sábado, 2 de diciembre de 2017

SUPERMAN: LOS HOMBRES DEL MAÑANA, POWER MAN Y PUÑO DE HIERRO: HÉROES DE ALQUILER, FILMISH y DISPAREN AL HUMORISTA

Al conocido John Romita Jr. siempre lo he asociado a Marvel en general y a su famoso arácnido (Spider-Man) en particular, por lo que me sorprendió en su momento saber que dibujaría en la Distinguida Competencia (DC) nada menos que con uno de sus superhéroes más emblemáticos: el también bastante popular Superman. Ante un personaje tan conocido es muy dificil no solo innovar sino que incluso sorprender, porque ha dado tantas vueltas en sus casi 80 años de vida que a estas alturas uno diría que ya no puede dar más de si.

No voy a mentir, este comic no es una obra imprescindible y ni mucho menos una obra maestra, pero si hay que reconocer que ENTRETIENE y mucho, lo cual ya tiene mérito teniendo en cuenta, como he indicado antes, el peso de unas décadas donde el personaje ha vivivo de todo (más allá de reinicios que tan solo sirven para mover algunos detalles y elementos generales pero que en el fondo nada cambian de la esencia del personaje) Muchos han sido los que han metido mano a este superheroe pero no tantos los que han acertado con él; en este caso si lo han hecho.

Para congeniar con el público creo que lo necesario es que Superman muestre su lado más humano, lo que permite al lector sentir una cierta empatía hacia el personaje, sin verlo como esa especie de Dios que es lo que vendría a ser. En este caso el guionista Geoff Johns lo consigue de una manera tan sencilla como acertada: nos presenta a una relativa contrapartida del personaje que, con un origen más o menos paralelo, sirve para lograr hacer más accesible a Superman, en una trama con un ritmo muy bien llevado que mantiene la atención del lector en todo momento, aunque en esencia tampoco sea nada nuevo. Y si la historia es entretenida, ¿qué decir del dibujo? A mi siempre me ha encantado Romita (tanto el padre como ahora el hijo) por lo que su labor me resulta notablemente destacada, siendo algunas páginas de este comic sencillamente impresionantes, sin perder su estilo habitual (lo que a algunos les resulta repetitivo) pero que aqui es muy acertado.
Las cuatro series originales Marvel en NetFlix (a las que luego se ha añadido la más reciente de Punisher) han servido para darle todo su mérito a personajes como Daredevil y Jessica Jones, así como para actualizar a Luke Cage (alias Power Man) y Iron Fist (Puño de Hierro), estos dos unos superhéroes si acaso más dificiles de imaginar fuera de esa década de los setenta que los vió nacer, como resultado de dos modas imperantes en los cines de aquellos años, las cintas del movimiento blaxpoitation y los films de artes marciales respectivamente.

Admito que ambos por separado nunca me habían llamado mucho la atención más allá de verlos como secundarios si cruzaban sus destinos con alguno de mis personajes preferidos, e incluso de esas series de televisión antes citadas tengo que admitir que las de Luke Cage y Iron Fist creo que fueron tan solo correctas (aunque como mínimo actualizaron sus respectivos atuendos, que resultan dificiles de imaginar en la vida real, fuera de las viñetas de un comic) Aún así estos dos ya tuvieron problemas en su momento, por lo que ante su inminente cancelación se los agrupó.

El resultado se puede ver en este tomazo de 704 páginas, que tengo que admitir que he disfrutado más de lo que yo mismo me imaginaba, supongo que por el hecho de ser unos personajes más bien urbanos (del estilo de Spider-Man y Daredevil) lo que los acerca más a mis preferencias en este género. Si por separado me hubieran llamado la atención tan solo lo justo, unidos en lo denominado como Héroes de alquiler el resultado cambia, ya que la química entre ambos personajes resulta notable por lo que sus aventuras en común funcionan muy bien en la etapa de Mary Jo Duffy como guionista recopilada en esta obra. Por cierto, aqui veo por fin al personaje de Claire Temple en los comics, al que yo he visto a cargo de Rosario Dawson que lo interpreta en las series antes citadas, siendo el nexo común entre todas ellas (también citar lo que me ha parecido un evidente guiño a la serie Doctor Who en el capítulo titulado El día de los Dredlox)
Este blog ha pasado por muchos vaivenes, pero siempre ha tenido dos temas recurrentes a lo largo de la más de una década que lleva pululando: el cine y los comics. Por eso la existencia de Filmish enseguida me llamó la atención en cuanto lo ví en el catálogo de las bibliotecas porque venía a ser la unión de ambos conceptos: un comic sobre cine.

Algo como esto tan solo podía venir de alguien que adore el cine, y es por eso que los amantes de este arte universal serán los que mejor entiendan a su autor (Edward Ross) en una pasión personal que ha desembocado en la presente obra. En la misma, la cual se encuentra dividida en siete capítulos temáticos, se hace un somero repaso al cine desde sus mismos orígenes a los éxitos más recientes, algo que ya queda patente desde su misma portada, la cual combina elementos clásicos de películas de diferentes décadas, facilmente reconocibles para la mayoría de cinéfilos (y eso tan solo con la portada, ¡imaginar cuando uno se sumerge en su lectura!)

El alter-ego dibujado del propio autor se dedica a presentar en cada capítulo un tema en particular de lo que entenderiamos como lenguaje cinematográfico (formado de elementos como por ejemplo los decorados, el lenguaje, el cuerpo, etc.) y nos lo analiza con ejemplos de todas las épocas, que van desde clásicos como Ciudadano Kane hasta taquillazos más modernos como Jungla de Cristal, o algunos ya del presente siglo como Avatar u Origen (Inception) El repaso es exhaustivo, por lo que no hay nada que escape al análisis del autor, demostrando todo lo que se esconde tras algo que igual consideramos tan solo un mero entretenimiento, pero que a lo largo de las décadas ha evolucionado como la misma sociedad a la que, con un mayor o menor acierto, va orientado siendo claro ejemplo de sus defectos, tendencias, características, etc.
Yo creo que el humor es algo personal, que en cada individuo se refleja de forma diferente: lo que a ti, apreciado lector, te puede hacer bastante gracia quizás a mi me dejé indiferente (o viceversa) Además el humor como tal es algo muy amplio que abarca muchos elementos (de ahi que en ocasiones haya intervenido incluso la censura para aquellos chistes que rebasaban el límite) Pero... ¿tiene límite el humor?

En Disparen al humorista su autor, Mario Adanti, hace un pormenorizado análisis, mucho más extenso de lo que pensaba teniendo en cuenta lo sencillo que puede parecer este asunto en su base, de como podriamos considerar el humor en los tiempos que corren, o cuales deberían ser sus límites (e incluso más allá, especulando sobre si los mismos existen) Es triste que aún hoy en día se tengan que justificar según que tipo de humor, pero hechos recientes son una prueba palpable de que el mismo no solo es sano, sino que además es muy necesario como bandera de la libertad y en contra de la represión o el pensamiento único.

La risa es libre, y el humor también: al final lo que nos queda es que si algo te hace gracia, disfruta con ello y en caso de que no te la haga, pasa a otro tema y deja que otra persona encuentre ahi ese humor que tú no has podido encontrar. No es una crítica contra nada ni contra nadie en particular, tan solo que si no lo aplicamos corremos el riesgo de que la censura de unos pocos pueda coartar la libertad de muchos. Y eso ya no hace tanta gracia, ¿verdad?

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