miércoles, 8 de marzo de 2023

SCREAM 6: siendo lo que es, mejor que la previa (crítica sin spoilers)

Hace poco más de un año se estrenaba la quinta entrega de la franquicia Scream, pero sin número delimitado ya que se enfocaba como recuela de las anteriores entregas (nuevo concepto que englobaría el ser reboot pero también secuela) En un panorama como el actual en el mundo del cine, donde conceptos como precuela, remake, secuela o reboot están tan a la orden del día, esta nueva "variación" resultaba llamativa, y se reveló como funcional, tanto en pretensiones como en resultados, logrando un éxito de taquilla que la saga no había conocido desde la trilogía original (ya que la cuarta entrega fracasó en 2011 y dejó la saga paralizada hasta la entrega del pasado 2022)

El éxito de la quinta el año pasado dio pronto luz verde a la sexta, que se estrena apenas 15 meses después, y por aquello de aprovechar el filón mientras dure, ya se anuncia una séptima, en una jugada que me imagino similar a la que llevaron a cabo con la reciente trilogía de La noche de Halloween dirigida por David Gordon Green, cuyo film inicial se enfocaba como secuela directa del film original de 1978.
 
Como es tónica habitual, los slashers nunca mueren (a diferencia de las víctimas de sus asesinos) por lo que nunca quedan cerrados del todo, y tengo que admitir que tras ver esta sexta entrega me quedo con ganas de la séptima, en la cual quizás el 13 cobre importancia (cuando veáis esta entrega lo sabréis), con lo que conlleva hacia otro popular slasher ya muy extenso como es la franquicia de Viernes 13.

Pero en cuanto a la presente entrega, tengo que admitir que me ha convencido un poco más que la película anterior, porque aquí no se juega tanto con la nostalgia (lo cual se nota al repetir tan solo Courtney Cox como Gale Weathers, más otro de la primera entrega en tono fantasmagórico, a lo que añadir el regreso del personaje de Hayden Panettiere de la cuarta, aunque bastante cambiado y más evolucionado), por lo que los supervivientes de la previa, encarnados por Melissa Barrera, Jenna Ortega, Mason Gooding y Jasmin Savoy Brown, ya tienen una presencia más libre y definida en este film. En ese sentido la que me sorprendió por mostrar más carisma del esperado sería la citada Jenna Ortega, quizás por tener reciente la primera temporada de la serie televisiva Miércoles, donde ella encarnaba de manera también bastante convincente y certera a la hija de la popular Familia Addams de las viñetas.

En este caso los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett no tienen sobre sus espaldas el peso de la solemnidad del film de 2022, que se supone que rescataba una franquicia cuyo responsable, Wes Craven, no está entre nosotros (de ahí la dedicatoria a su memoria), por lo que aquí se nota más libertad y ánimo a la hora de sorprender, ayudando también en parte el cambio de escenario (de Woodsboro a la ciudad de Nueva York) Eso se hace patente ya desde la primera escena, donde se realiza el primer ingenioso giro de guion al mostrar a Ghostface en acción y, para mi sorpresa, reconocible... lo que en seguida hace previsible que hay otro al acecho, pero funcionando bien la manera en la que se resuelve en pantalla. A partir de ahi la historia resulta tan entretenida como disparatada (¡todo vale!), ya que hay ciertos giros de guion algo inverosímiles donde la suspensión de incredulidad está cogida con pinzas.
 
Las mejoras (relativas) en esta sexta entrega se hacen patentes en el hecho de que ya no se añora tanto al Wes Craven original, como si pasaba en la previa, ni tampoco a los más veteranos: el personaje de Courtney Cox no aporta nada más allá de guiños a sus andanzas precedentes y el de Neve Campbell (ausente por divergencias ante lo que le propusieron) es justificado con una sencilla excusa totalmente funcional. Si queda el parentesco entre el personaje de Melissa Barrera con cierto otro trascendente de la primera entrega, el cual hizo (tanto en la previa como en esta) que nunca quede descartada como hipotética culpable, algo en lo que igual reinciden en el futuro... o no. Por cierto, es justo citar su escena poscréditos (ahora que están tan de moda, sobretodo en el cine de superhéroes), que para algunos será un mero chiste pero que ironiza con la necesidad de si todo requiere una escena poscréditos.
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