Mis dos últimas lecturas de biblioteca han sido el primer volumen de la adaptación en comic de la novela de Neil Gaiman (que ya me leí en su momento) El libro del cementerio y el comic Kobe. En el primer caso se trata de una adaptación con guión de P. Craig Russell, que abarca más o menos el 50% de la obra original (quedo a la espera de cuando en las bibliotecas tengan disponible el segundo volumen), mientras que en Kobe el autor Enrique V.Vegas abandona su tono habitual de parodias (si bien no su trazo) en una historia más seria ambientada en la época de los samurais.
La adaptación de la novela de Neil Gaiman es, como he citado, literal, dividiéndose este primer volumen en cinco historias autoconclusivas más un interludio, todas ellas centradas en la premisa inicial: una especie de Harry Potter oscuro que será adoptado y educado por los fantasmas y las criaturas de un cementerio, tras salvarlo del mismo asesino que acabó con su familia siendo él aún un bebé. Los cinco episodios en los que está dividida esta obra coinciden en guionista si bien están ilustrados por distintos artistas, aunque el conjunto es más o menos homogéneo y disfrutable, dejándolo a uno con las ganas de más (demostrando con ello que en algunas ocasiones las adaptaciones de un medio a otro, en este caso de literario a comic, si que pueden merecer la pena)
- Ficha editorial por este enlace, ficha de las bibliotecas por este otro.
Eso no ocurre en Kobe, una historia de guerra, amor, venganza y honor, protagonizada por un experto samurai (que le da título a la obra) en el Japón feudal del año 1132. En mi caso me he leído el recopilatorio editado en 2009, con los tres actos de la historia, el tercero de los cuales el autor lo creó ex-profeso para esta edición (según he leído el mismo Enrique V.Vegas lo reconoce como una obra más personal, algo que se hace evidente por la total ausencia del humor paródico más presente en sus trabajos más conocidos, dotando a Kobe de mayor seriedad y trascendencia)
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