FICHA TÉCNICA
Título: EL FACTOR HUMANO: NELSON MANDELA Y EL PARTIDO QUE SALVÓ A UNA NACIÓN
Autor: John Carlin
Editorial: Seix Barral
Páginas: 336 Páginas
SINOPSIS
En 1985, cuando Nelson Mandela llevaba veintitrés años en prisión, se propuso conquistar a sus enemigos, los más fervientes defensores del apartheid. Así obtuvo su libertad y consiguió convertirse en presidente. Pero la inestabilidad de un país dividido por cincuenta años de odio racial cristalizó en la amenaza de una guerra civil. Mandela comprendió que tenía que conseguir la unión de blancos y negros de forma espontánea y emocional, y vio con claridad que el deporte era una estrategia extraordinaria para lograrlo. John Carlin ha descubierto el factor humano que hizo posible un milagro: la capacidad innata de Mandela para seducir al oponente y su tenaz deliberación de utilizar el mundial de rugby de 1995 para sellar la paz y cambiar el curso de la Historia. La final de aquel mundial culminó con la victoria sudafricana en el último minuto, y fundió en un abrazo a negros y blancos en el ejemplo más inspirador que ha visto la humanidad. Carlin, cuya labor como corresponsal en Sudáfrica ha sido calificada por Mandela como «absolutamente magnífica », ofrece un apasionante relato en la voz de un grupo de personajes que vivieron esta gran historia que la Warner Bros no ha dudado en llevar al cine bajo la dirección de Clint Eastwood, y la interpretación de Morgan Freeman y Matt Damon.
RESEÑA
Es usual en mi que si estrenan una película basada en algún libro, busque el mismo para intentar leerlo, y como a finales de enero llegó a las salas españolas la película Invictus de Clint Eastwood, que está basada en el presente título, me apunté en la cola de espera que había en la biblioteca para leerlo (a lo que también influenció que el film me gustó bastante. Otro tanto he hecho con Shutter Island que será mi próxima lectura y cuya adaptación en cine me sorprendió gratamente).
Normalmente se suele decir que son mejores las obras escritas que las películas, ya que estas últimas tienen que condensar la esencia del libro, hecho que consiguen con mayor o menor fortuna pero en muy raras ocasiones de forma fidedigna. En el caso de El factor humano es un detalle evidente nada más empezar la lectura del mismo, ya que aquí tenemos una mayor profundización en los personajes, así como antecedentes históricos de Nelson Mandela que llevaron al mítico partido sobre el que gira la mayoría del film de Clint Eastwood. Esos detalles del pasado de Mandela antes de su llegada al poder como Presidente de Sudáfrica (en la película citados muy superficialmente) enriquecen bastante el resultado final, porque entonces te permiten evaluar la figura de este mítico personaje en todo su esplendor (el film de Clint Eastwood sería básicamente el tercio final de El factor humano).
Un detalle positivo de este libro frente a su adaptación cinematográfica sería la representación del protagonista, en ambos casos benevolente, pero mientras que en la película en ocasiones tiene cierto aire mesiánico (aunque Morgan Freeman nunca abusa de ello, dándonos una interpretación sobria y sincera), en el libro nos damos cuenta que también era un ser humano (con sus aciertos y sus errores). Aún así la valoración global es de admiración ante la gran facilidad de Mandela para el contacto humano, consiguiendo llevar a sus oponentes a su terreno (sin demostrar nunca hostilidad, aunque si firmeza en sus ideas) lo que le evita caer en los lógicos deseos de venganza y prepotencia que algunos esperaban, no llevando la situación a un intercambio de roles donde los oprimidos pasaran a ser opresores. Y que eso lo consiguiera, en última instancia, gracias al deporte (rugby) demuestra la gran astucia y la pericia política del famoso líder, sobretodo teniendo en cuenta de la manera tan eficiente como convierte un espectáculo relacionado con el apartheid en el símbolo de unificación de todo un pueblo y toda una nación.
En resumidas cuentas El factor humano sirve para profundizar más en algo sólo atisbado en Invictus de Clint Eastwood, y es la imagen de un ser humano extraordinario que demostró ser más que la persona justa en el momento justo para convertirse en el personaje mítico que consiguió cambiar a toda una nación y unir a dos bandos enfrentados al borde de la guerra civil. La manera de actuar de Mandela, siempre abogando por el diálogo y la tolerancia, sería algo de lo que tendrían que aprender muchos de los políticos actuales... y no sólo los que están en el gobierno, sino también los de la oposición.
LO MEJOR: La positiva representación de un ser humano del que quizás muchos sólo conozcan su imagen más pública, pero no sus maneras y logros. Si además habéis visto la adaptación que ha hecho Clint Eastwood de este libro, sirve para profundizar más en el mensaje que nos transmite el film, más desarrollado sobre el papel.
LO PEOR: Que la película Invictus (aún siendo buena) sea sólo un esbozo de algo mucho más profundo, tal y como nos narra aquí el autor.
miércoles, 10 de marzo de 2010
EL FACTOR HUMANO (INVICTUS)
domingo, 10 de enero de 2010
INVICTUS de CLINT EASTWOOD
FICHA TÉCNICA
Título: Invictus
Título original: Invictus
Dirección: Clint Eastwood
País: Estados Unidos
Año: 2009
Fecha de estreno: 29/01/2010
Duración: 132 min.
Género: Drama, Biográfico
Reparto: Matt Damon, Morgan Freeman, Scott Eastwood, Langley Kirkwood, Robert Hobbs, Tony Kgoroge, Bonnie Henna, Grant Roberts, Patrick Holland, Patrick Mofokeng
Guión: Anthony Peckham
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Warner Bros. Pictures, Mace Neufeld Productions, Malpaso Productions, Revelations Entertainment, Spyglass Entertainment
SINOPSIS
La película de Clint Eastwood explica la historia del líder del movimiento negro de Sudáfrica, Nelson Mandela (Morgan Freeman) a partir de su unión con el capitán del equipo nacional de rugby, François Pienaar (Matt Damon). Mandela, recién elegido presidente del país, es consciente de que el deporte puede ayudar a superar la barrera del racismo y pondrá todos los medios a su alcance para conseguirlo.
CRÍTICA
Clint Eastwood es de los pocos directores clásicos de Hollywood que continuan en activo, y pese a sus años en los últimos tiempos ha conseguido casi enlazar un film por año, en un ritmo arrollador del que deberían tomar ejemplo las nuevas y, en algunos casos, sobrevaloradas generaciones. Pese a ello es humano, y sería injusto tildar de obras maestras todas sus películas porque no lo son, como ocurre con esta Invictus.
Aún así nos encontramos ante algo difícil de vender, y es un drama deportivo. Por un lado este tipo de films tiene un esquema del que Eastwood no se separa (grupo de perdedores que con perseverancia y tesón conseguirán sus objetivos) y por otro estan las escenas del deporte en cuestión (aquí rugby) y como estén representadas en pantalla, ya que no en vano puede gustarte ver películas pero aburrirte ver practicar deportes (como es mi caso) y corres el riesgo de que el espectador pierda el hilo durante esos momentos. A eso hay que sumar el handicap de lo poco exitosas que suelen ser las películas de temática deportiva (algo, por otro lado, sorprendente si tenemos en cuenta las masas que mueven algunos de ellos como por ejemplo el futbol).
De todas maneras Eastwood es todo un maestro del cine, y esos detalles o características de las películas deportivas que en otras manos pudieran haber dado un film intrascendente (cuando no claramente innecesario) él las transforma en unas escenas llenas de vigor y energia, con especial mención al tramo final que lleva a un resultado que no por previsible resulta menos satisfactorio. En ese sentido requiere mención especial en el apartado físico la labor de Matt Damon, que después de su andadura en la saga Bourne ha conseguido una mayor credibilidad en las escenas físicas de las que hace años tenía debido a su semblante algo infantil. Asimismo el film se puede catalogar como un nuevo escalón en el discurso que nos quiere dictar Clint Eastwood en sus últimas obras, ya que si Gran Torino tenía el tema del racismo como uno de sus hilos argumentales, el mismo está claramente también visible aquí en la unión mediante el deporte que Nelson Mandela quiso establecer tras su llegada al poder en un pais claramente dividido por el color de la piel de sus habitantes.
Lamentablemente ahí es donde se pueden encontrar más aristas a una obra que tiene mejores intenciones en conjunto que resultados finales tras su visionado. Y es que pese al evidente parecido físico entre el actor Morgan Freeman y Nelson Mandela, el personaje que se nos presenta en pantalla está desarrollado de manera beatífica, sin aristas, lo cual le resta credibilidad tanto en su discurso como en sus intenciones. Y eso que en ese apartado la película tiene escenas tan conseguidas como cuando el personaje encarnado por Matt Damon ve la diminuta celda donde Mandela vivió más de dos décadas. Pero lamentablemente son momentos puntuales dentro de un conjunto que peca quizás de ser demasiado autocomplaciente y que en ocasiones busca desesperadamente la emotividad del espectador de forma artificial y poco creible.
En resumidas cuentas, una película simplemente correcta dentro de la filmografía de su autor, pero sin lugar a dudas muy destacable dentro del pobre panorama cinematográfico en el que vivimos. Y pese a lo poco que me gustan a mi los films de temática deportiva, tengo que reconocer que es uno de los mejores que he visto en mucho tiempo.
LO MEJOR: La labor como director de Clint Eastwood, que consigue hacer entretenido un argumento que a priori parecía no ser nada más que otra historia de superación más con el deporte como telón de fondo.
LO PEOR: La forma de representar a Nelson Mandela, quizás demasiado benévola, así como los lógicos estereotipos de las películas deportivas, y de los que aquí no se aparta Eastwood.