Bajo estas lineas permitirme reseñar en breve mis últimas lecturas de biblioteca, tras lo cual teneis los seis nuevos posters de personajes de la película Sherlock Holmes 2: Juego de sombras.
Comenzamos con el primer tomo del Batman de Norm Breyfogle (ficha técnica, sinopsis y portada por este enlace en Dreamers y por este otro en Planeta Agostini). ¿Y que puedo decir del mismo? De los personajes de DC mi favorito es Batman, pero su carrera ha sido tan extensa a lo largo de varias décadas que (como todo en esta vida) tiene obras realmente meritorias y otras en las que el aburrimiento campa por sus anchas. Afortunadamente eso no es lo que me he encontrado en Batman Norm Breyfogle, cuyo primer tomo ya me he leído (y cuyos dos tomos siguientes estoy en lista de espera en la biblioteca).
Con un estilo visual muy atractivo, por lo que se ve característico del dibujante que da título a estos tomos (si bien por momentos exagerados, ver sino la quilométrica capa que le dibuja a Batman en muchos momentos) el comic tiene un claro y genuino sabor ochentero, retrayéndonos a nuestra infancia (al menos a la de los que estan por la treintena) Además goza de unos guiones muy ajustados a los temas más urbanos (droga, inseguridad, crímenes,...) aquellos por donde Batman se hace más creible que en las sagas grandilocuentes en las que en algunas ocasiones le ha metido la editorial de manera forzada. Los villanos son, además, personajes no tan manidos como el Joker, el Pingüino y Dos Caras (aqui hacen su primera aparición algunos luego tan famosos como Scarface y el Ventrilocuo, u otros tan simples como el Ratonero) los cuales nos permiten también recordar que nuestro héroe, trás la máscara, no tiene poderes como Superman y tantos otros de ese estilo.
Citar varios guiños simpáticos que me he encontrado en estas muy entretenidas aventuras, como la variante que hacen del clásico de terror Un hombre lobo americano en Londres (sustituyendo, logicamente, al lobo por murciélago) y una escena donde se ve un cine que proyecta Rambo IV, bastantes años antes de que esta viera la luz. También anticipado a su época sería la inclusión de terroristas islámicos, que junto con todo lo demás hace de estos comics una gozada para aquellos que admiramos al Cruzado Enmascarado de Gotham City (unido en el caso del primer tomo a la poca presencia de Robin, comparsa no muy aprecidada del famoso Batman, que aqui aparece tan sólo en la historia inicial, la única además en blanco y negro por no haber podido la editorial disponer de los originales a color)
El otro tomo leído ha sido el tercer volumen del integral de Spawn, del que teneis por este enlace ficha técnica, sinopsis y portada en Planeta Comic (y por este otro lo mismo en Planeta Agostini) ¿Que puedo decir en este caso? Lo malo de leer los comics de la biblioteca radica en la dificultad para poder leer en su orden los números que forman una colección, ya que no puedes disponer por anticipado para que esté disponible el que tú quieras en el momento en que tú quieras. Otra variante es que reciban los números salteados, motivo por el cual te pueden quedar entremedio huecos argumentales, como es en parte lo que me ha pasado a mi con este tercer tomo integral de Spawn, que me leo varios meses después del número 1 pero sin haberme leído el 2 al no estar disponible en el catálogo (al menos en mi zona)
¿El resultado? Pues me reitero en lo que ya dije en la reseña del primer tomo: es entretenido pero desde luego que el estilo de McFarlane NO ME GUSTA, lo que dificulta en parte el total disfrute de unas historias que aparte de sus claras reminiscencias de tantos y tantos vengadores de ultratumba me hizo recordar a otro famoso personaje: Veneno. El llamativo enemigo de Spiderman (si acaso el más conocido desde la época clásica) tiene muchas similitudes visuales con el Spawn, notándose que son hijos del mismo padre (el citado McFarlane)... y eso sin entrar a valorar similitudes de origen, porque ahi si que hay cientos de ejemplos de personajes atormentados por tal o cual motivo que con "algo" (magia, muerte, simbionte u otros) consigue el poder para contrarestar sus odios internos, combatiendo al origen de sus males (en los casos citados sería Spawn contra Jason Wynn, el responsable de la muerte de Al Simmons, su alter-ego en su vida anterior; mientras que en el citado de Spiderman sería Eddie Brock más el simbionte del traje negro combatiendo al arácnido por hacerlo responsable de su miseria). Eso si, lo trágico a nivel personal de Spawn me recordó a otro personaje de film pero con claro aroma de comic como el Darkman de Sam Raimi.
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