En este año 2021 se celebra el 30º aniversario del estreno de El silencio de los corderos, mítico film que triunfó con toda justificación y generó un estilo propio para todos los thrillers que llenaron las pantallas de cine y televisión durante las décadas sucesivas. Aunque los personajes literarios de Thomas Harris habian tenido una adaptación previa en 1986 titulada Manhunter, que pasó de forma discreta por la taquilla, el éxito del film de 1991 llevó a la realización de varias secuelas, tanto literarias como cinematográficas. En el primer grupo el propio Thomas Harris concibió Hannibal y Hannibal el origen del mal, la primera adaptada por Ridley Scott en 2001 y la segunda por Peter Webber en 2007, a las que se añadió en 2002 la nueva adaptación de El dragón rojo (que fue la base para la antes citada Manhunter) para aprovechar la popularidad del personaje de Hannibal Lecter, interpretado por Anthony Hopkins en los films de 1991, 2001 y 2002, y por un joven Gaspard Ulliel en la precuela de 2007.
Ninguna de las secuelas repitió el prestigio de la primera entrega, por lo que parecía que tras la floja recepción en taquilla del film de 2007 (concebido como precuela) ya no habría más... hasta que se estrenó Hannibal en 2013, una serie que nunca gozó de gran éxito de audiencia pero que si convenció bastante a la crítica, principalmente por el acierto al desarrollar lo macabro y perturbador de su argumento. Su escaso éxito provocó que su tercera temporada fuera la última, dejando a las puertas de lo que tendría que haber sido una nueva adaptación de El silencio de los corderos si no fuera por la división de los personajes, ya que mientras que los derechos sobre Clarice Starling (entre otros personajes de esta saga) los tiene MGM, los de Hannibal Lecter pertenecen a Dino de Laurentiis. Ello provocó que en la citada serie que se extendió de 2013 a 2015 fuera Will Graham, protagonista de El dragón rojo, el oponente del citado Lecter, pero creo recordar que Clarice nunca fue ni tan siquiera mencionada o sugerida.
Como es facilmente predecible, con Clarice el problema está al reves ya que no se puede nombrar ni mencionar a Lecter al no tener los derechos sobre el personaje, lo cual provoca al inicio de su primer episodio una terapia en el psicólogo de la protagonista donde una escueta frase viene a sugerir la existencia de un personaje que sin duda alguna marcó a Clarice Starling, sobretodo al situarse esta serie cronológicamente poco después de lo acontecido en El silencio de los corderos. Y a partir de ahi se plantea un procedimental de manual, en el que la protagonista es requerida por la nueva fiscal general Ruth Martin, madre de la última víctima de Buffalo Bill (en ambos casos personajes ya vistos en el film de 1991), para unirse a un grupo de detención de criminales violentos, donde tendrá que lidiar con las reticencias sobre su fiabilidad de un equipo eminentemente masculino.
A menos que mejore un poco más allá de este primer episodio aqui reseñado, algo improbable al tan solo poder trabajar con personajes originales de El silencio de los corderos (y Lecter por ejemplo fue creado antes), Clarice aparenta ser una innecesaria secuela del citado clásico que no tiene nada nuevo o digno de mención que mostrar (ese estilo a la hora de desarrollar thrillers de misterio se ha usado hasta la extenuación desde entonces, por lo que no reinventa nada nuevo, reincidiendo nuevamente en lugares comunes vistos en todo tipo de series y películas de las últimas décadas) Al no tener, al menos de momento, el toque grotesco, macabro y perturbador que destacó en la serie Hannibal (así como su ritmo un tanto lento) el resultado final, sin ser malo, deja con la sensación de un producto intrascendente, mero relleno para la parrilla televisiva, donde habrá que ver si Rebecca Breeds como Clarice Starling logra llegar al nivel que le dieron en cine a ese personaje tanto Jodie Foster como Julianne Moore.
- Clarice, ficha en Imdb por este enlace y en Filmaffinity por este otro.
2 comentarios:
No tenía constancia de "Clarice", la verdad me parece una idea excelente esta recuperación de un personaje mítico. Anotadísima.
Admito que me interesé por esta serie por su relación con El silencio de los corderos y sus posteriores secuelas, pero me parece un procedimental básico como se han visto tropecientos mil en los últimos años. No tiene el ritmo lento de Hannibal (la serie) pero como tampoco se recrea en lo grotesco como aquella le falta un aliciente que QUIZÁS hubiera mejorado el resultado final.
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