Título: El quinto poder
Título original: The Fifth Estate
Dirección: Bill Condon
País: Estados Unidos
Año: 2013
Fecha de estreno: 18/10/2013
Duración: 128 min.
Género: Drama, Thriller
Reparto: Benedict Cumberbatch, Dan Stevens, Daniel Brühl, Alicia Vikander, Carice van Houten, Peter Capaldi, Stanley Tucci, Laura Linney, David Thewlis
Distribuidora: TriPictures
Productora: DreamWorks SKG, Participant Media
SINOPSIS
La historia comienza cuando el fundador de WikiLeaks Julian Assange (Benedict Cumberbatch) y su colega Daniel Domscheit-Berg (Daniel Brühl) se asocian como perros guardianes subterráneos, vigilando a los privilegiados y poderosos. De la nada crean una plataforma que permite denunciar anónimamente y filtrar información secreta, iluminando los oscuros recovecos de los secretos gubernamentales y crímenes corporativos.
No tardan en revelar más noticias que todas las organizaciones de comunicación más prestigiosas del mundo juntas. Pero cuando Assange y Berg obtienen acceso a la mayor cantidad de documentos confidenciales de los servicios de inteligencia en la historia de los Estados Unidos, luchan entre ellos y contra una de las cuestiones claves de nuestro tiempo: ¿cuál es el coste de guardar secretos en una sociedad libre y cuál es el coste de exponerlos?
CRÍTICA
Tras darse a conocer con la serie Sherlock, el actor Benedict Cumberbatch ha dado su salto a la fama interviniendo en títulos tan conocidos como Caballo de batalla de Steven Spielberg, El Hobbit (la precuela de El Señor de los Anillos), Star Trek en la oscuridad o la presenta El quinto poder, siendo en esta y en la secuela trekkie de J.J.Abrams donde más se puede lucir ya que su presencia en los otros títulos citados sería más secundaria.
Y es que reconozco que fuí a ver esta película sobretodo por el citado actor, del que me declaro fan desde que lo descubrí en la citada Sherlock de la BBC (junto con su compañero Martin Freeman, otra agradable sorpresa) a lo que sumar un Bill Condon que en su momento me entusiasmó con la genial Dioses y monstruos donde incluso Brendan Fraser demostraba que puede ser un buen actor. Iluso de mi, no recordaba que este señor también ha firmado parte de la defenestrada Saga Crepúsculo.
No os lleveis a confusiones, ya que NADA de los vampiritos de Stephanie Meyer está por aqui... ¿o quizás si? La relación que se establece entre los personajes de Benedict Cumberbatch y Daniel Brühl es retratada casi como un amor platónico, en el que el segundo se dejará llevar por las formas del primero (ver incluso cuando Assange interrumpe a su pupilo que estaba con la novia, y al final es esta la que se va) Queda expuesto lo evidente de eso en las oníricas escenas donde se ven en una inmensa oficina, primero como héroes y luego destruyéndola.
Al igual que la reciente Jobs, y en contraposición con La red social, nos encontramos de nuevo ante un relato que bien podría haberse narrado en cualquier insulso telefilm de sobremesa, ya que sus (pesados) 124 minutos, lastrados por una evidente desorganización en el ritmo de exposición de lo relatado, no aportan ningún dato nuevo sobre el caso (quizás el hecho de lo del tinte de pelo, que yo desconocía) dudando su evolución entre el drama y el documental pero fallando en ambos al no decantarse por ninguno de manera clara.
Con el típico esquema del joven idealista que se deja seducir pero que al final acabará descubriendo poco a poco la hipocresía y las debilidades de un mentor quizás no tan perfecto, lo que citaría de esa evolución sería cuando Assange tiene la intimidad de comentar con el personaje de Brühl la insinuación de que puede ser autista. Y es que sin llegar a mencionarlo el Síndrome de Asperger sería lo que quizás se podría adjudicar mejor al personaje tal y como nos lo plantean en esta película (ignoro la veracidad de tal aseveración)
De todas maneras algunos quizás vean una especie de megalómano villano de la saga Bond al estilo del encarnado por Jonathan Pryce en El mañana nunca muere, aunque todo eso en un contexto real. Eso es evidente de manera especial en su tramo final, cuando Assange defiende la pureza de la información, por encima de lo que sea y de quien sea, mientras que el personaje de Brühl intenta salvaguardar las fuentes, contrastar los resultados y no poner a personas en riesgo.
Como simple curiosidad del resto del reparto (todos correctos sin más) destacaría a Peter Capaldi, el próximo Doctor Who, en un conciso pero escueto personaje.
LO MEJOR: Benedict Cumberbatch
LO PEOR: Que en Hollywood confundan que muchas escenas con gente delante de un ordenador tecleando de manera frenética dan lugar a una historia trepidante, aparte de la falta de objetividad que tiene la historia, machacando lo conocido y sin aportar novedades destacables.
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