FICHA TÉCNICA
Título: EL ÚLTIMO GRAN MAGO
Título original: Death defying acts
Dirección: Gillian Armstrong
País: Australia, El Reino Unido
Año: 2007
Duración: 97 min.
Género: Drama, thriller
Reparto: Timothy Spall, Guy Pearce, Catherine Zeta-Jones, Saoirse Ronan, Jack Bailey, Aaron Brown, MacKay Crawford, James Fiddy, Martin Fisher, Tim Frost
Guión: Tony Grisoni, Brian Ward
Distribuidora: DeAPlaneta
Productora: Myriad Pictures, Film Finance Corporation Australia, Zephyr Films Ltd., Macgowan Lupovitz Nasatir Films
Diseño de Producción: Gemma Jackson
Fotografía: Haris Zambarloukos
Montaje: Nicholas Beauman
Música: Cezary Skubiszewski
Productor: Chris Curling, Marian Macgowan
Vestuario: Susannah Buxton
SINOPSIS
Cuando Harry Houdini (Guy Pearce), el famoso mago, llega a Edimburgo en su gira mundial, ofrece una gran recompensa a la persona capaz de contactar con su madre recientemente fallecida. Mary, (Catherine Zeta-Jones), una atractiva médium, acepta el desafío atraída por el dinero. Houdini hará todo lo posible por desenmascarar a la misteriosa mujer, pero no podrá evitar sentirse cada vez más atraído por ella...
CRÍTICA
Los estrenos de El Ilusionista a finales del 2006 y de El truco final (El prestigio) a principios del 2007 se complementan con este título, donde también el punto de partida es la figura de los magos típicos de finales del siglo XIX y principios del XX. Personalmente me gustan las dos películas citadas, si bien la primera tiene un poso de misterio y romanticismo, y una estética tan conseguida que me parece mejor que la segunda, correcta en formas pero cuya variante hacia la ciencia-ficción la aleja en parte del estilo clásico que uno interpreta hacia los magos de aquella época, para encaminarse más bien hacia una fantasía estilo Julio Verne. A ello quizás también influyen los actores, ya que si bien todos estan correctos en sus respectivas películas, uno congenia más con el caracter del personaje de Edward Norton en El Ilusionista (en última instancia movido por el amor) que con los de Christian Bale y Hugh Jackman en El truco final (El prestigio), movidos más por la envidia de uno hacia otro.
Si suponemos a El último gran mago como el film que completa esta trilogia, sin lugar a dudas estamos ante el eslabón más debil de la misma, ya que a diferencia de los títulos citados anteriormente, donde en el fondo eran los magos los protagonistas de las respectivas historias, aqui es el personaje de Catherine Zeta-Jones el verdadero eje del argumento de la película, siendo más bien la presencia de Houdini como "actor secundario" dentro del plan maestro de la protagonista, una embaucadora que pretende engañar al más famoso mago para conseguir el premio que ofrece si le comunican con su recientemente fallecida madre. El problema radica en que la esposa de Michael Douglas resulta demasiado guapa para el papel que interpreta, recordándome su personaje en ocasiones al de Cameron Diaz en Gangs of New York, donde no es que hiciera una mala interpretación, sino que simplemente no te creias a una actriz así en un personaje como el que tiene que representar. Eso mismo ocurre con la protagonista de El último gran mago, lo cual hace que cojée bastante el resultado final de la película.
A eso no ayuda su partenaire, el bastante neutro Guy Pearce, que compone a un Houdini con el que nunca llegas a congeniar ya que bajo la estética de hombre famoso que entretiene al populacho, tenemos a un personaje primero presentado como un arrogante engreido y luego como un pelele enamorado del personaje femenino encarnado por Catherine Zeta-Jones. Todo esto, además, acrecentándose en su parte final, donde ya nada importa el macguffin de la magia, para contarnos directamente un folletin romántico que resulta tan pasado de moda como La Dama de las Camelias. Y con estas declaraciones no quiero decir que no me guste el romanticismo, ya que ese era uno de los elementos de la anteriormente citada El Ilusionista y allí estaba muy bien desarrollado (quizás por la química entre la pareja protagonista formada por Edward Norton y Jessica Biel). El problema es que en El último gran mago no existe ninguna química entre los protagonistas, con lo cual (y sumado a las justas dotes interpretativas de ambos) da como resultado una total falta de implicación hacia lo que les ocurre en pantalla a los protagonistas. Y esto que cito se hace aún más notable en cada aparición de Timothy Spall como el ayudante de Houdini y Saoirse Ronan como la hija en la ficción de Catherine Zeta-Jones, ya que ambos resultan mucho más interesantes y desde luego realizan mejores actuaciones que la (sosa) pareja protagonista.
Por lo demás citar a favor del film, aparte de sus secundarios principales, la excelente fotografía que nos muestra un hermosísimo Edimburgo, su ajustadísima duración (aunque siendo apenas 97 minutos la parte final se me hizo bastante cansina) y la elegancia y minuciosidad en la recreación de los ambientes de la época, algo totalmente lógico si tenemos en cuenta que la prestigiosa BBC consta en los créditos del film. Y aunque no es tema propio de la película, citar que el título original de la misma es Actos que desafian a la muerte, algo totalmente diferente al título con la que la han bautizado en España (si bien ultimamente llevamos una racha de películas cuyo título es traducido para nuestro pais de manera totalmente aleatoria...)
LO MEJOR: Timothy Spall, Saoirse Ronan, la duración de la película y la recreación de los ambientes de la época así como la preciosa fotografía.
LO PEOR: La pareja protagonista (con ninguna química entre ellos) y el tono de la película, especialmente en su tramo final, que parece un culebrón decimonónico caduco.
Título: EL ÚLTIMO GRAN MAGO
Título original: Death defying acts
Dirección: Gillian Armstrong
País: Australia, El Reino Unido
Año: 2007
Duración: 97 min.
Género: Drama, thriller
Reparto: Timothy Spall, Guy Pearce, Catherine Zeta-Jones, Saoirse Ronan, Jack Bailey, Aaron Brown, MacKay Crawford, James Fiddy, Martin Fisher, Tim Frost
Guión: Tony Grisoni, Brian Ward
Distribuidora: DeAPlaneta
Productora: Myriad Pictures, Film Finance Corporation Australia, Zephyr Films Ltd., Macgowan Lupovitz Nasatir Films
Diseño de Producción: Gemma Jackson
Fotografía: Haris Zambarloukos
Montaje: Nicholas Beauman
Música: Cezary Skubiszewski
Productor: Chris Curling, Marian Macgowan
Vestuario: Susannah Buxton
SINOPSIS
Cuando Harry Houdini (Guy Pearce), el famoso mago, llega a Edimburgo en su gira mundial, ofrece una gran recompensa a la persona capaz de contactar con su madre recientemente fallecida. Mary, (Catherine Zeta-Jones), una atractiva médium, acepta el desafío atraída por el dinero. Houdini hará todo lo posible por desenmascarar a la misteriosa mujer, pero no podrá evitar sentirse cada vez más atraído por ella...
CRÍTICA
Los estrenos de El Ilusionista a finales del 2006 y de El truco final (El prestigio) a principios del 2007 se complementan con este título, donde también el punto de partida es la figura de los magos típicos de finales del siglo XIX y principios del XX. Personalmente me gustan las dos películas citadas, si bien la primera tiene un poso de misterio y romanticismo, y una estética tan conseguida que me parece mejor que la segunda, correcta en formas pero cuya variante hacia la ciencia-ficción la aleja en parte del estilo clásico que uno interpreta hacia los magos de aquella época, para encaminarse más bien hacia una fantasía estilo Julio Verne. A ello quizás también influyen los actores, ya que si bien todos estan correctos en sus respectivas películas, uno congenia más con el caracter del personaje de Edward Norton en El Ilusionista (en última instancia movido por el amor) que con los de Christian Bale y Hugh Jackman en El truco final (El prestigio), movidos más por la envidia de uno hacia otro.
Si suponemos a El último gran mago como el film que completa esta trilogia, sin lugar a dudas estamos ante el eslabón más debil de la misma, ya que a diferencia de los títulos citados anteriormente, donde en el fondo eran los magos los protagonistas de las respectivas historias, aqui es el personaje de Catherine Zeta-Jones el verdadero eje del argumento de la película, siendo más bien la presencia de Houdini como "actor secundario" dentro del plan maestro de la protagonista, una embaucadora que pretende engañar al más famoso mago para conseguir el premio que ofrece si le comunican con su recientemente fallecida madre. El problema radica en que la esposa de Michael Douglas resulta demasiado guapa para el papel que interpreta, recordándome su personaje en ocasiones al de Cameron Diaz en Gangs of New York, donde no es que hiciera una mala interpretación, sino que simplemente no te creias a una actriz así en un personaje como el que tiene que representar. Eso mismo ocurre con la protagonista de El último gran mago, lo cual hace que cojée bastante el resultado final de la película.
A eso no ayuda su partenaire, el bastante neutro Guy Pearce, que compone a un Houdini con el que nunca llegas a congeniar ya que bajo la estética de hombre famoso que entretiene al populacho, tenemos a un personaje primero presentado como un arrogante engreido y luego como un pelele enamorado del personaje femenino encarnado por Catherine Zeta-Jones. Todo esto, además, acrecentándose en su parte final, donde ya nada importa el macguffin de la magia, para contarnos directamente un folletin romántico que resulta tan pasado de moda como La Dama de las Camelias. Y con estas declaraciones no quiero decir que no me guste el romanticismo, ya que ese era uno de los elementos de la anteriormente citada El Ilusionista y allí estaba muy bien desarrollado (quizás por la química entre la pareja protagonista formada por Edward Norton y Jessica Biel). El problema es que en El último gran mago no existe ninguna química entre los protagonistas, con lo cual (y sumado a las justas dotes interpretativas de ambos) da como resultado una total falta de implicación hacia lo que les ocurre en pantalla a los protagonistas. Y esto que cito se hace aún más notable en cada aparición de Timothy Spall como el ayudante de Houdini y Saoirse Ronan como la hija en la ficción de Catherine Zeta-Jones, ya que ambos resultan mucho más interesantes y desde luego realizan mejores actuaciones que la (sosa) pareja protagonista.
Por lo demás citar a favor del film, aparte de sus secundarios principales, la excelente fotografía que nos muestra un hermosísimo Edimburgo, su ajustadísima duración (aunque siendo apenas 97 minutos la parte final se me hizo bastante cansina) y la elegancia y minuciosidad en la recreación de los ambientes de la época, algo totalmente lógico si tenemos en cuenta que la prestigiosa BBC consta en los créditos del film. Y aunque no es tema propio de la película, citar que el título original de la misma es Actos que desafian a la muerte, algo totalmente diferente al título con la que la han bautizado en España (si bien ultimamente llevamos una racha de películas cuyo título es traducido para nuestro pais de manera totalmente aleatoria...)
LO MEJOR: Timothy Spall, Saoirse Ronan, la duración de la película y la recreación de los ambientes de la época así como la preciosa fotografía.
LO PEOR: La pareja protagonista (con ninguna química entre ellos) y el tono de la película, especialmente en su tramo final, que parece un culebrón decimonónico caduco.