EN ALGÚN RINCÓN DEL TIEMPO / EN ALGÚN LUGAR DEL TIEMPO
Hay autores a los que uno tiene en cierta manera "encasillados" en el género por el que han triunfado. Un ejemplo muy evidente sería Stephen King, mucho más conocido por sus novelas de terror que por otros géneros donde ha demostrado su solvencia, y eso mismo me pasaba a mi con Richard Matheson, emblemático responsable de obras maestras literarias como El increíble hombre menguante, La casa infernal o Soy Leyenda, títulos tan destacables como Más allá de los sueños y del que también me he leído recopilatorios de varios relatos fantásticos como Nacido de hombre y mujer y otros relatos espeluznantes y Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos. Pero más allá del fantástico (aunque en este caso lo toque tangencialmente) tiene obras que tenía pendientes de descubrir, como me ha pasado con En algún rincón del tiempo, novela romántica con viaje temporal por la que su responsable ganó el Premio Mundial de Fantasía en 1976, por encima incluso del antes citado Stephen King, nominado por Salem's Lot.
En esta En algún rincón del tiempo, con prólogo y epílogo de Robert Collier, hermano de un guionista de televisión llamado Richard Collier, se narra los textos póstumos de este último, fallecido por una enfermedad incurable. Dividida la historia en dos partes muy bien diferenciadas, en la primera Richard Collier narra su desazón al saber que le queda poco de vida, y como en un peregrinaje sin destino claro va a parar a un hotel en el que ve la foto de la actriz teatral Elise McKenna, de la que se queda perdidamente enamorado. El problema radica en que esa imagen es de 75 años en el pasado (la acción en el presente está fechada en 1971), pero la pasión del protagonista es tan fuerte que conseguirá retroceder en la corriente del tiempo e intentar conquistar a su amada, si bien el destino será inapelable. Al final se plantea la duda de si dicho periplo temporal fue real o no a tenor de las circunstancias, si bien los datos cronológicos llevan a pensar que algo debió de haber, dejando que el lector interprete lo que quiera.
En este caso si que tengo que admitir que no me ha parecido una historia tan redonda como otras obras de Matheson, ya que lo que cuenta, aún siendo entretenido, tiende hacia la reiteración, sobretodo en lo referente a la pasión desbocada de Richard hacia Elise, que en algunos momentos roza la frontera de la cursilería y lo ñoño. Esta novela tuvo una adaptación cinematográfica en 1980, dirigida por Jeannot Szwarc y protagonizada por Christopher Reeve (el inolvidable Superman), Jane Seymour y Christopher Plummer, que he aprovechado para ver por primera vez para completar esta reseña. Dicho film se toma algunas licencias respecto a la obra, cambiando o modificando algunos detalles (como por ejemplo la ausencia del problema de salud de su protagonista), si bien se decanta por el romanticismo más bucólico y almibarado, hasta que ocurre el giro melodramático de su último tramo, que en la película sucede de manera más traumática, coincidiendo con la novela en el final poético en torno al destino de la pareja principal.
CALIFICACIÓN: Entretenida (3/5) tanto la novela como la película
- Ficha editorial por este enlace y ficha de la biblioteca por este otro.
- Ficha en Imdb por este enlace y ficha en Filmaffinity por este otro.
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