SINOPSIS
En un futuro cercano, Norteamérica es un páramo asolado por la radiación con una única y gran megalópolis que se extiende a lo largo de su costa este: Mega City 1. Esta inmensa y violenta urbe cuenta con una población de más de 400 millones de personas, cada uno de los cuales es un infractor en potencia. Los únicos que intentan imponer el orden entre semejante caos urbano son los jueces, a la vez agentes de la ley, jueces, jurados y verdugos. Y la perfecta personificación de estos jueces es Dredd (Karl Urban), una leyenda viva de justicia blindada dedicado por entero a hacer cumplir la ley. En una misión aparentemente rutinaria junto a Cassandra Anderson (Olivia Thrilby), una juez novata dotada de grandes habilidades psíquicas, se disponen a investigar de homicidio en un peligroso mega-rascacielos de la ciudad, un suburbio vertical de 200 pisos de altura controlado por el clan de la despiadada Ma-Ma (Lena Headley). Pero al intentar arrestar a uno de los principales secuaces de Ma-Ma, ella decide cerrar a cal y canto todo el edificio y ordena a su clan que dé caza a los jueces. Atrapados en una brutal e implacable lucha por la supervivencia, Dredd y Cassandra se verán obligados a impartir una justicia extrema…
Notas de producción
El mundo futuro del juez Dredd, creado por el guionista John Wagner y el dibujante español Carlos Ezquerra allá por 1977 para la publicación 2000 AD, ha crecido hasta cobrar vida propia. Con su infinidad de historias y personajes, fue elegido por votación Mejor cómic británico y Mejor cómic de la historia en los National Comics Awards.
Ahora, la inagotable imaginación del escritor Alex Garland da vida a DREDD como una película de acción futurista de cine negro moderno, que recupera para el célebre personaje la oscura encarnación visceral del venerado cómic de John Wagner y Carlos Ezquerra.
Alex Garland explica: “Me crié leyendo al juez Dredd. Los increíbles guionistas y dibujantes de la revista 2000 AD ejercieron una gran influencia formativa sobre mí. Andrew, Allon y yo hemos creado esta adaptación del juez Dredd poniendo especial énfasis en la adrenalina y el realismo, sin olvidarnos de la grandiosidad y el espectáculo que ofrece la ciudad de Mega City 1”.
Además, cuentan con el respaldo de 2000 AD y John Wagner, cocreador del juez Dredd: “El guión de Alex Garland es fiel al concepto original que convirtió al juez Dredd en un héroe duro y popular. Es todo un viaje de alto octanaje por las oscuras entrañas de la inmensa ciudad del futuro. Hará las delicias de los fans”.
Acertar con la historia
Juez Dredd, el venerado cómic del guionista John Wagner y el dibujante español Carlos Ezquerra sobre un inquebrantable agente del orden en un lejano futuro, hizo aparición hace más de tres décadas y, desde entonces, ha producido un legado propio. Se han dedicado novelas, revistas, juegos de mesa y de cartas, una superproducción fallida de Hollywood, juegos de rol y de ordenador, muñecos, fundas de edredón, máquinas del millón e incluso albornoces al icónico policía, juez, jurado y verdugo, que ha logrado convertirse en una leyenda a través del cómic.
En su apogeo, a finales de la década de 1970, en pleno gobierno de Margaret Thatcher, la revista británica de cómics 2000 AD vendía 100.000 ejemplares a la semana, y el joven Alex Garland quedó cautivado por su violencia oscura, visceral e irónica. “Tenía unos 10 años cuando encontré un ejemplar de 2000 AD en el quiosco local de prensa y me puse a leerlo”, recuerda el célebre guionista y novelista, “me quedé obsesionado con todo el material que encontré allí, pero sobre todo con el juez Dredd. Esa historia sobre encontrar 2000 AD en una tienda y quedarse enganchado con el juez Dredd es muy común entre los hombres de mi edad... y en todos nosotros ha perdurado algo de ello cuando nos hemos hecho mayores, recuerdo que se debía en parte a que Dredd tenía un aspecto adulto, como si yo fuera quizá un poco más joven de lo debido para estar leyéndolo. Como ver una película para mayores de 18 años cuando no tienes más que 12, esa clase de emoción”.
El novelista y guionista, famoso por su mezcla de exploración psicológica, dilema moral y tramas llenas de suspense en sus novelas “La playa”, “The Tesseract” y “En coma”, así como sus intensos guiones para “28 días después”, “Sunshine” y “Nunca me abandones”, asegura que siempre pensó que acabaría contando historias a través del cómic: “Mi padre es dibujante, así que siempre pensé que acabaría haciendo historietas. Solía dibujar cómics constantemente y, gracias a eso, aprendí mucho sobre cómo construir una narración”. Cree que esa sensibilidad propia del cómic se puede apreciar en sus libros, que son muy cinematográficos, “y los cómics son muy cinematográficos, la extensión de los capítulos y el ritmo con el que avanza la trama. Así que, en cierto modo, es algo que está en mi formación, esa manera gráfica de ver la narración”.
John Wagner, cocreador del cómic, comprende la reacción visceral de Garland a su obra y cree que el principal atractivo de Dredd es que es una mezcla de bueno y malo: “Es un poli muy duro y, en ciertos aspectos, apoyas completamente lo que hace, pero, en otros, piensas: ‘menos mal que hoy día no existe nadie como él’”. Esa mezcla contradictoria de bien y mal es algo que cree que es lo que verdaderamente atrae sobre el legendario personaje: “Claro que Dredd jamás se vería a sí mismo como malvado, se cree íntegro y honrado, pero desde luego no es alguien que querrías tener en las calles, protegiéndote, porque seguramente acabarías sin atreverte a salir”.
El productor Andrew Macdonald colaboró por primera vez con Garland cuando produjo la película de Danny Boyle “La playa”, hace diez años. En 2002, Garland escribió “28 días después” para Boyle y Macdonald, que para entonces ya estaba dirigiendo la productora independiente británica DNA Films, junto a Allon Reich. Garland escribiría después el guión del alabado ‘thriller’ de ciencia ficción de Danny Boyle “Sunshine” y adaptaría la magistral novela de Kazuo Ishiguro “Nunca me abandones”, que acabaría convertida en un filme conmovedor y provocativo para DNA Films.
El escritor se sintió inspirado cuando la productora decidió ampliar sus horizontes y aventurarse en el terreno de las grandes producciones de cine de género, con intención de crear franquicias, y dirigido a un público más general, con estrenos mucho más amplios. A los productores Allon Reich y Andrew Macdonald se les ocurrió que tal vez pudieran hacerse con los derechos del juez Dredd y que Garland sería, evidentemente, la persona perfecta para escribir el guión.
Sin embargo, seguir la pista de los derechos resultó algo complejo, reconoce Macdonald: “Fue complicado, porque los derechos cinematográficos habían pasado por muchas manos. En determinado momento, fueron propiedad de Disney, luego llegó la versión de Stallone. Pasamos dos años intentando aclarar la cuestión de los derechos”. Pero, en todo ese tiempo, el equipo no perdió la confianza en que los conseguirían, de modo que Alex se puso a trabajar en los primeros borradores de un posible guión.
Lo irónico es que fue precisamente el fracaso de la versión de Stallone de 1995 lo que posibilitó que los cineastas pudieran poner en marcha este relanzamiento del personaje para la gran pantalla. “Curiosamente, fue lo que nos permitió hacernos con los derechos”, explica Garland. “Si ese primer intento hubiera sido un gran éxito, jamás habríamos conseguido los derechos. Nos abrió la puerta. También sabíamos que las expectativas de la gente estarían definidas por esa película, así que, desde el principio, buscábamos algo completamente distinto. Algo que fuera mucho más duro y atrevido”.
Macdonald concuerda con lo dicho por Garland: “Los derechos eran propiedad de Rebellion, que está dirigida por dos hermanos, Jason y Chris Kingsley, que también son productores, y se mostraron muy protectores, sabían que era una propiedad con valor y querían sacarle provecho de la manera apropiada. Nos llevó cierto tiempo convencerlos de que éramos la gente adecuada, pero acabábamos de hacer ‘28 días después’ y les dijimos que queríamos hacer algo así. Una película que no agradara a todo el mundo, que es lo que intentó hacer la primera, y acabó aguando el personaje de Dredd. Cambiaron el tono del cómic, lo que fue un craso error”.
Hasta el propio Sylvester Stallone se muestra de acuerdo con esa crítica, y ha reconocido en declaraciones anteriores que fue “una oportunidad completamente desaprovechada... para mí fue más bien cuestión de desperdiciar las grandes posibilidades que ofrecía esa idea... no estuvo a la altura de lo que podría haber sido”. Esta vez, los cineastas querían mantenerse fieles a la visión de Wagner y Ezquerra, y tanto Reich como Macdonald han defendido siempre la importancia y la integridad del guionista y del contenido original.
“Siempre hemos tenido claro la importancia que tiene mantener cerca al creador del material original y lo vital que es aprovechar sus vastos conocimientos e información sobre dicho material. En ‘Nunca me abandones’, colaboramos muy estrechamente con Ishiguro y participó en momentos estratégicos”, comenta Macdonald. “Cuando decidimos hacer DREDD, era esencial ir a ver si podíamos conseguir el apoyo de la persona de cuya imaginación surgió inicialmente, que en este caso es John Wagner, así que quedamos con él. Ya ha visto otras obras suyas adaptadas al cine y se mostró básicamente escéptico, aunque fue muy amable”.
Wagner recuerda recibir un mensaje por correo electrónico de Garland donde le solicitaba reunirse con él: “Pensé: ‘¡Agh, otro más no!’. Entonces me reuní con ellos y me dije: ‘¿Esta gente va realmente en serio?’”. Comenta que estaba “deseando que produjeran una segunda película del juez Dredd, porque quería que se hiciera como es debido y, tras nuestra reunión, quedé impresionado con su franqueza y creí de verdad que iban en serio. O sea, el hecho de que les importara lo suficiente para implicarme tan pronto supuso mucho para mí. En 1995, hicieron la película equivocada, no se leyeron al juez Dredd y sencillamente rodaron otra historia. Esta vez, se estaban embarcando en lo que sabía que sería el auténtico juez Dredd que conozco”.
Garland quedó encantado de poder contar con Wagner a la primera oportunidad: “Si en esa primera reunión John hubiera dicho: ‘No quiero otra película, la última fue demasiado dolorosa y no funciona en la pantalla, debería quedarse simplemente como personaje de cómic y ya está’, creo que nos habríamos marchado pensado ‘está bien’. Pero yo conocía a Dredd. Lo he leído toda la vida y estaba muy seguro de poder hacerlo bien”.
El productor Allon Reich considera que el consenso entre Garland y Wagner fue algo fortuito y permitió obtener una visión cinematográfica muy particular para DREDD: “Es su visión creativa. Alex es un gran aficionado al cómic, se crió con el juez Dredd y está sumido en el mundo de 2000 AD y Mega City 1, además de ser un guionista con experiencia”. Garland aprovechó mucho del material original, en opinión de Reich, pero también lo hizo independiente como película, con identidad propia. “Es completamente un producto de su imaginación y de su visión creativa, la película lleva totalmente su sello, sin duda alguna”.
Pero escribir el guión no resultó ser tarea fácil. “Empecé escribiendo una historia con otro personaje del universo de Dredd, el juez Muerte, némesis de Dredd, y trabajé en ella durante un año, a lo largo de varios borradores”, recuerda Garland. “De hecho, ese fue el primer borrador que vio John, pero me di cuenta de que no conseguía que me quedara bien, así que pasé a unos terroristas pro-democracia, que es otra de las historias escritas por John que me pareció especialmente interesante”.
Pero Garland llegó a la conclusión de que esa historia tampoco servía para volver a presentar de manera eficaz al personaje en la gran pantalla. “De pronto, pensé: ‘No dejo de intentar ir a lo grande con esto’, necesitaba pensar de manera más sencilla y que se me ocurrieran otro tipo de historias de las que John solía contar. Que no fuera uno de esos relatos grandiosos de los que hay muchos a lo largo de la mitología de Dredd”. El guionista empezó a simplificar y a buscar “algunas de las historias con más garra, que son como relatos cortos”.
Al final, decidió escribir una película sobre un día cualquiera en la vida de Dredd, y Wagner quedó completamente encantado: “Ese era el problema de la primera película: era demasiado grandiosa. Intentaron abarcar demasiado. Alex lo ha reducido a un día cualquiera en la vida de Dredd, y creo que ha quedado mucho mejor así”.
El largo proceso hasta tener finalmente un guión listo resultó fructífero y la reacción de todos al mismo fue sumamente entusiasta. Pete Travis recuerda: “Leí el guión de Alex y me dejó impresionado. Creo que Alex ha creado una historia que va más allá de la necesidad de ser un fan del cómic. Si vives en una ciudad, te da miedo la violencia, y DREDD está ambientado en un futuro que no dista tanto de nuestro presente. Creo que ha logrado crear un personaje con el que puedes conectar”.
Andrew Macdonald lo resume en pocas palabras diciendo: “Lo que hizo DREDD posible fue que teníamos un gran personaje y un gran guión. Todo el que lo leía quería hacerlo”.
Acertar con los personajes
“Preparamos un paquete muy atractivo, compuesto principalmente por derechos, productores, guión y un director con un sólido historial, y todos nuestros protagonistas principales se mostraron entusiasmados y encantados de participar”, asegura Macdonald, “pero queríamos hacer una película que fuera dura y adulta, la violencia que precisábamos suponía que la película fuera para mayores de 18 años, tanto en Estados Unidos como en Europa, así que sabíamos que no podíamos gastarnos más que unos 40 millones. No iba a contar con un gran presupuesto y, además, sabíamos que teníamos a un personaje que no podía quitarse el casco, que era lo que queríamos, pero es que, además, estaba estipulado en nuestro contrato con los hermanos Kingsley. Pero entonces no puedes tener a una gran estrella de cine cuyo rostro no vas a poder ver. Necesitábamos a un gran actor, en lugar de un nombre conocido como Will Smith”.
Reich interviene con su versión del proceso de selección del actor que encarnaría al icónico personaje: “Dredd es un personaje muy extremo, es el juez definitivo, la ley lo es todo para él. Las normas son las normas y él se dedica a impartir justicia sin las más mínimas contemplaciones. Es el mejor en lo que hace y el más temido. No admite discusión y no hay nadie más duro que él. Se inspiró en Harry, el sucio, es el personaje del cómic británico más longevo y se mantiene como uno de los más queridos; es más, la expresión ‘tipo Dredd’ es de uso corriente incluso entre gente que ni siquiera ha leído nunca el cómic”.
El equipo necesitaba un actor que entendiera bien y aceptara ese legado y no viera como un obstáculo la idea de interpretar a un icono monolítico. Por su parte, Karl Urban, la estrella de “Star Trek” y “El Señor de los Anillos”, se enteró de que iban a volver a adaptar el cómic a la gran pantalla y sintió curiosidad: “Me interesaba mucho, por mi experiencia de leer los cómics, así que me reuní con Alex, Andrew, Allon y Pete, escuché su planteamiento y estaba claro que querían hacer algo radicalmente distinto de lo que se había hecho antes, pretendían hacer una película que fuera mucho más dura, cruda y realista. Una cinta de acción y aventura de alto octanaje, mucho más fiel al material original, lo que despertó inmediatamente mi interés”.
Reich comenta sobre Urban: “Ha realizado trabajos interesantes, como “Star Trek” y “El Señor de los Anillos”, y adelantó un viaje que iba a hacer a Los Ángeles para reunirse con nosotros, nos gustó ver tanta pasión. Se crió con el cómic, así que tenía ya ciertas ideas con respecto a él, y le encantó el guión”.
El actor señala que su primer contacto con el juez Dredd se produjo a través de los cómics: “Empecé a leerlos cuando tenía 16 años y trabajaba en una pizzería de Wellington, Nueva Zelanda. Ya era aficionado a la ciencia ficción, así que me entusiasmó el personaje y disfrutaba mucho con el mundo de Mega City 1 y el propio Dredd. Es ese agente del orden futurista, más duro que nadie, el agente del orden definitivo, en una sociedad donde el procedimiento normal de la justicia ha cambiado. Ya no hay jurados, abogados y un complejo sistema legal, sino que todo se ha condensado en un solo hombre. Desde esa edad, siempre me han encantado los personajes tipo justiciero y el juez Dredd es uno de los mejores”.
Como fan devoto, el actor quedó doblemente entusiasmado por el hecho de que los cineastas no querían verle nunca jamás la cara a Dredd: “Uno de los mejores aspectos de Dredd es que nunca conoces totalmente su identidad. Desde su creación en 1977, ha sido la representación sin rostro de la ley, un enigma, y hacer cualquier otra cosa no habría sido Dredd”.
“No puedes cometer el error de interpretar al icono, tienes que interpretar al hombre, un hombre que tiene un trabajo increíblemente duro, en esta sociedad que se está desmoronando y descomponiendo”, explica Urban. “Su heroísmo se define por ser un hombre corriente. Para mí, se acerca más a esos heroicos bomberos que se metieron en las Torres Gemelas el 11 de septiembre, y no podría estar más lejos del estereotípico superhéroe, porque no es Superman, ni Batman. No tiene un alter ego, lo que ves es lo que hay, llama a las cosas por su nombre, pero el auténtico desafío para mí, como actor, fue tratar de imprimirle el mayor dinamismo posible. Es duro, cómo transmitir emociones sutiles como la duda o la preocupación cuando no puedes usar los ojos, así que ha sido un proceso muy estimulante”.
Urban asegura que siempre le han atraído los papeles más oscuros: “Cuando abordo un personaje, me interesan los fallos y las imperfecciones, lo que los hace humanos y tridimensionales. Dredd es harina de otro costal, es interesante porque sus emociones están completamente reprimidas, cualquier tipo de vida social normal que pudiera haber llevado ha quedado completamente purgada de su psique y, en cierta medida, me parece algo trágico, porque se le ha encomendado la labor de proteger a los ciudadanos de esa sociedad pero, al mismo tiempo, es incapaz de funcionar normalmente en esa misma sociedad”.
Aparte de los retos psicológicos y emocionales que entrañaba el papel, interpretar a Dredd fue, naturalmente, una tarea sumamente agotadora. “Ha sido un papel muy físico. Desde que me incorporé al proyecto, y durante la preproducción, pasé mucho tiempo en el gimnasio para conseguir el estado físico y la disposición adecuados, y luego, cuando llegué para el rodaje, me metieron en un campamento de instrucción durante dos semanas y media, donde me prepararon en el uso de armas, movimiento técnico, aprender a moverse en un tiroteo, aprender a detener a ‘chorizos’, atravesar puertas y arrestar a gente. Uno de los aspectos más descabellados de lo que hago es aprender constantemente nuevas habilidades que jamás podría aprender en la vida real”.
Urban se sintió agradecido por hacer una versión más realista, el tono de DREDD supuso que utilizaran armas reales, “La ‘Lawgiver’ es un arma plenamente operativa, basada en un sistema de 9 mm, así que dispara de verdad y puedes cambiar a automática o semiautomática. Es una ventaja más como actor cuando no tienes que imaginar algo y lo tienes realmente delante. La ‘Lawmaster’ es la moto de Dredd, basada en una moto de 500 cc, con un enorme armazón por encima, con ametralladoras, una distancia entre ejes ampliada, los neumáticos más gruesos que pudieron encontrar, es una auténtica fiera de máquina y fue muy divertido montar en ella”. El actor afirma que era una de las cosas que tenía muy claras: “Me pareció importante que los espectadores tuvieran ocasión de verme en esa moto, montado en ella, moviéndome entre el tráfico. Aquí no hay trucos de fondos verdes o azules. Cuando ves a Dredd en la moto, lo acompañas en su viaje”.
Luego estaba la cuestión de los diálogos y de cómo hablaría realmente el juez, Urban tuvo que decidir qué voz habría surgido de las páginas del cómic: “En la labor de documentación que realicé, la voz de Dredd se describía como una sierra cortando hueso”, explica, “así que me pareció que tenía que intentar conseguir una resonancia que no se encontraba en mi registro normal. Era bastante más áspera y ronca en muchos aspectos, lo que puede ser difícil de mantener, además de que no puedes gritar con un tono áspero, así que se trata de algo que presenta sus propias dificultades”.
El actor sí que insistió, sin embargo, en recortar sus diálogos, y el guionista Garland se mostró totalmente colaborador: “Si se puede decir con una sola frase, mejor que con tres. Quería que fuera muy minimalista, que Dredd hablara lo mínimo imprescindible. Y no me cansaré de alabar a Alex y cómo me ayudó; ha sido una suerte contar aquí con él. Ha realizado una aportación increíble a toda esta película y para mí ha supuesto una baza magnífica tener al guionista presente en el rodaje. Si tengo alguna duda sobre una escena o las intenciones de un determinado punto, no tengo más que preguntarle, y Alex no se muestra puntilloso al respecto. Está encantado de mejorar el material y es un colaborador maravilloso, a menudo acudes a él y te dice: ‘eso es genial, a ver qué te parece esto’, y te planteará otra cosa, lo llevará más allá, elevará el material a un nivel superior y lo mejorará”.
Mantenerse fiel a los orígenes del fenómeno de Dredd era tan importante para Urban como respetar la coherencia con la visión de Garland, por lo que fue un auténtico honor para él conocer al creador del personaje: “Tuve la gran fortuna de conocer a John Wagner y se mostró sumamente encantador y elogioso. Yo estaba algo nervioso, Dredd es su creación y, cuando conoces al creador, esperas estar a la altura de sus expectativas, y me imagino que las expectativas están muy altas”, observa el actor. “He de decir que estuvo maravilloso y se mostró contento con lo que vio. Reconoció que estamos siendo fieles a su creación y que, aunque no estamos trasladando al 100% un mundo completo de los cómics a un medio como el cine, creo que podía ver y reconocer que nuestras intenciones eran buenas”.
Reich dice que siempre tuvieron intención de elegir al actor que encarnaría a Dredd antes de plantearse a quién escoger para su compañera novata, la psíquica Anderson. “Vimos a muchas chicas distintas; Olivia Thirlby estaba rodando una película en Moscú, se grabó en una cinta y realizó una lectura estupenda. Después le hicimos una prueba ante la cámara con Karl en Londres y quedó perfecta”.
La actriz de formación clásica, que se hizo popular en la escena independiente y entró a formar parte de la nueva ola de estrellas de Hollywood cuando fue descubierta como mejor amiga de la protagonista en el gran éxito “Juno”, comenta que, como a todos, fue el guión lo que atrajo su interés: “Alex Garland ha escrito un guión estupendo y eso fue lo que llamó inicialmente mi atención. Desde el momento en que leí la primera línea de diálogo de Anderson, me llegó directamente al corazón y eso he de agradecérselo a Alex. Me sentí muy identificada con el personaje, así que preparé una cinta de audición, que es algo que hago, y que todos los actores hacen, cuando no puedes presentarte en persona a hacer las pruebas. Luego no supe nada de ellos durante unas tres semanas, así que me olvidé del tema y pensé: ‘en fin, supongo que habrán encontrado a otra’. Tomé la falta de noticias como malas noticias y luego resultó que la ausencia de noticias eran buenas noticias, porque, de repente, me enteré de que les había gustado mucho mi cinta y a partir de ahí todo salió adelante”.
Thirlby posee lo que Reich califica de un aire de “actriz independiente de Nueva York”, algo que “va perfecto. John Wagner se basó mentalmente en Debbie Harry para crear a Anderson y Olivia tiene sobradamente ese aire. Dredd no se quita el casco, lo que es duro para un actor y para los espectadores, mientras que Anderson no puede llevar casco, por suerte, porque interfiere con sus habilidades psíquicas. Podemos verle los ojos, así que es nuestro punto de contacto humano con la película, por lo que era importante contar con una actriz que pudiera mostrar esa vulnerabilidad, así como la fuerza para ser un juez”.
Thirlby ve a Anderson como la persona que tiene todas las de perder en esta historia: “Lo tiene todo en contra, en todos los aspectos imaginables. Como les pasa a muchas personas, tiene que perderse para poder encontrarse, y tiene que rendirse antes de poder hacer lo que es verdaderamente capaz y está dispuesta a hacer. Empieza la película esforzándose mucho por causar buena impresión, hacer lo correcto y seguir los procedimientos adecuados pero, a lo largo de la película, la situación se va haciendo cada vez más peligrosa, hasta convertirse en cuestión de vida o muerte, la trama se complica y se ve obligada a olvidarse de todo lo que intenta hacer y ser sencillamente ella misma”.
Pete Travis agrega: “Creo que Olivia posee una gran fuerza, que ha logrado transmitir a su personaje. Tiene una forma de mirarte que consigue que te dé mucha pena pero, al mismo tiempo, es muy dura cuando tiene que serlo”.
“Dredd es en blanco y negro”, explica la actriz, “mientras que ella existe en una zona gris, donde todo está realzado o empañado, según cómo lo veas, gracias al hecho de que ella sabe realmente qué es lo que las personas guardan en lo más profundo de su ser, quizá incluso mejor que ellos mismos. Es única, porque posee un profundo entendimiento del alcance de la experiencia humana. Conoce las mayores alegrías y las más profundas tristezas, porque puede sentirlas en otras personas”.
La capacidad psíquica de Anderson conduce a situaciones intensas en la historia, que Thirlby reconoce que fueron emocionalmente agotadoras: “Suelen estar relacionadas con lecturas muy concretas del dolor de alguien, sobre todo en un tugurio como este, donde ocurren tantas cosas funestas, y hay varias ocasiones a lo largo de la película en las que no tiene más opción que asimilar todo el dolor que está sufriendo la gente. Eso es algo que le resulta siempre muy duro, su don es una maldición, no tiene más elección que sentir el dolor”.
Pero la actriz disfrutó con la preparación para las escenas de acción, el uso de armas y la formación táctica necesarias para su papel: “Me siento orgullosa de saber recargar y retraer la corredera, es genial llegar a un decorado con pasillos y saber la manera correcta de avanzar tácticamente por un sitio así. Tuve que aprender a dar patadas giratorias, que son muy difíciles, y otros movimientos básicos de lucha, pero todo se hizo de tal modo que resultara creíble que Anderson pudiera tener capacidad física suficiente para matar a alguien a mano limpia”.
La actriz británica Lena Headey, más conocida por interpretar a ‘Cersei’ en la serie de gran éxito del canal HBO “Juego de tronos”, además de ser la protagonista femenina de la visionaria y taquillera adaptación del cómic “300”, fue la última en incorporarse al reparto principal, para encarnar a Ma-Ma, la villana responsable del imperio de la droga de Slo-Mo, en torno al cual gira la historia. “Uno de nuestros arquetipos era Pattie Smith”, explica Reich, “y ese tipo de autocontrol tan increíble, así como la capacidad para sentir que no le importa lo más mínimo lo que opine nadie, ya que ella piensa comportarse como le venga en gana. A eso hay que añadirle luego una brutal faceta criminal. Lena tiene una capacidad asombrosa para eso y lo interpretó de una manera que no esperarías”.
Cuando creó el guión para DREDD, lo que hizo Alex Garland fue juntar a dos polos opuestos que tendrán que sobrevivir a una jornada de formación; como apunta John Wagner: “Tenemos a Dredd (que es a la vez tu mayor héroe y tu peor pesadilla) y a Anderson (frágil, interesante, inteligente, cualquiera diría que jamás podría convertirse en juez, porque tiene demasiado corazón). Es una pareja con un contraste sumamente interesante, sobre todo tal como los ha juntado Alex. Ambos están sacados del cómic original, pero la antagonista, Ma-Ma, y su banda están creados para la película, aunque están inspirados en ese mismo universo y encajan perfectamente en ese mundo”.
Garland observa: “Ma-Ma ha tenido una vida muy dura y, en determinado momento, decidió devolvérsela al mundo. Hace cosas que son irremediablemente brutales. Pero también quieres buscarle algo de dimensión a su personaje y saber que la propia Ma-Ma se pregunta: ‘¿por qué no me alcanza ninguno de esos disparos?’. Tiene una vena puramente animal y su vida ha tomado un rumbo que la lleva inevitablemente a chocar con Dredd, de forma un tanto curiosa”.
Headey se metió de lleno en el papel, pese a no gustarle demasiado todo ese violento arsenal del que hace uso su personaje: “No me emocionan especialmente las armas. Tendrán muy buena pinta, pero me dan miedo y se me dan de pena”.
A la hora de elegir al actor que encarnaría a Kay, el secuaz de Ma-Ma, los cineastas querían poner énfasis en el duro realismo de la película: “Pretendíamos hacer algo más real con nuestro tratamiento 3D que la típica adaptación cinematográfica de un cómic”, asegura Reich, “y contar con alguien de “The Wire (Bajo escucha)”, como Wood Harris, era como una declaración de intenciones de la película. Un villano de ese calibre, con el realismo que aporta su trabajo, es clave para el tono que buscábamos, y está fantástico”.
La estrella, que saltó a la fama como el irascible capo de la droga ‘Avon Barksdale’ en la alabada serie de HBO, y también dejó buena impresión como el jugador de fútbol americano de instituto ‘Julius Campbell’ en la película del año 2000 “Titanes, hicieron historia”, tiene un punto de vista muy complejo sobre interpretar a villanos en la pantalla: “Son gente que hace cosas malas y son malos tipos, pero a menudo tienen muchas buenas razones por las que hacen lo que hacen. Kay es sin duda alguna un villano, pero lo veo como un villano justificado, en ese sentido. No se considera peor que los jueces. El juez Dredd va por ahí literalmente juzgando y matando a quien hace cosas malas, y el sistema es el que dicta lo que está mal y lo que está bien. A lo largo de la historia, todo el que se enfrenta al sistema es el malo. Pero a veces echamos la vista atrás y nos damos cuenta de que no estaban muy equivocados. Desde mi punto de vista, como actor, puedo hacer lo que hace él sin problema porque me doy cuenta de cómo se lo ha justificado a sí mismo mentalmente. No se ve como un villano... Está atrapado en esa vida. Muchos malvados son así. Cuando los conoces, son inteligentes y brillantes, pero no dejan de ser villanos en nuestro mundo, aunque, en su mundo, están jugando una compleja partida de ajedrez”.
El rodaje de DREDD
Rodar DREDD en 3D fue una decisión comercial, pese a que ninguno de los miembros clave del equipo creativo había trabajado nunca en ese medio. “Es una tecnología nueva, que ninguno de los nuestros había usado”, señala Andrew Macdonald. DNA Films se dio cuenta de que el 3D estaba dominando el cine infantil, familiar y fantástico. Parecía el camino más evidente y natural a seguir pero, por la naturaleza de la película, querían hacer algo distinto. Macdonald sabía que, si iban a hacer su primera película en 3D, más les valía tener un enfoque singular del medio, así que la primera persona en quién pensó para rodar la cinta fue el legendario e inconformista director de fotografía Anthony Dod Mantle, con quien había ya trabajado anteriormente en “El último rey de Escocia” y “28 días después”.
Dod Mantle recibió un Oscar® y prácticamente todos los galardones profesionales existentes por su trabajo con Danny Boyle en “Slumdog Millionaire”, donde captó la vida en los suburbios llenos de gente y actividad de Bombay con la energía y vitalidad del realismo espontáneo y natural. “Observas la tecnología del 3D y piensas: ‘me gustaría usarla para hacer algo interesante con ella”, plantea Macdonald, “y sabía que, si lograba convencer a Anthony, que filma con todo tipo de equipos, desde cámaras digitales domésticas a 35 mm, para que trabajara en esta película, haría algo muy interesante y atrevido”.
El instinto de Macdonald y la relación de Dod Mantle con DNA Films resultaron ser bazas fundamentales para DREDD. Su estrella, Karl Urban, reconoce con admiración: “Ha sido un privilegio contar con Anthony Dod Mantle como director de fotografía. Es sumamente insólito que una película de este tipo pueda disfrutar de un director de fotografía de su calibre; ha tomado decisiones realmente interesantes, que no asociarías necesariamente con una película de estilo acción y aventura. Eso nos da una cierta ventaja, que hace que esté deseando ver el producto final, porque el componente 3D va a ser un complemento estupendo para la película”.
“Pensé que sería interesante hacer algo diferente, que trascendiera un poco los límites de lo establecido”, prosigue Macdonald. “Para ello, tuve que buscar a la gente adecuada con la que poder hacer algo así, puesto que no lo había hecho nunca. Y la persona más importante es el cámara. Anthony había trabajado antes conmigo en “28 días después”, con cámaras de vídeo domésticas, y en 16 mm en “El último rey de Escocia”, es una persona a la que le gusta probar nuevas ideas y tecnologías, y es así como consigue algunos de sus resultados más fascinantes. Se incorporó al proyecto y quiso hacer algo distinto con el 3D. Quería sentirlo de verdad y ‘envolver’ la historia en las tres dimensiones, para que resultara ultrarrealista. Anthony es uno de los mejores del mundo manejando la cámara en mano y aquí le interesaba especialmente hacer primeros planos en 3D, que es algo que la verdad es que no se había hecho nunca”.
El director de fotografía se muestra modesto sobre si la película cambiará los parámetros del cine de acción en 3D: “Puede que consigamos un gran impacto, pero lo cierto es que no estamos haciendo ‘Avatar’, ‘Resident Evil’, ‘Tron’ o ‘Alicia en el País de las Maravillas’. Nuestra película trata sobre la violencia”, asegura, desviando con modestia todos los elogios que ha recibido en este rodaje. “La gente que se mueve en torno a este proyecto serán los que definan en última instancia si estamos creando un nuevo cine en 3D o no”.
Dod Mantle observa que rodar en 3D obliga a plantearse todo teniendo en cuenta la profundidad: “Ahora pienso más en el espacio 3D y, en esta película, creo que se me permite pensar más en la profundidad que en la longitud o en líneas horizontales. Te obliga a pensar más en la profundidad que en la línea horizontal del plano. No creo que la gente piense en 3D, es muy difícil, porque estamos acostumbrados al 2D”.
El productor Allon Reich ofrece una estupenda indicación sobre el estilo que tendrá la película, al decir que se inspiraron en el cine policiaco clásico para crear su visión de DREDD: “Sentíamos que no había más remedio que hacerla en 3D, se trataba de una decisión comercial que teníamos necesariamente que tomar. Pero queríamos hacerla emocionante y, además, el guión es muy real y visceral, que era precisamente lo que queríamos conseguir con la película. Tomamos como modelos títulos como “Harry el sucio”, “Tarde de perros” y “Uno de los nuestros”. Era filmes muy centrados en un mundo muy específico, aunque el nuestro estuviera ambientado en realidad en el futuro. Pero, del mismo modo, puedes sentir que nuestras paredes están hechas de hormigón y funciona con nuestra visión de Mega City 1, al intentar utilizar nuestro 3D para conseguir un resultado muy real, no algo como ‘Alicia en el País de las Maravillas’”.
Dod Mantle explica que el propio guión de Garland influyó mucho en las decisiones que tomaron en materia visual: “Estudiamos referencias cinematográficas y cómo se ha representado la violencia en los últimos años en el cine y cómo funciona el miedo en el cine. Así que nos fijamos en los primeros tiempos de Coppola y los primeros tiempos de Clint Eastwood. La idea de un villano de Harry el sucio como la encarnación del mal. En DREDD, la forma de mover la cámara se basa fundamentalmente en la realidad a la vuelta de la esquina, es casi tangible, pero justo a la vuelta de la esquina. Estamos moviéndonos en un terreno más o menos a medio camino entre la acción, el drama y una película política artística. Aunque estamos tratando con personajes y elementos espectaculares, estamos intentando enclavarnos dentro de nuestro propio género, en algún lugar entre el arte, el entretenimiento y la política”.
Insiste en que el elemento 3D no será algo gratuito y asegura que está estrechamente vinculado con la visión de Garland del cómic: “El 3D puede ser muy efectista, llamativo y tentador, además de muy entretenido y visual. Pero, como se trata de una historia seria sobre controlar la violencia, evitar la violencia o hacer uso de la violencia, camuflada en la historia de un héroe legendario, no deberíamos caer en eso”. Afirma que su exploración del medio fue emocionante: “Intento definir un espacio no definido, que no se había explorado antes en el 3D. De hecho, estoy descubriendo mi propio alfabeto en 3D y puede enredar la percepción, en esta historia, la cámara lenta y las secuencias con múltiples capas serán extraordinarias. Hay imágenes muy complejas, en las que sientes que no sabes muy bien dónde mirar, pero es extraña e irresistiblemente hermoso”.
El mundo de Mega City 1 era fundamental para la visión de DREDD: “La historia trata tanto sobre el juez Dredd como sobre la gente que vive allí y cómo es la vida en ese mundo”, observa Urban. “Alex ha hecho un gran trabajo mostrando la vida que lleva esta gente a través de minúsculos detalles que sirven más o menos para humanizar la película. Las condiciones son terribles, con pobres y ricos, y sientes que la vida es muy difícil para esta gente. Es una sociedad en decadencia”.
Macdonald dice que pensaban en ciudades reales mientras imaginaban Mega City 1: “DREDD es un historia policiaca futurista y quería hacer que resultara realista. La primera película intentó recrearlo todo, algo que es muy difícil de hacer, mientras que ‘Blade Runner’ o ‘District 9’ utilizan un lugar real y lo combinan con el futuro. Así que tienes la sensación de estar rodeado de edificios nuevos y antiguos”. Ya existen en la actualidad grandes megalópolis con elementos en común con Mega City 1, algo alocadas y descontroladas, como São Paulo, Ciudad de México, Yakarta o Johannesburgo, y la producción de DREDD dio un importante paso adelante cuando Macdonald conoció a la estrella de “District 9”, Sharlto Copley, que lo invitó a Sudáfrica, donde se asociaron con Michael Murphey, de Kalahari Pictures, los productores sudafricanos de “District 9”. La disponibilidad de los estudios de cine recién creados de Ciudad del Cabo les proporcionó el lugar ideal donde recrear Mega City 1 en Sudáfrica.
“La ciudad, para los que no lo sepan, es ridículamente grande y caótica, y uno de los aspectos clave sobre ella es la sensación de tamaño”, explica Alex Garland, “Los bloques de apartamentos donde vive la gente son descomunales. Son como ciudades en sí mismas, porque albergan muchas cosas en su interior. No solo zonas comerciales, sino centros médicos, colegios... puedes nacer, vivir y morir allí sin poner un pie fuera, si quisieras, y conseguir transmitir esa sensación era uno de los elementos clave de la película. La ciudad es un personaje y, en este caso, el bloque también es un personaje”.
Las escenas de acción y violencia de la película requerían montar enormes tinglados para rodarlas, pero los estudios de Ciudad del Cabo estaban perfectamente equipados para proporcionar todo el material necesario, pese a tratarse de la primera película que se rodaba en las flamantes instalaciones. Macdonald afirma que rodaron allí el 70% de la película: “Una o dos secuencias de las más importantes, como cuando Ma-Ma y su banda montan su ametralladora y masacran a cientos de personas en su intento de matar a Dredd. Esa era una secuencia enorme, que precisó diez días de rodaje, gran cantidad de dobles, ocho sets distintos, algunos exteriores y otros interiores, y todo ello mezclado con efectos visuales, que harán que quede extraordinaria”.
La producción de DREDD ha tenido la suerte de gozar de una sinergia de posibilidades que se han conseguido hacer realidad y, como punto de partida de esta nueva adaptación del legendario cómic, todos los implicados creen que podría servir como trampolín de una nueva franquicia cinematográfica. Como comenta Karl Urban: “Nuestra pequeña pero ambiciosa película posee cierta envergadura y magnitud. Estamos intentando trascender los límites y, sí, es la historia de presentación, donde tienes ocasión de conocer a Dredd, Anderson, el mundo de Mega City 1 y sus habitantes, y supongo que nuestra esperanza es que, si tiene éxito y consigue llegar al público, podamos hacer más entregas, en las que ampliar y explorar estos personajes y el mundo en el que viven”. Llegados a este punto, DREDD tiene todo un mundo de posibilidades por delante.
Acerca del reparto
KARL URBAN – JUEZ DREDD
Karl Urban, natural de Nueva Zelanda, es un gran fan del juez Dredd y, al igual que Alex Garland, ha seguido las peripecias del personaje desde su infancia.
Karl es especialmente conocido por interpretar a ‘Éomer’ en la segunda y en la tercera entrega de la épica trilogía de Peter Jackson de “El Señor de los Anillos”, así como al ‘Dr. Leonard “Bones” McCoy’ en el gran éxito de taquilla de 2009 del director J.J. Abrams, “Star Trek”. Interpretó al asesino ruso ‘Kirill’ en el ‘thriller’ de acción de Paul Greengrass “El mito de Bourne”, frente a Matt Damon, y también ha recibido grandes elogios por sus interpretaciones en las producciones neozelandesas “El precio de la leche” y “24 horas de furia”.
En enero de 2011, Urban llegó a la cartelera española interpretando a ‘William Cooper’ en la adaptación del cómic de la editorial DC Comics “Red”, dirigida por Robert Scwhwentke, frente a Bruce Willis, John Malkovich, Morgan Freeman y Helen Mirren, tras la que estrenaría, pocos meses después, “El sicario de Dios (Priest)”, protagonizada por Paul Bettany, Cam Gigandet y Maggie Q.
Después de DREDD, habrá ocasión de volver a ver a Karl en las secuelas de “Star Trek” y “Las crónicas de Riddick”, cuyos respectivos estrenos están previstos para 2013.
OLIVIA THIRLBY – ANDERSON
Olivia Thirlby es una actriz neoyorkina formada en la Royal Academy of Dramatic Art (RADA), que se dio inicialmente a conocer en la galardonada película de Paul Greengrass “United 93”. Desde entonces, ha intervenido en gran variedad de filmes, entre los que destacan la gran sensación candidata al Oscar® “Juno”, del director Jason Reitman, con Ellen Page, Jason Bateman y Jennifer Garner, la producción independiente galardonada en Sundance “The Wackness”, de Jonathan Levine, con Sir Ben Kingsley, “Snow Angels”, de David Gordon Green, frente a Sam Rockwell y Kate Beckinsale, “Sin compromiso”, frente a Natalie Portman y Ashton Kutcher, “Margaret”, de Kenneth Lonnergan, con Anna Paquin, Mark Ruffalo y Matt Damon, o la cinta coral con un reparto estelar “New York, I Love You”.
También tuvo un papel recurrente frente a Jason Schwartzman, Ted Danson y Zach Galafianakis en la comedia del canal HBO “Bored to Death”, además de protagonizar la producción del Off Broadway de “Farragut North”, así como su posterior montaje en el Geffen de Los Ángeles, frente a Chris Pine.
Thirlby pasó en enero por nuestra cartelera en “La hora más oscura” y tiene pendientes de estreno “Being Flynn”, frente a Robert De Niro, Julianne Moore y Paul Dano, y “Nobody Walks”, con John Krasinski y Rosemarie DeWitt. También ha terminado recientemente su trabajo en la obra de Paul Weitz “Lonely, I’m not”, en el Second Stage Theatre del Off Broadway, frente a Topher Grace.
LENA HEADEY – MA-MA
Lena Headey encarna el papel de ‘Cersei’ en la épica serie de televisión del canal HBO “Juego de tronos”, basada en la popular serie de novelas de fantasía del autor George R.R. Martin. Recientemente, ha terminado el rodaje de la adaptación cinematográfica del libro “Mariah Mundi and the Midas Box”, así como de “Vigilandia”, junto a Ethan Hawke. También tiene en preproducción “The Poisoners”, y tiene previsto emprender la preproducción de “The Nakeds” en otoño de 2012, con Steven Shainberg (“Secretary”) como director.
Anteriormente, interpretó el papel principal de la serie de televisión de la cadena Fox “Terminator: Las crónicas de Sarah Connor”, que continuaba la saga de las películas de “Terminator”. En 2005, Headey demostró su talento en el ‘thriller’ de terror “La caverna maldita”, la aventura de fantasía “El secreto de los hermanos Grimm”, de Terry Gilliam, con Matt Damon y Heath Ledger, y la comedia romántica británica “Rosas rojas (Imagine Me & You)”, con Piper Perabo y Matthew Goode. En 2007, intervendría en el gran éxito de taquilla de Zack Snyder “300”, interpretando a la reina de Esparta.
Headey debutó en la gran pantalla en 1992 con “El país del agua”, protagonizada por Jeremy Irons y Ethan Hawke. En 1993, apareció en el drama de época “Century” y en la galardonada producción de Merchant-Ivory “Lo que queda del día”. Conseguiría su primer papel protagonista en la película de aventuras “El libro de la selva: la aventura continúa”, secuela de la popular novela de Rudyard Kipling, y seguiría trabajando en producciones independientes como “Mrs. Dalloway”, “El rostro”, “Onegin”, “Rumores que matan”, “Posesión”, “El juego de Ripley”, o la española “Lluvia en los zapatos”.
WOOD HARRIS – KAY
Wood interpreta al miembro del clan de Ma-Ma detenido por los jueces en DREDD. Wood consiguió su primer papel en el drama deportivo de Jeff Pollack “Play Off (Above the Rim)”, frente al difunto Tupac Shakur, Marlon Wayans y Duane Martin. En el año 2000, no solo consiguió un papel destacado como jugador de fútbol americano en el inspirador drama deportivo “Titanes, hicieron historia”, sino que también interpretó el papel protagonista en el telefilme de Showtime “Hendrix”, un ‘biopic’ sobre la gran figura del rock, Jimi Hendrix. Este trabajo le allanaría el camino hacia otros papeles más destacados, que permitirían a Harris seguir desarrollando su potencial, con un personaje regular en la serie de HBO “The Wire (Bajo escucha)” (como ‘Avon Barksdale’) y un importante papel de reparto, el de ‘Dion Warner’ (también conocido como ‘Dion Element’), en la cinta de Richard Kelly “Southland Tales”. Los trabajos más recientes de Harris incluyen películas como “Separados por accidente” o “Traficantes por error” y más series de televisión, como “House”, “Hawai 5.0” o “Southland”. Además, en la actualidad se encuentra trabajando en la nueva producción de Broadway de “Un tranvía llamado deseo”.
DOMHNALL GLEESON – TÉCNICO DEL CLAN
El actor, guionista y director irlandés Domhnall Gleeson empezó su carrera como actor teatral, y fue candidato a un premio Tony al Mejor actor principal en una obra por su papel de ‘Davey’ en la producción de Broadway de “El teniente de Inishmore”, de Martin McDonagh.
Sus papeles cinematográficos incluyen el de ‘Bill Weasley’ en las dos últimas entregas de la saga de Harry Potter, “Harry Potter y las Reliquias de la Muerte - Parte 1 y Parte 2”, ‘Moon’ en el “western” de los hermanos Coen “Valor de ley” y ‘Rodney’ en la adaptación de Alex Garland “Nunca me abandones”, a partir de la novela de Kazuo Ishiguro. Próximamente, será posible ver a Domhnall en “Shadow Dancer”, de James Marsh, con Clive Owen y Gillian Anderson, y en la adaptación del director Joe Wright de “Ana Karenina”, junto a Keira Knightley y Jude Law.
Acerca del equipo de realización
PETE TRAVIS – DIRECTOR
La primera película que dirigió Travis para un gran estudio, “En el punto de mira”, con Dennis Quaid, Forest Whitaker, Matthew Fox, Sigourney Weaver y Eduardo Noriega, se estrenó en Estados Unidos en febrero de 2008, en el primer puesto de la taquilla. Su siguiente título, “Endgame”, protagonizado por Chiwetel Ejiofor, Johnny Lee Miller y William Hurt, se estrenó en el Festival de Cine de Sundance de 2009 y recibió el premio Grierson al Mejor drama documental en 2010. “Endgame” también fue candidato al Emmy al Mejor telefilme en 2010, así como a un premio RTS al Mejor drama.
El trabajo anterior de Travis, “Omagh”, producido y coescrito por Paul Greengrass, se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto de 2004 y recibió el premio Discovery. “Omagh” también fue elegida Mejor película en los Premios Irlandeses de Cine y Televisión, además de Mejor drama en los premios BAFTA de 2005.
Entre sus trabajos televisivos se cuentan: “Henry VIII”, de Peter Morgan, para Granada Television, protagonizado por Ray Winstone, que recibió el premio Emmy Internacional al Mejor telefilme, y, para ITV, la miniserie “The Jury”, de Peter Morgan, con Gerard Butler y Mark Strong.
Pete ha terminado recientemente “Falcon”, para Sky Atlantic, basada en novela policiaca de gran éxito de ventas de Robert Wilson, con Marton Csokas y Hayley Atwell.
ALEX GARLAND – GUIONISTA/PRODUCTOR
Alex Garland es fan de toda la vida del juez Dredd y 2000 AD, por lo que únicamente escribió el guión de la película tras recibir la aprobación del propio creador del personaje, John Wagner.
La primera novela de Garland, el éxito de culto “La playa”, fue adaptada a la gran pantalla de la mano del director Danny Boyle, con Leonardo DiCaprio como protagonista. Su segunda novela, “The Tesseract”, también se convertiría en una película, protagonizada por Jonathan Rhys Meyers.
La colaboración de Garland con Danny Boyle continuó cuando escribió el guión de “28 días después”, protagonizada por Cillian Murphy, que fue producida por DNA Films. Después escribiría “Sunshine”, dirigida por Boyle y producida por DNA Films, y sería productor ejecutivo de “28 semanas después”, secuela de “28 días después”.
Garland continuó la asociación que tantos éxitos le ha brindado con DNA Films al escribir el guión de “Nunca me abandones”, que adaptaba la novela de Kazuo Ishiguro. Garland también ejerció de productor de la película.
ANDREW MACDONALD – PRODUCTOR
En 1993, a la edad de 27 años, Macdonald produjo su primera película, “Tumba abierta”, para Channel 4. El filme, dirigido por Danny Boyle a partir de un guión de John Hodge, fue un gran éxito de taquilla y ganó el premio BAFTA a la Mejor película británica. El mismo equipo creativo seguiría colaborando en toda una serie de proyectos sucesivos: la alabada y sumamente popular versión cinematográfica de la novela de Irvine Welsh “Trainspotting”, “Una historia diferente”, el cortometraje de 30 minutos de ciencia ficción “Alien Love Triangle” y la adaptación a la gran pantalla del libro de Alex Garland “La playa”, protagonizada por Leonardo DiCaprio.
Desde 1997, Macdonald ha dirigido DNA Films. A través de DNA Films, Macdonald ha producido los siguientes títulos: “Criaturas hermosas”, “Strictly Sinatra (A su manera)”, “The Final Curtain”, “El agente de la condicional”, “Volver a empezar (Heartlands)”, “Laberinto de Mentiras”, “El último rey de Escocia”, “Diario de un escándalo” y “The History Boys”. Macdonald también ha producido para DNA Films y Fox Searchlight, el gran éxito de taquilla “28 días después” y, posteriormente, su secuela “28 semanas después”, así como el ‘thriller’ de ciencia ficción “Sunshine”. En 2011, estrenó “Nunca me abandones”, adaptación de la alabada novela de Kazuo Ishiguro de 2005, preseleccionada para el premio Booker, sobre una Gran Bretaña distópica, protagonizada por Carey Mulligan, Keira Knightley y Andrew Garfield.
ALLON REICH – PRODUCTOR
Reich ha sido el socio en la producción de Andrew Macdonald en DNA Films desde noviembre de 2002, lo que le ha permitido trabajar en todos los proyectos recientes de DNA Films, como: “The History Boys”, “El último rey de Escocia”, “Diario de un escándalo”, “28 semanas después” y “Nunca me abandones”. Anteriormente, Reich había trabajado en Miramax, donde fue jefe de la división de cine británico y fue productor ejecutivo de “Las cuatro plumas”, de Shekhar Kapur, “Volver a empezar (Heartlands)”, de Damien O’Donnell, y “Negocios ocultos”, de Stephen Frears. Previamente, en Film Four, intervino en muchas otras producciones, como “Cuatro bodas y un funeral”, “Tumba abierta”, “La locura del rey Jorge”, “Tocando el viento” y “Trainspotting”.
ANTHONY DOD MANTLE– DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA
El multigalardonado Anthony Dod Mantle ha aportado su pericia y talento creativo a DREDD en lo que promete ser un trabajo pionero en el terreno del 3D.
En 2009, recibió el Oscar® a la Mejor fotografía por la cinta de Danny Boyle “Slumdog Millionaire”. Su labor en esa película le valió multitud de galardones más, como el premio de la ASC a la Mejor fotografía de un estreno cinematográfico, el premio BAFTA a la Mejor fotografía, el premio al Mejor logro técnico de los British Independent Film Awards, el premio Golden Frog de Camerimage y el premio de la National Society of Film Critics (Sociedad Nacional de la Crítica Cinematográfica) a la Mejor fotografía.
Dod Mantle ha filmado tres películas de DOGMA 95 y los dos primeros capítulos de la serie de televisión británica “Wallander”, por los que obtuvo el premio British Academy Television Craft Award a la Fotografía e iluminación (en la categoría de Ficción/Entretenimiento) y fue candidato a un premio RTS Craft & Design a la Mejor iluminación, fotografía y cámara – Fotografía-Drama. Dod Mantle fue la primera persona en usar la cámara digital Red One en una producción televisiva.
Sus colaboraciones con los productores de DREDD, DNA Films, incluyen títulos tan alabados por la crítica como “28 días después” y “El último rey de Escocia”.
Entre los trabajos más recientes de Dod Mantle figuran la candidata al Oscar® y al premio BAFTA “127 horas”, “La legión del águila” y el próximo estreno de Ron Howard, “Rush”.
MARK DIGBY – DISEÑO DE PRODUCCIÓN
Los proyectos más recientes de Digby han sido el próximo estreno de Ron Howard “Rush”, la producción de DNA Films “Nunca me abandones” y el gran éxito de Danny Boyle “Slumdog Millionaire”, por el que fue candidato a un premio BAFTA, además de recibir un premio del Sindicato de directores artísticos y el Evening Standard British Film Award al Mejor logro técnico. “Slumdog Millionaire” supone la tercera colaboración de Digby con Danny Boyle, tras “Millones” y “28 días después”. Nada más terminar con “Nunca me abandones”, Mark se fue a Italia y a Suecia para diseñar “El americano”, dirigida por Anton Corbijn y protagonizada por George Clooney. Los restantes créditos en el diseño de producción y dirección artística de Digby incluyen los títulos de Michael Winterbottom “Génova”, “Un corazón invencible”, “Camino a Guantánamo”, “24 Hour Party People” y “Código 46”, así como “The Mother”, de Roger Michell, y “The Lives of the Saints”, del alabado fotógrafo Rankin.
MICHAEL O’CONNOR – DISEÑO DE VESTUARIO
La creatividad y versatilidad de Michael O'Connor le han permitido colaborar con algunos de los directores de más talento de la industria del cine. Entre ellos, destaca especialmente su colaboración con Saul Dibb en “La duquesa”, protagonizada por Keira Knightley, por la que obtuvo el Oscar®, el premio BAFTA y el del Sindicato de diseñadores de vestuario. Sus restantes créditos cinematográficos incluyen la adaptación de Sarah Gavron “Brick Lane”, “Un gran día para ellas”, de Bharat Nalluri, protagonizada por Amy Adams y Frances McDormand, para Focus Features, y la ganadora del premio BAFTA “El último rey de Escocia” protagonizada por el ganador del Oscar® Forest Whitaker. Sus créditos más recientes incluyen “Jane Eyre”, por la que fue candidata en 2012 al Oscar®, el premio BAFTA y el del Sindicato de diseñadores de vestuario.
Su trabajo más reciente ha sido el diseño del vestuario del segundo trabajo como director de Ralph Fiennes, “The Invisible Woman”.
PAUL LEONARD-MORGAN – MÚSICA
Paul Leonard-Morgan es un compositor, productor y artista británico ganador del premio BAFTA y candidato al Ivor Novello.
Su banda sonora para la cinta número 1 de taquilla del director Neil Burger, “Sin límites (Limitless)”, protagonizada por Bradley Cooper y Robert De Niro, fue candidata al prestigioso premio World Soundtrack Discovery Award en 2011.
Paul fue candidato a un BAFTA por sus partituras para la longeva y galardonada serie de espías de la BBC “Spooks (Doble identidad)”.
Paul ha colaborado, en calidad de productor y arreglista, con artistas como Snow Patrol, Belle & Sebastian, Craig Armstrong, Nada Surf, Mogwai, Joy Zipper y la candidata al premio Mercury Isobel Campbell. Más recientemente, Paul ha trabajado con el productor Mark “spike” Stent en el esperado nuevo álbum de No Doubt.
Paul ha tenido el honor de ser elegido por el Comité Olímpico Estadounidense para componer el himno oficial del equipo olímpico estadounidense, compuesto anteriormente por John Williams.
GLENN FREEMANTLE– DISEÑO DE SONIDO
Glenn Freemantle, que es en la actualidad uno de los diseñadores de sonido con más experiencia del Reino Unido, con más de 70 películas en su haber, empezó trabajando en las salas de montaje a los 16 años de edad. Aprendió su oficio empezando desde lo más bajo y ascendiendo poco a poco en la floreciente industria cinematográfica británica y, a lo largo de los últimos 30 años, ha producido bandas sonoras para películas de todas partes del mundo, además de trabajar con algunos de los directores más conocidos de la industria.
Cuenta con créditos tan diversos como “Yentl”, “Legend” y “Backbeat”, o “Hackers, piratas informáticos”, “Wing Commander” y “La playa”, las dos entregas de “Bridget Jones”, “Love Actually” y, en los últimos años, “V de Vendetta”, “28 semanas después”, “Sunshine”, “La brújula dorada” y “Slumdog Millionaire”. En la actualidad está trabajando en los próximos estrenos “Quartet”, “Trance” y “Gravity”.
Freemantle es conocido en la industria en todo el mundo por su pasión por el sonido creativo e ingenioso y por su entusiasmo y energía inagotable, tanto en la sala de montaje como en la mesa de mezclas.
JON THUM– SUPERVISOR JEFE DE EFECTOS VISUALES
El ganador del Oscar® Jon Thum empezó su carrera como animador 3D y grafista de Flame en Londres antes de trasladarse a Sídney para trabajar para Dfilm en películas. Como supervisor de efectos visuales y encargado de imágenes compuestas, fue cuando tuvo oportunidad de trabajar y ganar el Oscar® por “Matrix”. Jon regresó al Reino Unido en 1999, para incorporarse a CFC, donde supervisó y realizó la composición de planos de títulos prestigiosos como “Misión imposible 2”, “Sleepy Hollow” y “La playa”. En 2002, Jon retomó su colaboración con los hermanos Wachowski en “Matrix Reloaded”, supervisando la famosa escena de la persecución en la autopista en ESC Entertainment. En Framestore, Jon fue supervisor de efectos visuales en “Troya”, “Las crónicas de Narnia: El Príncipe Caspian” y “Quantum of Solace”. A lo largo de su carrera, Jon ha acumulado amplia experiencia en rodajes, al haber estado presente en los rodajes de muchas de las películas que ha supervisado. En la actualidad, aporta su abundante imaginación, experiencia y minuciosidad a su papel como supervisor jefe de efectos visuales para Prime Focus.
JASON Y CHRIS KINGSLEY– PRODUCTORES DE REBELLION
Los hermanos Chris y Jason Kingsley fundaron el desarrollador Rebellion, con sede en Oxford, en 1991. El primer título que publicaron fue “Alien vs. Predator”, para la Atari Jaguar, en 1995, pero lograron mucha mayor repercusión a finales de los 90 con un título para PC de la misma franquicia. Tras levantar la compañía hasta convertirla en uno de los principales desarrolladores de juegos de Europe, en 2000 Jason compró la famosa editorial británica de cómics 2000 AD, que publica personajes tan representativos del cómic británico como el juez Dredd, Strontium Dog o ABC Warriors. Los primeros frutos de este acuerdo llegarían en 2003 con el lanzamiento para PlayStation 2, Xbox y PC del juego “Judge Dredd: Dredd vs. Death”, mientras que “Rogue Trooper”, lanzado en 2006 para las mismas plataformas, ha sido su adaptación del cómic al juego de mayor éxito.
La cartera de Rebellion creció considerablemente con la adquisición en 2006 de Core Design, de Eidos, y de Strangelite, de Empire Interactive, así como de Awesome Developments, de Ignition, en primavera de 2007. Títulos como “Sniper Elite” (2005) sirvieron para certificar la reputación de la compañía por el inteligente diseño de sus juegos, mientras que “Aliens vs. Predator” (2010) fue el lanzamiento que más rápido se vendió ese año.
La empresa diversificó sus actividades al crear en 2007 el sello Abaddon Books, donde publicar novelas de género, antes de adquirir otro sello, Solaris, en 2009. El juego más reciente de Rebellion, “Sniper Elite V2”, se ha disparado a lo más alto de las listas de reservas y va camino de convertirse en uno de los juegos del año.
STUART FORD – PRODUCTOR EJECUTIVO
Stuart Ford es el fundador y consejero delegado de IM Global, una de las principales compañías independientes de Hollywood de financiación, producción y ventas internacionales, que fundó en abril de 2007 y que cuenta actualmente con oficinas en Los Ángeles, Londres y Bombay.
Ford se educó en la escuela Bluecoat de Liverpool, Inglaterra, y más tarde obtendría tanto una licenciatura como un máster en Derecho de St. Edmund Hall, de la universidad de Oxford. Empezó su carrera a principios de los 90, primero en Londres, como asociado en finanzas corporativas en el bufete de Richards Butler y luego como abogado del mundo del espectáculo y medios con Olswang, antes de trasladarse a Nueva York en 1997, para incorporarse a Miramax Films, con Harvey y Bob Weinstein. En sus siete años en Miramax, Ford ocupó una serie de cargos directivos, como el de vicepresidente sénior de operaciones europeas, el de vicepresidente ejecutivo y co-director de la división de adquisiciones de la compañía, y, desde la relativamente temprana edad de 33 años, como presidente y co-director de las operaciones de ventas y distribución internacional de la compañía, Miramax International. Durante esta época, la publicación especializada Hollywood Reporter lo destacó como uno de los principales ejecutivos de Hollywood menores de 35 años. Tras abandonar Miramax, Ford ejerció brevemente como presidente de la veterana compañía de ventas First Look International, antes de adquirir la plataforma de First Look International y poner en marcha IM Global con el respaldo de la sociedad alemana cotizada en bolsa Internationalmedia AG.
En sus cinco años de existencia, IM Global ha progresado rápidamente para convertirse en una de las compañías más activas y destacadas del panorama cinematográfico internacional. La compañía está reconocida a nivel global como parte de la élite de ventas internacionales; Ford volvió a ser destacado por la publicación Hollywood Reporter en mayo de 2010 como uno de los “super-agentes” de la industria a nivel internacional. La compañía también ha adquirido gran pericia en la financiación cinematográfica independiente estructurada, hasta convertirse en una prolífica financiera de cine comercial de masas. En 2012, se estrenarán un mínimo de cinco películas surgidas de las actividades de producción y financiación de la compañía. Además, la empresa continúa siendo muy innovadora dentro de la comunidad del cine independiente. En 2010, la compañía creó un innovador instrumento para la adquisición y distribución de derechos en Asia, Apsara Distribution, para sacar provecho de los mercados emergentes de medios de la región. La empresa se halla también a la vanguardia de la revolución de la distribución digital. IM Global es accionista y asesora de PreScreen, una plataforma de vídeo online por demanda fundada por el antiguo ejecutivo sénior de Groupon, que aprovecha las herramientas de redes sociales como Facebook para enlazar a suscriptores. La compañía también es socia del 1840 Fund, con Penny Black, un fondo tecnológico con sede en Nueva York, filial de Permal Group, una las mayores firmas de gestión de activos alternativos del mundo. El 1840 Fund adquiere y desarrolla propiedades intelectuales para su explotación en diferentes medios, con especial énfasis en la transmisión y el contenido digitales.
En IM Global, Ford supervisa las operaciones diarias de producción, financiación, ventas internacionales, adquisiciones, marketing, prensa, financieras y legales de la compañía, además de ser el principal responsable de tomar las decisiones estratégicas de la compañía. Ford participa habitualmente por todo el mundo en conferencias, mesas redondas y programas en los temas de la financiación y distribución de películas, la evolución de las tecnologías digitales en el mundo del entretenimiento y los problemas tecnológicos y culturales que influyen en la industria cinematográfica mundial. A finales de 2010, el periódico británico The Guardian incluyó a Ford en una lista de los 50 individuos más influyentes en el cine mundial. Ford vive en Los Ángeles con su mujer y sus dos hijos pequeños.
DEEPAK NAYAR – PRODUCTOR EJECUTIVO
Deepak Nayar es uno de los productores independientes más respetados, que ha trabajado con algunos de los directores más interesantes y mejor considerados de la industria, como David Lynch, Wim Wenders, Paul Schrader y Gurinder Chadha.
Nayar empezó su carrera en su India natal, colaborando con el grupo Merchant Ivory en películas como “Oriente y Occidente”, “La secta de los falsarios” y “The Perfect Murder”. Después de trasladarse a Los Ángeles, creó su propia productora, Kintop Pictures. En 1997, produjo la alabada “Carretera perdida”, de David Lynch, seguida de “The Million Dollar Hotel”, protagonizada por Mel Gibson, que produjo junto a Bono (U2).
Sus colaboraciones con Wim Wenders le valieron una candidatura al Oscar® por “Buena Vista Social Club” y una candidatura al Grammy por el vídeo musical “Teatro”.
En 2001, produjo el enorme éxito “Quiero ser como Beckham”, que consiguió candidaturas tanto a los Globos de Oro como a los premios BAFTA. Tras este título, volvería a colaborar con Gurinder Chadha en el éxito de taquilla intercultural “Bodas y prejuicios” y en “La joven de las especias”.
Entre sus restantes películas, cabe destacar el ‘thriller’ de Paul Schrader “The Walker”, “El final de la violencia”, de Wim Wenders, o “Colgados en Los Ángeles”, de Mika Kaurismäki.
Además de trabajar con autores, Nayar ha dado su primera oportunidad a realizadores noveles, como “7-teen Sips”, de Stephen Berra, “Harlem Aria”, de William Jennings, “La ciudad de los fantasmas”, debut en la dirección de Matt Dillon, “Swinging With The Finkels” y “Foster”, ambas de Jonathan Newman, “Bhopal Express” y “Broken Thread”, de Mahesh Mathai, y, muy recientemente, el debut en la dirección de Eli Craig, “Tucker & Dale contra el mal”, que recibió el Premio del Público en el festival SXSW y se estrenó en el Festival de Cine de Sundance.
En la actualidad, se encuentra colaborando con Reliance Entertainment como productor ejecutivo, y el primer fruto de dicha colaboración fue “Jesus Henry Christ”, tras la que vino “Safe”, protagonizada por Jason Statham. Entre los próximos títulos resultantes de esta asociación figuran la esperada DREDD, protagonizada por Karl Urban, “Bullet To The Head”, protagonizada por Sylvester Stallone, “Enchanted Kingdom” y “Hummingbird”, con Jason Statham, y “Dead man Down”, con Colin Farrell. También está produciendo “Walking with Dinosaurs 3D” y “Paranoia”, protagonizada por Gary Oldman, Harrison Ford y Liam Hemsworth.
También ha disfrutado de una notable carrera como productor en TV, produciendo títulos como “On The Air”, para ABC, “Hotel Malibu” y “Segundas oportunidades”, para CBS, “Enana blanca”, con Fox, y la miniserie de HBO “Hotel Room”.
Además de producir películas, Nayar es el cofundador de Filmaka, un galardonado estudio de entretenimiento digital global. Filmaka produce contenidos de entretenimiento multiplataforma a través de una comunidad online de cineastas de más de 150 países.
Nayar también cofundó India Take One Productions, una compañía que ofrece servicios de producción, con sede en Los Ángeles y la India. India Take One ha trabajado en películas como “Holy Smoke”, “Alejandro Magno”, “Slumdog Millionaire”, “Come, reza, ama”, “Misión: Imposible - Protocolo Fantasma”, “El exótico hotel Marigold”, “Vida de Pi” y “Zero Dark Thirty”, de Kathryn Bigelow.
MICHAEL ELSON – COPRODUCTOR EJECUTIVO
Michael empezó su carrera en los primeros tiempos de la posproducción de cine digital en la primera compañía británica de cine digital, The Computer Film Co, en 1990. Posteriormente, Michael fue director de operaciones de The Moving Picture Company, de 1998 a 2008. Hizo crecer la compañía de una plantilla inicial de media docena de personas a 650, con una facturación anual de más de 50 millones de libras esterlinas. Michael fue responsable de todos los aspectos del negocio cinematográfico de MPC y, en 2007/8, creó el primer estudio extranjero de cine de MPC, en Vancouver. Antes de MPC, Elson fue productor de efectos visuales en Cinesite, y The Mill; también llevó su propia compañía de efectos para televisión, WingNut, a través de cual produjo y supervisó numerosos proyectos televisivos.
Michael ha puesto en marcha recientemente unas instalaciones de efectos visuales con Prime Focus Films para terminar los efectos visuales de DREDD, que emplea a más de 200 personas, además de convertirse en la primera empresa británica de conversión completa de 2D a 3D estereoscópico.
Michael es, además, socio fundador de In Dreams, una productora de cine independiente creada con el director Anand Tucker.
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