Sin lugar a dudas El (increible) hombre menguante es todo un clásico de Richard Matheson que hace unos años ya disfruté tanto como libro así como en película, por lo que cuando me ví la presente adaptación al comic (con motivo del 60 aniversario de la obra original) no dudé a la hora de situarla entre mis próximas lecturas. Para los que aún no hayan degustado o lo uno o lo otro (tanto la novela como el film que la adapta serían excelentes, pese a que este último tiene ciertas licencias propias de la moralidad de aquellos años) hay que citar que el protagonista de la historia, toda ella relatada con una veracidad impresionante, sería Scott Carey, a priori una persona normal que debido a su exposición a una extraña niebla comienza a ir menguando poco a poco de tamaño.
La historia a partir de ahi es sorprendente, ya que no solo asistimos al progresivo cambio físico del protagonista sino también a su cambio emocional, por que cada pérdida de tamaño le lleva a tener que enfrentarse a diferentes problemáticas, logrando una total empatía del lector ante la credibilidad de un proceso de por si increible. De hecho el final de la historia te deja con ganas de más, llevando a que uno se pregunte que habrá en esos mundos tan microscópicos (de ahi uno de los detalles que más curiosidad me producía y que se ven en la reciente Ant-Man y la Avispa) También es justo mencionar que este comic si refleja uno de los detalles que se tocan en la novela original, pero que quedó demasiado sutil en su pronta adaptación a la gran pantalla (supongo que por la moral de la época): la progresiva frustración sexual del atormentado protagonista.
De hecho el mayor acierto de este comic es respetar la obra original, hasta el punto de que algunos diálogos son idénticos (sin cambiar ni una coma) y manteniendo los cambios temporales, ya que en un inicio se nos presenta a un Scott Carey de escasos centímetros, relatándose a partir de ahi como fue su progresivo cambio, tanto físico como emocional. En este caso estamos ante una muy buena adaptación por parte de Ted Adams que resulta facil de seguir, pese a esos citados cambios temporales, ya que la progresiva disminución de nuestro héroe no es mostrada por dias sino por altura, con los progresivos retos que ello le conlleva, reflejados en esa araña que lo acosa en su etapa más pequeña, aunque serán muchos y variados los problemas a los que tendrá que hacer frente con cada pérdida de tamaño. En cuanto a su apartado gráfico, la labor de Mark Torres resulta en esencia correcta y cumplidora pero quizás queda lejos del destacado trabajo que otros dibujantes (aqui cada uno puede poner sus preferencias) le podrían haber dado a la adaptación de un clásico como este.
- Ficha editorial por este enlace, ficha de la biblioteca por este otro.
Desde que lo descubrí siempre he sido defensor de Junji Ito, por lo que ante todo lo nuevo de él que ha ido saliendo me ha hecho tener un montón de buenos ratos de lectura a medida que los cogía de la biblioteca. Hasta ahora, y no precisamente en su orden correlativo, había leido sus Relatos terroríficos, una recopilación de historias cortas autoconclusivas. Pensando que acababa en el 15, que es el último que me he leído (todo lo anterior ya me lo había leido), al dejar constancia de ello por aqui consulto la ficha editorial de la colección y me encuentro que aún hay tres entregas más, que me imagino que leeré proximamente a medida que los vayan adquiriendo en la biblioteca.
Por su parte en esta 15ª entrega el tono sigue igual (algo que sus fans ya sabrán si han llegado hasta aqui), si bien esta tiene dos historias que yo ya me había leido (no sé si dentro de esta cabecera u otra): me refiero a las de El estruendo y Los fantasmas del horario de máxima audiencia (esta última, además, con cambios en la traducción de algunos nombres)
- Ficha editorial por este enlace, ficha de la biblioteca (de la serie) por este otro.
Los Libros de sangre de Clive Barker me los he leido con los detalles que paso a mencionar: en primer lugar tenía a mi disposición en las bibliotecas los volúmenes 1 al 3 de los 4 con los que La factoria de ideas editó la mencionada obra, en segundo lugar ante la ausencia del 4 podía suplirla con los robustos dos tomos con los que la editorial Valdemar volvió a editar toda esta obra en fechas recientes.
Como por comodidad personal no me gusta leer tomos gordos (a menos que no me quede más remedio) debido a su poca maniobralidad si te los llevas por ahi, me leí los tres volúmenes de La factoria de ideas que equivaldrían a todo el tomo 1º de Valdemar y la mitad del segundo. Las reseñas de lo citado las puse por este enlace (la del tomo 1 de Valdemar y su equivalencia a los dos primeros de La factoria ideas) y por este otro (la del volumen 3 de La factoria de ideas, equivalente a la mitad del tomo 2 de Valdemar)
Aclarado eso citar que mi lectura del tomo 2 de Valdemar de los Libros de sangre empezó por Los hijos de Babel hasta el final, y ya que en el tomo 1 de Valdemar hice lo mismo, indicar (con los títulos de la nueva traducción de dicha editorial) que la separación original en volúmenes sería el volumen IV de El cuerpo político a La edad del deseo, el volumen V de Lo prohibido a En carne y hueso y el volumen VI de La vida de la muerte a El libro de sangre (epílogo) sobre Jerusalem Street, yendo mi lectura desde la mitad del volumen V en adelante (o sea, la antes citada Los hijos de Babel, página 333 del tomo 2 de Valdemar) Las historias, manteniendo su estilo propio pese a la amplia variedad genérica, fueron estas:
- Los hijos de Babel: La protagonista sería aqui Vanessa, una joven separada aficionada al riesgo, que se lo encontrará en una remota isla griega cuando se cruce con unos misteriosos ancianos que dicen encargarse de la estabilidad mundial (¿senilidad o realidad?) Más fantástico que de terror, el presente relato tiene una acertada crítica (final) a la inutilidad de los poderes políticos.
- En carne y hueso: Uno de los relatos más extensos, centrado en el tema de la posesión diabólica, pero lejos del estereotipo religioso. En esta historia todo acontece en una carcel en el plano físico, aunque se mueve también por el plano onírico, y vendría a lidiar con eso de que el peor infierno está en nosotros mismos.
- La vida de la muerte: A la protagonista de este relato le ocurre algo similar al famoso Rey Midas, pero mucho más escabroso; tras llevar una temporada no demasiado buena en su vida, de repente empiezan a morir todos los que tienen un trato cercano con ella, tras que haya estado en una cripta de cadáveres en una abandonada iglesia donde se cruzará con un misterioso individuo.
- Como se desangran los expoliadores: Tres colonos europeos intentan forzar a una tribu para que abandone sus tierras, que según ellos han comprado. Eso despertará la maldición de dichos indígenas en una forma parecida al ébola, virus mortal en el que te sangra todo el cuerpo (dotando al relato de una generosa dosis gore)
- Crepúsculo en las torres: En un principio este relato puede parecer uno de tantos de espias cuando la Guerra Fría, en este caso con uno soviético que desea desertar, pero en el Barker da su propia visión del tema de los licántropos de una manera curiosa y en su línea habitual.
- La última ilusión: El protagonista de este relato es un detective que en esencia puede recordar al Constantine de Hellblazer, que aqui recibe el encargo de custodiar el cadaver de un mago, del cual pronto se descubre que vendió su alma al diablo y desde el infierno se han propuesto cobrar dicha deuda.
- El libro de sangre (epílogo) sobre Jerusalem Street: Volviendo al relato inaugural de toda esta serie sabremos el destino del fraudulento medium del mismo, cuya piel parece estar bien valorada. Logicamente nada será tan sencillo como aparenta, poniendo así colofón final a una obra sin duda alguna notable en su conjunto, pese a la evidente predilección de cada lector por algunos relatos frente a otros.
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