En lo que se refiere al tema del humor, los gustos de cada cual son muy subjetivos, con lo cual lo que para uno puede ser gracioso, igual otra persona no le ve ni gota de gracia. Estrenada el pasado mes de marzo recupero ahora Camera Café: La película, que como su mismo título indica es la versión para la gran pantalla de la muy popular serie española que se emitió en la primera década de este siglo. De hecho hay que reconocer que, estrenada en 2005, consiguió durar en emisión cuatro años (hasta 2009) basando todo su humor (que no era poco) en chistes entre surrealistas y esperpénticos que funcionaban muy bien al estar englobados en unos pequeños gags que nunca superaba los cinco minutos de duración.
¿Y de que iba esto? Pues para los que no lo recuerden (o no lo vivieran en su momento) se trata del día a día de una oficina, con las andanzas de sus respectivos trabajadores (cada uno con una personalidad muy marcada) y sus comentarios mientras conversan al lado de la máquina de café de la oficina, cuya cámara los enfocaba (sin que lo supieran) y nos descubría sus secretos. Pese a que pueda parecer algo que no da para mucho, la verdad es que Camera Café triunfó gracias a unos personajes carismáticos que no dejaban de representar estereotipos muy comunes, de los que no hacía falta saber nada más allá del ambiente laboral porque sólo con lo que vivian en su rutina laboral diaria era más que suficiente para hacernos reir (yo en su día fuí fan porque era un humor sencillo y rápido que se consumía muy bien)
Al ser un producto televisivo de episodios muy breves, que siempre transcurría en un mismo escenario, su traspaso a película parecía dificil, por lo que en lo que sería el debut de Ernesto Sevilla como director, se ha optado por coger a los personajes y mostrar (¡por fín!) la oficina en la que trabajan, así como conocer un poco más (tampoco mucho) como son ellos fuera del ambiente laboral, centrándose sobretodo en el personaje a cargo de Arturo Valls. ¿El problema? Pues el mismo que tantas y tantas series con formatos específicos (que van desde los 30 minutos de media por episodio de las sitcoms a otras donde cada entrega ronda una hora): que al pasar a formato extenso han tenido que variar su propia esencia, convirtiéndose en un homenaje nostálgico más o menos acertado al producto original, pero en donde se pierde la chispa y el ingenio que caracterizaba al mismo.
Con esto me vengo a referir a que intentando dar un hilo de continuidad a la historia para que no se consumiera tan rápido como los escuetos gags de la serie original, el guión vendría a ser una sucesión de momentos con mayor o menor gracia pero soltados un poco aleatoriamente, con la esperanza de que alguno consiga la sonrisa del espectador (y tengo que reconocer que algunos lo logran), pero en donde en ocasiones otros quedan dispersos, como sin acabar de entenderse su justificación más allá de que uno tenga algo de "manga ancha" a la hora de asumir el absurdo que caracterizaba a esta serie en origen. La pugna entre las filiales dirigidas por los personajes de Arturo Valls y Ana Milán (la que pierda cerrará) es la leve excusa argumental para hilar algo parecido al surrealismo del producto televisivo, en una película donde sin duda se ve la voluntad de sus responsables, pero la misma no se acaba de reflejar en unos resultados óptimos.
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- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 25 de marzo de 2022.
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