FLASH: CARRERA POR LA HUMANIDAD
Grant Morrison y Mark Millar son los responsables del guión de los números de Flash incluidos en este tomo, que vieron la luz en origen a finales de la década de los noventa. En aquella época, y tras Crisis en Tierras Infinitas, el velocista oficial era Wally West, y en este caso (pese a ciertas dudas previas por mi parte) tengo que reconocer que he disfrutado con este tomo sobretodo gracias a las historias orquestadas por los dos autores citados al principio de esta reseña. Pero no es justo darles el mérito absoluto ya que aunque no soy seguidor del personaje en las viñetas, como mínimo también he disfrutado sin perderme al conocer (o relacionar) varios de los personajes que salen gracias a la serie de televisión Flash, que aunque la haya dejado de ver aún la recuerdo como para saber quien es quien en cada momento. Eso si, el apartado gráfico de este tomo sería tan solo correcto y funcional, no habiendo ningún ejemplo a destacar.
Teniendo en cuenta que en los noventa fue cuando más despuntó en Marvel el villano Veneno, que en origen era un traje simbionte, supongo que parte de eso hay en la esencia del primer arco argumental recopilado aqui titulado Parada de emergencia, donde además se juega a tener al protagonista en una silla de ruedas. Tras ello hay una aventura con el Amo de los espejos que ya había leído antes tras la cual viene una con el Flash original y el Pensador con cierta emotividad bastante acertada. Tras un crossover con Green Arrow y Green Lantern donde destaca su tercera entrega (bien finiquitada en los juzgados) viene el arco argumental que da título a este tomo, con un simpático personaje que puede recordar al Sonic de los videojuegos. El Flash oscuro es la última aventura con tintes trágicos y esperanzadores al unísono, finalizando con un divertido complemento donde el propio Mark Millar y Flash conversan en una taberna.
PUNISHER, EL CASTIGADOR: EL EFECTO OMEGAHa entrado como novedad este tomo de Punisher titulado El efecto Omega, pero en este caso se trata de una obra que ya tiene sus años (vió la luz a mediados del 2012), aunque en seguida me he situado porque otros comics relacionados con lo que aqui se narra ya me los había leido, con lo cual es facil asimilar el statu-quo de la situación en ese momento. Los tres primeros números incluyen un inesperado crossover entre Punisher, Daredevil y Spider-Man (aunque la presencia de este último se nota un tanto forzada) a cuenta de un disco de moléculas inestables al que hace referencia el título y en donde están los datos de las mayores organizaciones criminales del universo Marvel.
El resto del tomo, ya centrado sólo en
Punisher, lo muestra en su relación con
Rachel, una marine que busca venganza tras que asesinaran a toda su familia, aliándose con el
Castigador para llevarla a cabo (y como yo me sonaba del tomo previo a este títulado
El invierno muerto que me leí hace poco más de un año y reseñé
por este enlace, por eso de todas maneras he podido situarme sin problemas) El resultado global es un comic que se mantiene bastante entretenido sin tampoco ser una maravilla, pero en donde destaca la manera como se desarrollan las situaciones en las que se ven inmersos
Punisher y su aliada, todo ello con un apartado gráfico bastante correcto y funcional.
Ha sido una sorpresa la que me he llevado con este comic de Max Landis titulado Superman: American Alien ya que se trata de historias alternativas del personaje (teniendo en cuenta lo mucho que me suelen gustar cuando están bien hechas, como es aqui el caso) situadas en diferentes momentos de la vida de Superman (o más exactamente Clark Kent) desde su infancia en Smallville hasta sus primeros tiempos como superhéroe en Metrópolis. Se trata de siete historias diferentes y del todo autónomas que se desarrollan de forma cronológica desde la infancia de Clark, en relatos intimistas donde es más importante la persona que el personaje, lo cual demuestra en general de forma bastante acertada.
Para acentuar el hecho de que son siete diferentes momentos en la vida del protagonista, el citado Max Landis se vale del apartado gráfico de siete artistas con estilos variados justo para eso: para dejar claramente diferenciados cada uno de ellos. Todos los relatos en general son bastante buenos, pero hay algunos que destacan como por ejemplo el tercero, donde el destino lleva a que un joven Clark Kent sea confundido con Bruce Wayne, estableciéndose a partir de ahi una historia muy divertida repleta de equívocos y guiños hacia otros personajes de este universo. En líneas generales un buen comic que sabe representar mejor al personaje que otras obras quizas si situadas dentro de la continuidad oficial.
No es la primera vez que reseño por aqui comics que llegan a la biblioteca que son recopilaciones de material de algún dibujante, que la mayoría de las veces proviene del semanario satírico El Jueves. En este caso Coitus Imperfectus, obra de Ricardo Peregrina (uno de mis dibujantes preferidos de la actual plantilla que tiene la citada revista El Jueves), lo que hace es recoger una selección de las historias del citado título publicadas en la mencionada revista. En esta sección, aparte de otras que tiene el autor como Horario de oficina o la ya finalizada Borbón y cuenta nueva, vemos historias sexuales DE TODO TIPO donde lo que prima no es tanto el componente erótico (que sin duda lo tiene) sino la anécdota, el humor o el chascarrillo en el que pueden derivar las situaciones planteadas, donde cabe cualquier cosa (desde lo más inocente a lo más bruto) con unos personajes que, como la vida misma, pueden ser desde tipos macizos y chavalas buenorras hasta gente común y corriente, sin importar ni la identidad sexual ni nada que no sea tan solo buscar el componente gracioso a la situación (sea esta lo delirante que sea), objetivo que al menos conmigo consigue con creces.
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