Título: Los miserables
Título original: Les Misérables
Dirección: Tom Hooper
País: Reino Unido
Año: 2012
Fecha de estreno: 25/12/2012
Duración: 157 min.
Género: Drama, Musical
Calificación: No recomendada para menores de 12 años
Reparto: Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Russell Crowe, Hugh Jackman, Helena Bonham Carter, Sacha Baron Cohen, Eddie Redmayne, Dee Bradley Baker, Samantha Barks, Ignacio Guirado
Guión: William Nicholson
Distribuidora: Universal International Pictures
Productora: Working Title Films, Cameron Mackintosh Ltd.
SINOPSIS
Francia, a principios del siglo XIX. El prisionero 24.601, de nombre Jean Valjean (Hugh Jackman), sale de la prisión con el objetivo de rehacer su vida y olvidar el pasado. Sin embargo, el impertinente inspector Javert (Russell Crowe) le pisa los talones buscando una excusa que le permita devolverlo a la cárcel. Son tiempos históricos a la par que convulsos: el telón de fondo es la rebelión de junio que tuvo lugar en París en el año 1832, el punto culminante de un lustro marcado por el hambre, la pobreza y la muerte.
CRÍTICA
Con un reparto como el que tiene este film llamarán sin duda la atención de muchos espectadores, y si además adapta una obra clásica como la de Victor Hugo más todavía, pese a las varias adaptaciones que ya he tenido la misma, siendo la de 1998 la más reciente. Pero hay que avisar que esta versión tiene algo nuevo y es que es MUSICAL, algo que recalco en mayúsculas porque salvo unos pocos diálogos entre según que escenas, TODO el film va sucediendo de canción en canción, en una jugada parecida a la que hizo Tim Burton cuando realizó su adaptación de Sweeney Todd. Aunque parezca una tontería hay que avisarlo, porque el público general, si no se les informa de manera correcta pueden pensarse otra cosa (como por ejemplo los que la pasada temporada descubrieron que The artist era muda) cosa que la publicidad prevía que he visto de nuevo ignora.
Una vez mencionado esto hay que decir que no tenía yo en mente la historia de Los Miserables (al menos por lo visto en la versión del 98) cosa que varió a medida que avanzaba el relato y me fuí recordando de la misma, la cual me gustó bastante en su esquema básico de héroe perseguido por la justicia pero siendo en el fondo honrado (en esencia, y con sus variantes, lo mismo que la película El fugitivo, de la que siempre he sido rendido fan y defensor). Me imagino, tanto en esta como en todas las anteriores, la síntesis lógica que ha debido de tener una obra que en origen tiene más de un millar de páginas, pero si a ello sumamos en este caso el tema musical, entiendo que para muchos ha de resultar cansino el seguir una historia de más de dos horas y media de metraje en la que los diálogos son breves islas dentro de un oceano cantarín de principio a fin.
Aclarados los puntos previos hay que decir que el reparto lo hace realmente muy bien, destacando un Hugh Jackman que demuestra sus grandes dotes de artista para todo lo que le echen, sin desmerecer a una Anne Hathaway que transmite todo el desgarro emocional de su personaje. No me olvido de Amanda Seyfried (que ya demostró su dulce tono musical en Mamma Mia) ni la pareja formada por Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter (ambos ya coincidieron en la musical versión que hizo Tim Burton de Sweeney Todd) pero la sorpresa me la he llevado con un Russell Crowe que aunque sin duda es el más flojo de todos (supongo que por la nula experiencia previa) no me desentona en su papel, que se esfuerza en llevar de la mejor manera posible.
¿Cual es entonces el problema que tiene esta nueva versión de Los Miserables? El mismo que padece una gran parte del cine actual: la dilatación temporal excesiva. Es cierto que una obra cumbre como es la de Victor Hugo daría quizás para una película tan larga como Lo que el viento se llevó, pero al estar aqui centrada en su versión musical hay demasiados momentos en que las canciones que tendrían que servir para hacer avanzar la historia no hacen otra cosa nada más que recalcarte lo que ya estas viendo en unos excesivos primeros planos. Si el inicio con Anne Hathaway funciona a las mil maravillas es porque en apenas 40 minutos nos muestra al personaje, nos lo describe y cumple su función, sin alargar la acción; lo cual resulta más evidente al ver la falta de ritmo que tiene la película desde ese punto hasta el final, resultando en algunos momentos cansina (lo que demuestra que lo que funciona en teatro no tiene porque funcionar igual en cine)
Con un estreno navideño tanto por estas tierras como en Estados Unidos está clara la ambición hacía los próximos Oscars que tiene este film a cargo de un director (Tom Hooper) ya premiado por El discurso del rey, por lo que uno no tiene queja de los decorados, vestuario y ambientación general de la obra, los cuales no me extrañaría que fueron nominados (y puede que incluso premiados) Pero lo malo de una película como Los miserables es que con los medios que tiene, el resultado no pase más allá de la simple corrección, lo que decepciona a aquellos que quizás esperen la adaptación definitiva (o el musical definitivo) cosa que desde luego esto no es debido en parte a la grandilocuencia con la que el director nos ofrece algo que sólo él cree que roza la excelencia (y que no es así)
LO MEJOR: El reparto en general, con menciones especiales a un polivalente Hugh Jackman y a una Anne Hathaway que tendría que tener nominación a la mejor secundaria si estamos en un mundo justo. Tambien, como no, todo el apartado técnico relacionado con la adaptación (decorados, vestuario, etc.)
LO PEOR: El director peca de grandilocuencia queriéndonos meter como excelente algo que no lo es (sin desmerecer para nada el correcto resultado final)
EL MOMENTO: La canción I dreamed a dream a cargo de Anne Hathaway. Ahi la película si consigue la excelencia que pretende.
1 comentario:
A mi me ha encantado sea como sea, pero si entiendo y comparto los aspectos negativos que remarcas, como la duracion, o que se ha vendido como una superproduccion epica cuando es una traslacion del musical al cine. Una muy buena traslacion, enorme reparto. A mi me ha gustado pero comprendo a quien no le haya convencido.
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