La primera entrega de la saga Underworld no la ví hasta su estreno televisivo, porque en su momento pensé que no merecía la pena de ir a verla al cine, pero tras ello me dí cuenta de mi error, por lo que la secuela si la ví en la gran pantalla. Lo mejor que se puede decir de esa continuación es que era coherente con lo anterior, aunque tampoco ninguna maravilla, lo que luego dejó evidente la posterior entrega, una precuela bastante olvidable. La protagonista de las dos primeras (Kate Beckinsale) no estuvo en la tercera, pero como esta ha sido la saga más rentable donde ha participado (lo cual ya sé que no es decir mucho) volvió para la cuarta, siendo el verla a ella en un ceñido traje de cuero casi la única justificación para perder el tiempo con aquella película indigna de llegar a salas de cine.
El mejor aliciente que tiene este nuevo episodio en la saga es que al inicio te hacen un resumen en breves momentos de todas las películas anteriores (bueno, menos la precuela, que se ve que esa no cuenta) lo que la acerca aún más a ese parecido de serial que he citado. A partir de ahi no hay nada más que una repetición de lo ya visto antes, sin novedades dignas de mención y más bien mostrando a las claras las carencias de una franquicia que ya no da para más. Aún así no sería de extrañar que quisieran alargar aún más la cuerda porque el barato presupuesto de estas películas (esta en particular apenas 35 millones de dólares) hace que sea una inversión facil de amortizar a menos que hubiera un descalabro total en todo el mundo.
Los ¿personajes? (si se les puede denominar de esa manera) son meros estereotipos totalmente planos que cubren los dos frentes de batalla en esta ya cansina guerra entre vampiros y licántropos. Y cual si de un videojuego se tratara, nuestra heroina se ve perseguida por unos y otros en busca de saber el lugar donde se esconde su hija, híbrida de ambas especies, siendo el resto una completa decepción incluso para los muy escasos márgenes de interés que tiene un producto de estas características (creo que el cansancio que exterioriza Beckinsale en su personaje es paralelo al que ella misma siente por estar metida en algo como esto, que se ve a leguas que es un simple trabajo alimenticio) El colmo del disparate, y no es spoiler porque hasta en un poster se ha visto, es cuando ves a la protagonista Selene con mechas californianas sólo para dar a entender un mayor poder, cual si fueran los cambios del tono capilar de Son Goku en Dragon Ball que marcaban justo esos aumentos de energía y potencia para combatir a enemigos progresivamente superiores.
En fin, algunos me dirán que quien va a ver una película así ya asume de antemano que no será una maravilla, pero como mínimo pido que me entretengan, cosa que esta no logra pese a sus escasos 91 minutos de duración. Y espérate que no se les ocurra algún spinoff con (por ejemplo) el personaje de Theo James, joven ¿actor? que a estas alturas igual se pensaban que sería idolo de jovencitas gracias a la saga Divergente (otra de esas que va de más a menos) Haciendo pareja con esta saga está próximo el estreno de Resident Evil 6, que con el subtítulo de El capítulo final pretende también finiquitar una franquicia que también ha ido degenerando paulatinamente, por lo que en este mundo tan disparatado del cine... ¿alguien ha pensado en un cruce entre ambas series? No dejan de ser dos heroinas disparando a diestro y siniestro, no es necesario mucho guión (de hecho ninguno) y tan solo sería mezclar frente a ellas a zombis, vampiros y licántropos. ¿No existen cosas como Freddy vs Jason? ¡Pues hagamos Resident Evil vs Underworld!
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 13 de enero de 2017
- LO MEJOR: El resumen inicial previo de (casi) toda la saga hasta el momento, que resulta conciso y breve.
- LO PEOR: Todo lo que le viene después.
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