Dirección: PAUL GREENGRASS
Guión: TONY GILROY, TOM STOPPARD, SCOTT BURNS Y PAUL ATTANASIO; basado en la novela de ROBERT LUDLUM
Interpretes: MATT DAMON, JULIA STILES, JOAN ALLEN, DAVID STRATHAIRN, PADDY CONSIDINE
Producción: FRANK MARSHALL, PATRICK CROWLEY Y PAUL L. SANDBERG
Montaje: CHRISTOPHER ROUSE
Fotografía: OLIVER WOOD
Música: JOHN POWELL
Duración: 111 MINUTOS
Sinopsis
Bourne sigue las huellas de su pasado para poder encontrar su futuro. Deberá pasar por Moscú, París, Londres, Tánger y Nueva York en un intento por descubrir quién es.
Crítica
Vista ahora con el paso del tiempo es increíble la importancia que han tenido las películas de Jason Bourne en el moderno cine de acción de espias. Cuando se estrenó la primera me pareció un intento de recuperar el género en su vertiente más o menos seria, algo que ya se vió en los setenta. La segunda entrega, por contra, seguía el mismo esquema pero aumentando la acción, convirtiéndola en un espectáculo visual realmente sorprendente. Pero no me imaginaba nunca que tendrian el éxito que han conseguido (213,9 millones de dólares a nivel mundial conseguidos por El Caso Bourne y 288,5 millones de dólares a nivel mundial conseguidos por El Mito de Bourne). Y la sombra de Bourne es alargada, porque en el cambio a Daniel Craig y al estilo más realista que ha tenido la última entrega de la saga de James Bond (Casino Royale), también le han echado la culpa al personaje de Matt Damon, ya que él puso de moda un estilo realista dentro del género que era lo que ahora quería ver el público.
Esta tercera entrega, y según Matt Damon el final de la trilogía (aunque eso ya lo veremos teniendo en cuenta que el resultado económico de este film puede ser incluso superior al de las dos entregas precedentes) sigue los pasos del protagonista intentando averiguar su pasado, del que aún no lo recuerda todo. Eso se solucionará en el tramo final del film, donde se le revela al protagonista su verdadero nombre así como los motivos de lo que hizo y porque lo hizo (aunque cabe la duda de si es real la historia o una mentira más que le cuentan a Bourne). Por el camino queda la lucha del protagonista para desbaratar de una vez la organización Treadstone (ya citada en las dos entregas anteriores) que ahora ha cambiado de nombre pero sigue con sus métodos habituales… en los cuales se inmiscuye Bourne. Eso le llevará por varios ciudades y paises (incluida Madrid, la capital española), recibiendo nuestro protagonista por el camino la ayuda de Pamela Landy (Joan Allen, ya vista en la anterior entrega) así como Nicky Parsons (Julia Stiles), si bien en el caso de esta última parecía como si fuera a ser el interes amoroso del protagonista tras su aventura inicial con el personaje de Franka Potente en el primer film, cosa que al final elude el argumento de esta tercera entrega.
En lo referente a lo demás, citar que el estilo ya visto en la anterior entrega continua (no en vano repite en la silla de director Paul Greengrass) si bien se peca de algo ya tristemente habitual en el cine de acción de hoy en día, y son escenas rodadas a fotograma por segundo y con una velocidad tal que al espectador le cuesta bastante poder fijarse en que pasa y como pasa, algo que es una pena en momentos como por ejemplo lo que pasa en Marruecos, con la triple persecución entre Bourne, Parsons, Desh (un asesino local) y la policia del pais, que está excelentemente planificada pero que peca de tener exceso de movimiento en las escenas de acción más directas.
Por parte de los actores citar que Matt Damon está muy bien en su personaje, algo que me costó de admitir en la primera entrega. Si bien en aquella no te lo acababas de imaginar como un frio asesino gubernamental por la cara de jovencito que tiene el actor, aquí se le ve más curtido y por lo tanto más creible en el papel. Junto a él también me gustó bastante Joan Allen (excelente actriz) así como las presencias de David Strathairn (si bien se echa en falta un cara a cara con el protagonista que nunca llega a suceder) o un avejentado Scott Glenn (casi irreconocible de cuando interpretó a Jack Crawford en El Silencio de los Corderos).
LO MEJOR: La estupenda coherencia del film respecto a lo ya mostrado en las anteriores entregas, especialmente en El Mito de Bourne. Además Matt Damon resulta ya muy creible en su papel, así como los secundarios que le rodean.
LO PEOR: Que con el final que tiene puede haber cuarta entrega (¡por favor, que no abusen del personaje!) y las escenas de acción, bien planificadas pero mayormente confusamente rodadas.