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martes, 18 de noviembre de 2025

BRUJERÍA PARA CHICAS DESCARRIADAS de Grady Hendrix (reseña)

No se puede negar que algo titulado Brujería para chicas descarriadas no llame la atención a cuanto más público mejor, pero su autor (Grady Hendrix) ya ha demostrado ser un experto en títulos llamativos, con novelas como Grupo de apoyo para final girls, Cómo vender una casa encantada, Badastronauts: Paletos espaciales, Vendimos nuestras almas, Club de lectura para matar vampiros, El exorcismo de mi mejor amiga o Horrorstör.

Por eso en el caso de su obra más reciente, la presente Brujería para chicas descarriadas, no dudé a la hora de adelantarme a su más que probable inclusión en el catálogo de las bibliotecas y comprármela. El resultado sigue siendo tan destacable como en sus novelas previas, con el aliciente de tocar un tema que, aunque nuestra generación no lo vivió, si estuvo presente en la de nuestros progenitores, en especial nuestras madres y abuelas.

Aunque en la actualidad el hecho de ser madre soltera no tiene mayor problema (o no debería de tenerlo, se supone que la sociedad ha evolucionado), hubo una época pasada en la que si eras mujer, te quedabas embarazada y eso no se formalizaba en un matrimonio, eras mal vista por toda la sociedad, como si fueses una inmoral que podía contaminar de su pecado a otras chicas decentes.

En aquellos años turbulentos, si el problema no podía zanjarse de forma católica (mediante boda, ya me entendéis) la otra solución era mandar lejos a la chica descarriada, donde nadie la conociera, para así tener a su hijo y después darlo en adopción. Y poco importaban el origen de los embarazos: fuera por sexo consentido (aunque luego los chicos solían negar sus responsabilidades), por violación o por relación ilícita, la culpa siempre era de la mujer.

También tenemos la otra vertiente: en nuestro pasado ha habido (muchas veces se ha visto en programas de televisión, en los que gente anónima busca sus orígenes) madres que tuvieron a sus hijos y les fueron arrebatados al nacer, con la excusa de no poder mantenerlo, no estar capacitada o no ser madre dentro de una familia cristiana (en el seno de la Iglesia Católica no sólo ha habido curas pederastas, sino también monjas que robaban niños con tales "justificaciones").

Pero en el caso de esta novela de Grady Hendrix, estaríamos ante el primer tipo: casas de acogida para madres solteras, que el mismo autor cita en los agradecimientos que habían existido en los Estados Unidos desde el siglo XIX, pero fueron bastante comunes entre 1945 y 1973. Allí iban esas chicas descarriadas para dar a luz a su hijo, entregarlo en adopción y luego volver a sus vidas normales, como si nada hubiese ocurrido.  

Se calcula que entre los años citados se entregaron en adopción en Estados Unidos más de dos millones de bebés, muchos de ellos provenientes de las 190 casas de acogida para madres solteras que existían en 46 estados americanos, de las que se hacían cargo (entre otros) el Ejército de Salvación y la Iglesia Católica (la cuestión era hacer lo que ellos consideraban moralmente aceptable, sin que importara la opinión de la madre gestante). 

Grady Hendrix se quedó bastante asombrado al acabar la universidad, cuando se enteró de que un miembro de su familia había estado en una de esas casas, y 50 años después su hijo la había buscado y encontrado. No fue la única en la familia del autor, por lo que decidió ahondar en el tema, y de ahí nace esta obra, que mezcla con acierto crítica social, humor negro y una pizca de horror, ofreciendo una historia conmovedora de empoderamiento y sororidad.

Fern, de 15 años, es una chica que se ha quedado preñada demasiado joven, y en el caluroso verano de 1970 su padre la lleva a la casa de acogida de Wellwood, para que tenga allí el resultado de su "mala" acción, lo dé en adopción y después recupere su vida. Allí conocerá a otras chicas en su misma situación como Rose, Zinnia o Holly, esta última de apenas 14 años. En todo momento son vigiladas y controladas por adultos que dicen saber que es lo mejor para ellas.

Ellas no son culpables de su situación, pero nadie parece comprenderlas, hasta que Fern conoce a una bibliotecaria que le facilitará un curioso libro sobre brujería. Es entonces cuando ellas empezarán a sentirse poderosas y capaces de decidir sobre su destino, en un acto de rebelión contra el sistema, pero quizás esos poderes tengan un precio a pagar, uno para el que quizás no están preparadas, y que las cambiará para siempre.

CALIFICACIÓN: Bueno (4/5)