En su momento Avatar fue alabada como un "prodigio técnico" que no se veía acompañado de un argumento a su misma altura, y a partir de entonces han abundando ejemplos de mejoras tecnológicas a la hora de ver en pantalla (casi) cualquier cosa que nos imaginemos, pero con guiones que en el mejor de los casos son un entretenimiento sencillo y en el peor te hacen recordar ese dicho popular de que "aunque la mona se vista de seda, mona se queda". Digamos que la nueva película del director Ang Lee con producción de Jerry Bruckheimer y teniendo de protagonista (por partida doble) a Will Smith se situaría en un punto intermedio entre los dos extremos que he indicado arriba, con lo cual tengo que admitir tanto que vista en la gran pantalla de un cine sería moderamente espectacular, como que no tiene nada en su historia (y el desarrollo de la misma) que la haga minimamente memorable.
En su apartado técnico hay que citar que Ang Lee ha rodado esta cinta con la tecnología HFR a 120 fotogramas por segundo y en 3D, algo que me imagino que no estará disponible en todos los cines. En el caso de verla así (yo asistí a un pase en una sala de cine que tiene ese citado sistema) tengo que admitir que contiene momentos espectaculares, si bien menos de los esperados, en los que dicho método logra una alta y notable sensación inmersiva dentro de la película, aunque en algunos casos se situa en esa difusa frontera entre lo más cinematográfico y lo meramente propio de un videojuego, a lo que añadir que eso no se ve reforzado con un guión a la altura de las circunstancias.
De los nombres que he citado al principio de esta crítica, si alguno de ellos deja su sello de forma más evidente en Géminis sería su productor (Jerry Bruckheimer), ya que se hace bastante evidente el estilo que le imprimió él al cine de acción en los años noventa, con ejemplos como La Roca, Armageddon o Con-Air. Es muy palpable la esencia de aquel estilo de cine si nos atenemos ante el hecho de que la historia de esta película se fraguó en 1997 (hace 22 años), teniendo que quedarse en el limbo hasta que se desarrollara la tecnología capaz de plasmarla en imágenes. Es por ello que resulta lamentable que un guión en el que han metido mano hasta seis personas resulte tan pobre, manido y esquemático, dando la sensación de ser una mera excusa para probar el nuevo sistema técnico con el que se ha realizado esta película. Probablemente hace dos décadas podría haber triunfado, pero muchos de los recursos con los que juega su historia ya se han visto (e incluso de una forma más acertada en algunos casos) en las sagas de Misión Imposible, Jason Bourne o (si mucho me apuras) incluso en la de James Bond, dejando de nuevo tan solo sobre el apartado técnico la mayor novedad que ofrece este producto.
En algunos momentos mientras estaba viendo esta película echaba en falta algo de humor, porque su (escueta) historia se toma tan en serio a si misma que no sabe darse cuenta de algunos de los disparates con los que va avanzando, buscando un innecesario tono dramático cuando lo más lógico hubiera sido más jolgorio. Resulta muy evidente que con doble ración de Will Smith esta película sería tan solo recomendable a sus fans (o a los que busquen tan solo mero espectáculo), si bien su trabajo resulta a lo sumo correcto, aunque el drama existencial en el que parece regodearse su versión adulta resulta en exceso manido. En cuanto a su versión joven del protagonista, creada por CGI con resultados que catalogaría de bastante asombrosos en algunos momentos y algo más forzados en otros, desaprovecha esa reflexión que se podría haber planteado sobre lo ético de la clonación (la referencia a la oveja Dolly demuestra el tiempo transcurrido desde que se diseñó el guión del presente film hasta que el mismo ha sido llevado a cabo)
Peor suerte corren Mary Elizabeth Winstead (la hija de John McClane en las dos últimas entregas de la saga Jungla de Cristal) en un papel perfectamente prescindible e introducido dentro de la historia tan solo para poder tener un personaje femenino con el que dejar entrever una cierta tensión sexual con el protagonista, recurso que se usa en un momento dado cuando ella ha de presentarse ante la versión joven del personaje de Smith, siendo en el resto de esta cinta una comparsa que acompaña al protagonista sin ningún atisbo de desarrollo. Tampoco se sabe sacar un buen provecho de Benedict Wong (visto como compañero del Doctor Extraño de Marvel), ya que su personaje se nota que está introducido como un relativo "alivio cómico" que nunca acaba de despuntar, haciéndose al final tan prescindible como el de ella. Por su parte el villano al que da vida Clive Owen resulta muy esquemático, cuando se podría haber profundizado más en la moralidad y la ética de sus actos, algo que apenas queda sugerido, quedando también desaprovechado. En resumidas cuentas Géminis sería una película en exceso deudora de los adelantos que han permitido su realización, ofreciendo poco más digno de mención más allá de eso, al sustentarse en una historia enfocada y desarrollada con excesiva simpleza.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 11 de octubre de 2019
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: La evolución técnica que representa dentro del desarrollo que está experimentando el cine del siglo XXI, dando como resultado una cinta más o menos funcional en su apartado visual.
- LO PEOR: La esquemática historia, que desaprovecha sus posibilidades con tópicos vistos hasta la extenuación con resultados poco o nada destacables (argumentalmente llega dos décadas tarde)