. La experiencia había enseñado que lo mejor para destruirlos era el fuego o dispararles al tallo justo debajo de la cabeza, aunque en una salida alguien había activado una alarma ultrasónica que le provocó a Matt dolor de cabeza durante una semana pero que también hizo explotar a todos los trífidos que había en dos kilómetros a la redonda.
Desde aquella vez Matt se obsesionó con la manera de destruir a aquellos monstruos, máxime cuando ya no le quedaba ningún amigo personal, ya que Foggy había muerto de una neumonía en el segundo año, mientras que Elektra (testaruda como ella sola) no quiso admitir nunca su fragilidad debido a su ceguera, y había muerto hacía seis años al caer rodeada por una manada de trífidos. Y del resto de sus seres queridos Matt no había vuelto a saber nada más, por lo que suponía que después 10 años tras la tragedia estaban todos muertos.
La investigación de Matt Murdock le llevó a los restos del Edificio Baxter. Se metió por las alcantarillas para conseguir llegar a donde pretendía. Buscó durante tres semanas (cada noche, cuando cerraban la colonia Daredevil, él salía a su objetivo) pero al final lo consiguió. El sótano de nivel 3 del difunto Reed Richards.
Al entrar en él le inundó un profundo olor a cerrado. No en vano aquel sitio había sido tapiado por arriba, al derrumbarse el edificio Baxter, y no había tenido ninguna ventilación, salvo por el agujero en una pared que había abierto Matt. Pero por lo demás parecía todo intacto.
Matt estuvo buscando y al final lo encontró. Los informes de los satélites de Reed. Él sabía que Richards había mandado varios satélites al espacio de cara a realizar pruebas científicas, ya que en un caso tuvo que contratarle a él como abogado de cara a unos problemas legales que habían surgido. Estuvo mirando las características de todos ellos, sin comprender algunas veces mucho la palabrería técnica que tenía Reed. Pero al final halló uno de telecomunicaciones, que en principio debería estar aún en órbita, y que daba la vuelta a la Tierra en 24 horas. Matt cogió toda la información y volvió a la colonia.
El grupo de supervivientes tenía algunos medios tecnológicos a su disposición, utilizados por los que podían ver de cara a intentar comunicarse con el exterior. Unos ordenadores, algunos transmisores de radio, etc. Todo ello funcionaba con una electricidad que ellos mismos tuvieron que ir a poner en marcha después de que los servicios mínimos de la ciudad quedaran paralizados, ya que nadie podía hacerse cargo de ellos. Afortunadamente la central eléctrica estaba alejada de los núcleos urbanos y no encontraron muchos trífidos por el camino, y ahora mismo sólo tenían que ir una vez por semana para garantizar que todo continuara bien. Además, también había ayudado el hecho de que uno de los supervivientes hubiera trabajado en aquella planta eléctrica, aunque una operación de la vista (que le dejó los ojos tapados una semana) le había permitido salvarla y ser uno de los no-ciegos de la colonia.
Cuando Matt volvió habló al día siguiente con otro de los supervivientes, que en su día había sido hacker informático. Este también podía ver, se había salvado al haber sido detenido y confinado durante una semana en una celda incomunicada. Matt lo había salvado en persona cuando escuchó sus gritos de socorro diciendo que él no estaba ciego, que lo sacaran de allí.
Murdock le contó su plan. Necesitaba que, con los datos que había cogido del sótano de Richards, entrara en la programación del satélite para reprogramarlo y hacer que enviara ondas ultrasónicas a máxima potencia. Si Matt no se había equivocado, eso destruiría a los trífidos de todo el mundo y daría una posibilidad a los supervivientes de la colonia de volver a hacer suyo el planeta que les habían arrebatado (Murdock suponía que si ellos habían sobrevivido, en otros países también habría supervivientes, y eso los ayudaría a todos).
El hacker hizo la programación tal y como le habían pedido. Había sido muy bueno en su profesión (por eso había acabado encarcelado, por meterse en donde no debía) y sólo tardó cuatro horas en dejarlo todo preparado. Ya estaba en marcha.
Daredevil reunió a toda la colonia en una sala del edificio. Les dijo todo lo que había hecho, y que eso podría limpiar la faz de la Tierra de aquellos monstruos. Pero les dijo que probablemente los ultrasonidos lo matarían, debido a que sus sentidos agudizados harían que para él sonase fuerte como si se tratara de una bomba atómica, mientras que los demás no escucharían nada, o como mucho un ligero zumbido. Pero les dijo que esa era su única esperanza, y que él deseaba que si funcionaba, volvieran a hacer suyo el planeta que les había sido arrebatado. Les dijo que él daba su vida para que ellos pudieran tener una vida digna. Tras el discurso se retiró.
Todos se emocionaron con lo que les había dicho, aunque no acabaron de creer algunos que fuera cierto. Al cabo de un rato escucharon un grito proveniente de donde él se había encerrado. Echaron la puerta abajo y lo encontraron sentado en una silla con los brazos caídos. Le tomaron el pulso. Estaba muerto.
De repente de los lugares de vigilancia de la colonia se escuchó otro grito, pero este de sorpresa. Todos los trífidos que había por la calle habían explotado. La gente se asomaba para verlo, y los que no podían verlo para escuchar como lo contaban los que si podían ver. Justo cuando se había escuchado el grito agónico de Matt, todos los trífidos a la vista habían reventado.
En los días posteriores diversas exploraciones por la ciudad demostraron que no quedaba ningún trífido vivo. Al final la solución de Matt Murdock, de Daredevil, había funcionado. La colonia dio un buen entierro a su héroe, en el mejor lugar del cementerio. Incluso le pusieron una lápida donde se podía leer: Aquí yace Matt Murdock (Daredevil) el héroe que nos dio un nuevo mundo.
Los científicos investigaron, pero no se sabía que era. También se activó la alarma de los superhéroes, pero en principio parecía que no había ningún peligro. Simplemente eran como una especie de granos (más pequeños que un grano de arroz) de color verde fosforescente (de ahí que fueran visibles también de noche) pero a priori no parecían hacer nada, ni tener nada, ni ser tóxicos, contaminantes o peligrosos de ninguna manera para el género humano. Incluso muy pocos tocaban el suelo, porque la mayoría parecían fundirse al entrar en la atmósfera (esa "fundición" de los granos que no podían atravesar la atmósfera era, según los científicos, lo que daba el aspecto verde a la "lluvia").
La lluvia verde duró una semana. En todo lo ancho del globo terráqueo se pudo ver, de tal manera que quien dormía la veía al despertar, y quien no quería salir a la calle lo veía por televisión. La sorpresa y el desconcierto inicial dio pasó a la curiosidad, por lo que grandes cantidades de personas se reunían en los sitios donde había una lluvia verde más intensa, generalmente cerca de núcleos urbanos como ciudades.
Matt Murdock escuchaba los comentarios asombrados de la gente, pero él no podía ver nada, ya que era ciego. Si tuvo en sus manos algunos granos que habían conseguido llegar a la Tierra, pero (al igual que el resto de superhéroes) no encontró motivos para pensar que aquello fuera una amenaza. Y la lluvia verde continuó durante una semana.
Al despertarse el octavo día de lluvia verde, Matt Murdock se dio cuenta que no escuchaba nada. Entonces, de repente, sus oídos supersensitivos empezaron a escuchar gritos de terror y de miedo. Sin saber aún la causa se puso su uniforme de superhéroe y salió hacía el origen de los gritos. Al salir se dio cuenta de que no podía determinar el origen de los gritos, porque estos provenían de todas partes. Y, estremecedoramente, todos coincidían.
La gente estaba ciega. Todos. Y todos estaban asustados porque no sabían que hacer. Daredevil intentó ayudar a los que pudo, para evitar accidentes, pero pronto tuvo que dejarlo porque la histeria de la gente (y su propia sorpresa, ya que Matt Murdock no sabía lo que pasaba) hizo que pronto desistiera. Decidió ir a ver a Reed Richards.
Al llegar al Edificio Baxter se dio cuenta de que las cosas no habían ido mejor allí. El edificio ardía por una de sus plantas, ya que Johnny Storm (asustado al ver que estaba ciego) había prendido fuego sin darse cuenta a varias cosas que ardieron hasta incendiar toda la planta. Daredevil intentó que Johnny se calmara, pero lamentablemente el incendio seguía su curso y no se podía apagar. Salieron vivos Johnny y Ben Grimm, pero el edificio se derrumbó tras unas cuantas explosiones sin que hubieran conseguido salvar ni a Reed ni a Sue.
Daredevil se dirigió entonces a Greenwich Village para intentar localizar al Doctor Extraño (tras dejar en un sitio seguro a la Antorcha Humana y a la Cosa, ambos ciegos) pero al llegar tampoco hubo suerte. El Doctor yacía medio devorado, al lado de una gigantesca cosa parecida a una planta carnívora, pero de dos metros y medio de altura..
De repente la planta atacó a Daredevil. Este rechazó el ataque, y la planta (quizás sorprendida de que su victima hubiera visto venir su agresión), se lanzó de nuevo al ataque, pero Daredevil le dio un fuerte golpe en el tronco que la desniveló... aunque en si sólo trastabilló, ya que aquella cosa tenía una especie de apéndices en su parte inferior que hacían como si fueran pies, y empezó a "andar" de una manera lenta, silenciosa, pero segura. Daredevil estaba al borde de una ventana, esperó al ataque del monstruo y cuando éste se lanzó hacía él, el cuernecitos se apartó y de un golpe lo hizo caer por la ventana.
Tras deshacerse de aquella monstruosidad, Matt Murdock empezó a investigar. En el escritorio de Extraño encontró un libro abierto, y pasó sus supersensitivas manos por encima para ver si podía descubrir algo en las palabras que Extraño había escrito:
"Hace tiempo leí una novela llamada "El día de los trífidos". Narraba una hipotética invasión extraterrestre a la Tierra, por parte de unos seres parecidos a plantas carnívoras que primero dejarían ciega a toda la población para así poder atacar y alimentarse de ella sin que huyeran. Parecía que sólo era una novela, pero cuando empezó esta misteriosa lluvia verde empecé a sospechar algo así, lo que pasa que no tenía manera de demostrarlo. Pero tras buscar unos días he encontrado la forma de hacer germinar de una manera acelerada estos granos que han caído del cielo. Mañana cuando me despierte veré que ha salido de aquí..."
Estaba claro que el método de Extraño había acelerado el proceso, pero el trífido le había atacado cuando aún estaba sorprendido por su repentina ceguera. Entonces Matt Murdock se dio cuenta de que aquello era el Fin del Mundo. Presumiblemente toda la gente del Planeta Tierra estaba ciega, ya que en una semana todo el mundo habría visto el brillo verde de la lluvia, que ya había cesado, y que parecía ser lo que provocaba la ceguera. Y si ahora los granos que habían llegado a tierra (en principio millones de ellos) germinaban y daban a luz a esas criaturas... la humanidad estaba perdida. Ni los superhéroes podrían salvarla, ya que si los Cuatro Fantásticos se habían quedado ciegos (y encima ahora dos de ellos estaban muertos) no conocía Matt a ningún héroe que no le hubiera pasado lo mismo.
Pero aún así los buscó. Y a medida que los buscaba empezó a ver cada vez a más y más trífidos (tal y como los había descrito el difunto Doctor Extraño). Fue a por Peter Parker pero había muerto ya que siete trífidos habían rodeado su casa y (tal como Matt encontró el lugar) Peter no pudo escapar tras intentar defender a su esposa y su tía... las cuales también acabaron muertas.
Volvió a por la Antorcha Humana y la Cosa. Los encontró luchando. Johnny sangraba por un brazo que le había arrancado un trífido de un mordisco, mientras Ben apalizaba a ciegas. Pero antes de que Daredevil pudiera impedirlo, la Cosa golpeó sin darse cuenta un pilar del edificio donde estaban y éste se vino abajo. Daredevil pudo salir pero ellos dos murieron. Matt no pudo detectar signos de vida en los restos.
La búsqueda siguió. Los héroes que no habían desaparecido (presumiblemente muertos por los trífidos) los encontraba ya cadáveres parcialmente devorados (caso del Capitán América y varios de los X-Men). Además, los mutantes caían como moscas, debido a que la lluvia verde no sólo los había dejado ciegos, sino que además los había dejado sin poderes. Aún así el esfuerzo de Daredevil le sirvió para salvar (aunque estaban ciegos) a unos cuantos amigos, como Elektra, Foggy o Flash Thompson. Este último había despertado de la postración física a la que había sido sometido tras un enfrentamiento entre Spiderman y el Duende Verde ocurrido hacía un tiempo, y como había vuelto de su letargo después de la lluvia verde, él no estaba ciego.
Por el camino también encontró a varios enemigos como Bullseye o el Castigador. Daredevil no quiso correr riesgos de llevárselos con él, así que simplemente les avisó de lo que se podrían encontrar. De todas maneras Bullseye se puso muy violento y Daredevil le tuvo que dar una buena paliza antes de que atendiera a razones.
Aquello era un caos, y parecía que el mundo que conocía hasta entonces había variado para siempre.
DIEZ AÑOS DESPUÉS
La colonia Daredevil se despertó al amanecer. Vivian todos en lo que quedaba de un antiguo rascacielos neoyorquino. Eran 100 personas, en principio los únicos supervivientes de todo el mundo. Algunas se habían quedado ciegas tras la lluvia verde que trajo a la Tierra a los trífidos, pero había algunas (como Flash Thompson) que podían ver, ya que habían estado enfermas durante aquel suceso, y su enfermedad les había impedido verlo y quedarse ciegos. No eran muchos (unos 20) pero ellos eran los que ayudaban y los que principalmente se encargaban de la vigilancia.
Todos ellos eran dirigidos por Matt Murdock. Todo el mundo sabía que él fue Daredevil, de hecho él mismo se lo dijo a los supervivientes una vez que ya se dieron cuenta de que el mundo tal y como lo conocían había finalizado. Además, todo parecía indicar que era el único superviviente vivo del grupo de los superhéroes.
Hacía ya siete años que se habían instalado en ese edificio. Matt y todos los que podían ver se encargaban de ir al exterior a por comida u otras cosas de necesidad. Tenían (por así decirlo) toda una ciudad que los podía servir. Pero iban precavidos contra los trífidos. La experiencia había enseñado que lo mejor para destruirlos era el fuego o dispararles al tallo justo debajo de la cabeza, aunque en una salida alguien había activado una alarma ultrasónica que le provocó a Matt dolor de cabeza durante una semana pero que también hizo explotar a todos los trífidos que había en dos kilómetros a la redonda.
Desde aquella vez Matt se obsesionó con la manera de destruir a aquellos monstruos, máxime cuando ya no le quedaba ningún amigo personal, ya que Foggy había muerto de una neumonía en el segundo año, mientras que Elektra (testaruda como ella sola) no quiso admitir nunca su fragilidad debido a su ceguera, y había muerto hacía seis años al caer rodeada por una manada de trífidos. Y del resto de sus seres queridos Matt no había vuelto a saber nada más, por lo que suponía que después 10 años tras la tragedia estaban todos muertos.
La investigación de Matt Murdock le llevó a los restos del Edificio Baxter. Se metió por las alcantarillas para conseguir llegar a donde pretendía. Buscó durante tres semanas (cada noche, cuando cerraban la colonia Daredevil, él salía a su objetivo) pero al final lo consiguió. El sótano de nivel 3 del difunto Reed Richards.
Al entrar en él le inundó un profundo olor a cerrado. No en vano aquel sitio había sido tapiado por arriba, al derrumbarse el edificio Baxter, y no había tenido ninguna ventilación, salvo por el agujero en una pared que había abierto Matt. Pero por lo demás parecía todo intacto.
Matt estuvo buscando y al final lo encontró. Los informes de los satélites de Reed. Él sabía que Richards había mandado varios satélites al espacio de cara a realizar pruebas científicas, ya que en un caso tuvo que contratarle a él como abogado de cara a unos problemas legales que habían surgido. Estuvo mirando las características de todos ellos, sin comprender algunas veces mucho la palabrería técnica que tenía Reed. Pero al final halló uno de telecomunicaciones, que en principio debería estar aún en órbita, y que daba la vuelta a la Tierra en 24 horas. Matt cogió toda la información y volvió a la colonia.
El grupo de supervivientes tenía algunos medios tecnológicos a su disposición, utilizados por los que podían ver de cara a intentar comunicarse con el exterior. Unos ordenadores, algunos transmisores de radio, etc. Todo ello funcionaba con una electricidad que ellos mismos tuvieron que ir a poner en marcha después de que los servicios mínimos de la ciudad quedaran paralizados, ya que nadie podía hacerse cargo de ellos. Afortunadamente la central eléctrica estaba alejada de los núcleos urbanos y no encontraron muchos trífidos por el camino, y ahora mismo sólo tenían que ir una vez por semana para garantizar que todo continuara bien. Además, también había ayudado el hecho de que uno de los supervivientes hubiera trabajado en aquella planta eléctrica, aunque una operación de la vista (que le dejó los ojos tapados una semana) le había permitido salvarla y ser uno de los no-ciegos de la colonia.
Cuando Matt volvió habló al día siguiente con otro de los supervivientes, que en su día había sido hacker informático. Este también podía ver, se había salvado al haber sido detenido y confinado durante una semana en una celda incomunicada. Matt lo había salvado en persona cuando escuchó sus gritos de socorro diciendo que él no estaba ciego, que lo sacaran de allí.
Murdock le contó su plan. Necesitaba que, con los datos que había cogido del sótano de Richards, entrara en la programación del satélite para reprogramarlo y hacer que enviara ondas ultrasónicas a máxima potencia. Si Matt no se había equivocado, eso destruiría a los trífidos de todo el mundo y daría una posibilidad a los supervivientes de la colonia de volver a hacer suyo el planeta que les habían arrebatado (Murdock suponía que si ellos habían sobrevivido, en otros países también habría supervivientes, y eso los ayudaría a todos).
El hacker hizo la programación tal y como le habían pedido. Había sido muy bueno en su profesión (por eso había acabado encarcelado, por meterse en donde no debía) y sólo tardó cuatro horas en dejarlo todo preparado. Ya estaba en marcha.
Daredevil reunió a toda la colonia en una sala del edificio. Les dijo todo lo que había hecho, y que eso podría limpiar la faz de la Tierra de aquellos monstruos. Pero les dijo que probablemente los ultrasonidos lo matarían, debido a que sus sentidos agudizados harían que para él sonase fuerte como si se tratara de una bomba atómica, mientras que los demás no escucharían nada, o como mucho un ligero zumbido. Pero les dijo que esa era su única esperanza, y que él deseaba que si funcionaba, volvieran a hacer suyo el planeta que les había sido arrebatado. Les dijo que él daba su vida para que ellos pudieran tener una vida digna. Tras el discurso se retiró.
Todos se emocionaron con lo que les había dicho, aunque no acabaron de creer algunos que fuera cierto. Al cabo de un rato escucharon un grito proveniente de donde él se había encerrado. Echaron la puerta abajo y lo encontraron sentado en una silla con los brazos caídos. Le tomaron el pulso. Estaba muerto.
De repente de los lugares de vigilancia de la colonia se escuchó otro grito, pero este de sorpresa. Todos los trífidos que había por la calle habían explotado. La gente se asomaba para verlo, y los que no podían verlo para escuchar como lo contaban los que si podían ver. Justo cuando se había escuchado el grito agónico de Matt, todos los trífidos a la vista habían reventado.
En los días posteriores diversas exploraciones por la ciudad demostraron que no quedaba ningún trífido vivo. Al final la solución de Matt Murdock, de Daredevil, había funcionado. La colonia dio un buen entierro a su héroe, en el mejor lugar del cementerio. Incluso le pusieron una lápida donde se podía leer: Aquí yace Matt Murdock (Daredevil) el héroe que nos dio un nuevo mundo.
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